332 RepertoRIO AMERICANO He visto el manantial, la huerta, el nido, on ti una potestad talvez se encierra. pues, los herederos de la razón y de la voy el vuelo de las aves sorprendidas, Por eso es que obedecen los terrones. luntad de Wladimir Lenin? Su Testamento, y he escuchado las voces, que en la selva, De la tierra tú rompes la corteza, escamoteado por el actual dictador de las remumuran, con misterio, tantas vidas.
públicas soviéticas, iluminaría, tal vez, este para que el sol bendiga el surco abierto, turbio punto.
Por eso hoy que mi vida no transita y transforme el erial en bello huerto Sea como fuere, Trotsky y los suyos, con el sendero rural de los ganados, y la dicha reemplace a la tristeza.
su intransigencia en cuestiones dogmáticas, estoy con la nostalgia del paisaje Arado de mi padre y de mi abuelo, aunada extrañamente a la intuición de la reay siento ya mis ojos enjaulados.
instrumento de lucha y de victoria, lidad; con su internacionalismo revoluciona.
iquién pudiera forjar la noble historia rio. pues que sólo en el dominio universal La pala del bien que has prodigado en nuestro suelo!
del obrero von la posibilidad de cambiar el Para don Juan Rudin.
orden del pasado. con su desconfianza del La escuellta rural campesino (conservador y retardado en todos Compañera sencilla del labriego Para Gabriela Mistral.
los meridianos. sin menospreciarlo; mas soen las nobles labores de labranza, iQuè triste se ve la escuela breponiéndole la fuerza industrial de la ciutii limpias, con afán, las negras eras a la vera del camino: dad, afirman el legado de Lenin, no obstante en donde finca el pobre su esperanza.
parece como una abuela las conciliaciones de éste con el capitalismo Humilde y compasiva, los terrones que ha cumplida su destino!
burgués en angustiosas horas de desconcierto di shaces y repartes en las eras, Los niños ya se marcharon.
económico. Curioso es observar que en este para que vayan luego las simientes la maestra también se fue.
plano, Ins dos líneas de conducta, la trots.
retoñando en las bellas sementeras.
sólo quedan esios muros kiana y la del jefe supremo, siguen idéntico camino. Trotsky fue el primero en insinuar frente al paisaje, de pie.
En manos del labriego te levantas la herejía. Cuando Lenín, dice aquél, formuló Los pajarillos a veces enpapada en rocio y en sudores, las primeras tesis, bastante circunspectas, soy en tanto el sol, del cielo te bendice, se posan en el tejado, bre la adopción de una nueva política econócon ofrendas de bellos resplandores.
cuyo viejo alero, el viento, mica, yo me adherí inmediatamente a ellas; de tejas ha despojado.
para mí, eso era la repetición de lo que yo Compañera sencilla del labriego, Pobre escuelita rural, había propuesto un año antes. En la impaque en las tardes. descansas, sin querella, tan triste y abandonada.
ciencia de la reforma habían roto el ritmo ¡cómo tu vida es móvil, noble y fuerte!
pordiosera del cainino.
del movimiento político y de la evolución eco. cómo tu gloria es santa, pura y bella!
Quién fija en li la mirada?
nómica, y la fatal realidad los obligó a retroceder en busca de la perdida cadencia.
El arado Abuela de verdes campos, En el. antagonisino de Stalin y Trotsky chay colmena de pobres niños, Tú remueves la tierra con esmero combate de lo real con la utopia. choque de escuela de mis recuerdos, como una fuerza ignota del destino, un espíritu racionalista con una concepción para il son mis cariños.
y a los hombres enseñas el camino pedantesca del marxismo. bien, chay lucha de la lucha, y del triunfo placentero. Qué triste se ve la escuela de intereses pequeños, guerra de ambiciones a la vera del camino: de comando. Es entonces politica mezquina?
Virtud de voluntad que hace jirones parece como una abuela Esto sería, en todo caso, la verdadera traicion la solidez compacta de la tierra; que ha cumplido su destino!
a las normas de Lenin. El autor de lo que en Occidente consideramos como el nuevo caos Salas Pérez del mundo, encarnaba de modo inhumano la Costa Rica. 1929.
renunciación individual. análogo desprendimiento alienta en Trotsky. Aún dentro de las maldiciones a este demoledor de nuestros hábitos, su vida heroica, horriblemente santa, nos fuerza a limpiarlo de todo pensar bajo. Envio del autor de todo ruin anhelo. Precisa reconocerle una (Concluye. Véune la entrega anterior)
total abnegación en la persecución de lo que él considera como el bien y la justicia. El y Del primer contacto de Trotsky con fuerza mental y la visión politica de WlaLenín nació la admiración del discípulo por el dimir Iliitch, maridadas a un carácter de exodio por su obra política no excluye la admiración al hombre: una aterrada admiración gran profesor de marxismo, quien, su vez, cepcional calidad, logran marcar la ruta del excelente penetrador de almas, descubrió en rebelde. Es verdad que luego han de tener por virtudes que no caben en nuestra noción el joven levita todas las posibilidades de un no pocas divergencias por encontradas opide bondad; implacables virtudes, convertidas rector revolucionario, niones de método en la marcha, mas de la en maldades por nuestra hagiografia.
El prófugo de Siberia llega a Londres an línea trazada no se ha de separar nunca. heloso de doctrina y de actividades apostó Hacia el «implacable, fin. irán siempre estre Ya hemos visto a Trotsky en Londres, como licas. Trae todos los rumores de la sorda re. chamente unidos, con el mismo optimismo miembro del Sínoilo marista a los veintitrés vuelta que agita al proletariado ruso, un militante virtud poco rusa, como lo anota años. El pensamiento de Iljitch le está abierto urgente inensaje de lucha y una bien definida Gorky con igual violencia e idéntica pasión de par en. par, y Nadejda Konstantinovna, esa concepción del mundo nuevo. Sa fervor de de sacrificio, reteniendo esu alma por las alas, admirable mujer, le ha hecho franquear la transforınación social ha roto las fronteras en el temor de que la piedad los desvie o los puerta grande de su corazón. Bajo tal egida nacionales, y, en su juvenil entusiasmo, están aleje dol triunfo. Mutuas concesiones, que comienza la formación del panfletista, al que llenos de optimismo todos los horizontes. Qui son mandatos de una razón consciente del Bernard Shaw le reconocerín más tarde prezás contrjbugera el temperamento judio a esta error, y no cobardes asentimientos. impiden eminencia universal. Su gran defecto. o su dilatación del concepto patrio. Es todavía un el choque de las dos terribles. voluntades, y. prema cualidad política. un exceso de conmencheviqne, in marxista manchado de de la armonía corteja al común ideal.
fianza en el mismo. lo lleva a actos de infinita mocracia, pero Lenin, que adivina en él un La defensa hecha por Trotsky, de su actua audacia, pero en ningún momento va a ciegas fermento puro de bolcheviquismo, lo impone ción revolucionaria, a partir de la conquista ni anda a tientas, porque en el límite de los a la dirección del Istra, lo introduce en su proletaria del poder, básase, sobre todo, en nás osados atrevimientos se levanta el faro colegio, contra la injusta prevención de esa armonía, no fallada en ningún instante, de su razón. Todo tiempo es estrecho para su Plebkanov, el exégeta. El neofito destructor si hemos de escuchar con fé la historia de su labor, a pesar de que el ascetismo le alarga de la organizacion burguesa, orgulloso de la vida. La izquierda comunista, hoy en la de las horas hasta lo inverosimil. Escribe. Esautoridad que le dan sus prisiones y su ostra portación, en el exilio o en la cárcel, por «trai tudia. La biblioteca del British Museum no cismo, sis disciplinas ideológicas y sus acti ción al leninismo, reivindica, en el libro de logra extinguirle el hambre de cultura. Se vas luchas, defiende como un bárbaro el con. Trotsky, la inflexible ortodoxia de la doctrina, inicia como conferencista. Mide armas con tenido de su personalidad: estilo, ideas, plan y lanza el anatema contra los que se llaman patriarcas de la anarquía, y de la justa sale do acción, intuiciones e instintos. Pero la sus fieles, estando en herejía. Quiénes son, asombrado de los argumentos pueriles que La vida de León Trotsky. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica