José Carlos MariáteguiOpportunismSocialismViolence

REPERTORIO AMERICANO 347 calon.
parecer un temperamento de político, y Aunque soy un escritor. de guerra, de quienes se dice que difisi alguna cosa hay que yo no entienda cilmente llegan en la edad adulta a ser (l iene de la prigina 341)
ni deseo entender nunca, esa cosa es la personas equilibradas. Sumejantes a ellos, política. Naturalmente quo al einplear estas naciones han venido al mundo con Por fortuna, desde hace pocos meses roy melas palabras «político» y «política» con la tara o con la señal divina de la rejorando. Mi trabajo es, sin embargo, superior referencia a José Carlos Mariátegui, las volución.
todavía a mis fuerzas.
empleo en la más noble acepción asigHe recibido los libros que me envió Ud. Le Pero todo esto pertenece, francamonte, nable a dos vocablos que en nuestros agrarlezco el obsequio. Tengo en gran estima a la zona de las teorías políticas, zona países han llegado a hacerse tan ina sus autores, Horucio Quiroga y Sanin Cano.
que me tengo vedada, y está por tanto mundos.
Sobre ambos, diru algo Amauta, la revista que al margen del arte, única actividad huEsta incapacidad mía en parte innata dirijo y que regularmente le enviamos.
mana que mo inspira real y verdadero y en parte adquirida para interesarme Estoy politicamente en el polo opuesto al interés. Desde mi particular punto de por la política, sean cualesquiera sus de Lugones. Sou revolucionario. Pero creo que vista, estoy de acuerdo con Oscar Wilde: formas y sus manifestaciones, no consentre hombres de pensamiento neto y posición la única forma de gobierno que convietituye un obstáculo para que envidie ne al artista es la ausencia de todo godefinida es fácil entenderse y apreciarse, aún desde lo más profundo de mi alma a bierno. Yo no quería, por lo demás, aprocombatiéndose. Sobre todo, combatiénılose. Con los hombres que tienen fe absoluta en el sector politico con el que no me entendere vechar la ocasión para debatir ideas ajenas algún dogma, sea el que fuere, a los que nunca es el otro: el del reformismo mediocre, ni para poner las propias en el escapa. no dudan ni por un instante de que la el del socialismo domesticado, el de la demorate: quería tan sólo rendir un simple adopción de sus ideas bastará parit asecracia farisea. Además, si la revolución exige homenaje al hombre honrado que, a la gurar la felicidad de los hombres; esto violencia, autoridad, disciplina, estoy por la viomisma edad que el Cristo, la muerto el no es un obstáculo para que los admire lencia, por la autoridad, por la disciplina. Las otro día en tierra del Perú.
sinceramente. Ni siquiera he podido inacepto, en bloque, con todos sus horrores, sin reserdignarme contra Lao Tse, quien sostiene Enrique Méndez Calzada vas cobardes. En Lugones he admira lo siempre al que la primera condición para asegurar artista, al pensador que se expresa sin equlla felicidad de un pueblo consiste en roco y sin oportunismo. Idcológicamente, esta Homenaje. El respeto a un honque los gobernantes sepan mantenerlo mos en campos adversos. Me aflige que el re: bre. a su talento, en primer plano, y en una total y perfecta ignorancia. Confuerce con su nombre y con su acción a los en otro superior a su nobleza y probidad siderada como un programa de gobierno, conservadores. Aunque siempre es una ventaja inorales es un homenaje demasiado puro no hay duda de la idea de Lao Tse es encontrarse con un airersario de su estatura. para no reridirlo sin reservas las rarimuy discutible; pero tampoco cabe duda simas ocasiones que la vida nos depara de que positivamente constituye todo un Do una carta al Director de La Vida Literarin. Abril 90 de 1927. para ello. Tal la figura de José Carlos programa. Por lo demás, los gobiernos Mariátegui. No exalta aquel sentimiento de estos países han coincidido siempre Ja afinidad que hayamos podido tener Lao Tsé, aun sin haber leido El libro con su ideología sujeta como tal a estédel camino y de la virtud.
a su viejo arraigo, las que ellos derroJosé Carlos Mariátegui era en política riles ergotismos. Lo que es indiscutible es el temple, la solidez, la nobleza y la un revolucionario, o en tal concepto se Abrigo la convicción, por consiguien buena fo de una vida como la de este lo tenía. mí me parece bien que lo te, de quo los nombres de esos ilustres hombre que acaba de morir. Con mucho fuese, pues en política la única posición americanos. Rafael Barret fué un amedecente es la del opositor, y ningún ricano nacido en España, como tantos menos, un artista y ponsador de su talla conquista la admiración intelectual de opositor es tan opositor como el revo varones de la gesta heroica. serán prolucionario. Los revolucionarios, por lo sus lectores. Pero no el respeto, y el nunciados con respeto cuando ni siquie haber alcanzado este desideratum consdemás constituyen siempre un bello y ra haya memoria de los hombres consreconfortante espectáculo humano. Es tituye la gloria de Mariátegui.
picuos que en su tiempo representaron lamentable que los defensores del orden la legalidad o el orden establecido. La Horacio Quiroga establecido se obstinen en desconocerlo, agitación incesante, la inquietud y la olvidando que si el orden no corriese lucha serán acaso por siempre fatalidaJay uno o dos ejemplares disponibles de esningún peligro no tendrían ellos mis des biológicas de estos países que surtas obras de Mariátegui: mos razón de ser ni siquiera existencia gieron a la vida revolucionariamente.
La escena contenuporánea.
demostrable. Por mi parte le doy la ra Acaso nunca dejen de recordar a Ensayos de interpretación de la zón a Bernard Shaw cuando dice que niños concebidos y nacidos en tiempo realidad peruana.
quien a los veinte años no es revolucionario constituye algo así como una aberración biológica.
Lo que no me parece discutible es JOHN que tanto José Carlos Mariátegui como José Ingenieros, como aquel gran espiSAN JOSÉ, COSTA RICA ritu que fué Rafael Barret, como todos AGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS cuantos durante este primer cuarto de siglo han puesto en el ambiente espíriCajas Registradoras National tual de la América española un poco o The National Cash Register Co.
mucho de ivquietud, como todos cuantos han combatido públicamente por la transformación de los sistemas institucionaBurroughs Adding Machine Co.
les sociales, políticos y económicosque rigen en estos países en el sentido de hacerlos menos inhumanos, han sido Royal Typewriter Co. Inc.
y son, un siglo de distancia en el Muebles de Acero y Equipo para Oficinas tiempo, los verdaderos continuadores de Globe Wernicke Co.
los revolucionarios de la heroici época Implementos de Goma inicial. Aquellos fogosos varones del mil ochocientos no habrán supuesto quiero United States Rubber Co.
creerlo. que las instituciones por ellos Maquinaria en General concebidas y establecidas serían ya inJames Montley, New York conmovibles por los siglos de los siglos, JOHN KEITH RAMÓN RAMÍREZ hasta la consumación de los tiempos, Socio Gerente Socio Gerente puesto que no lo fueron tampoco, pese 60 esos no KEITH Co. Inc.
Máquinas de Contabilidad Burroughs Máquinas de Escribir Royal Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica