234 REPERTORIO AMERICANO Sus libros. Sus libros do crónicas al esperanto de las señas, para hacerse puso en obra el hombre, en un segundo le le han dado una popularidad única en entender.
ceguedad.
Colombia. El nombre del escritor es fa Un Berlín idílico. encantador, lleno de Se le fué como una fiera, la agarró del pelo, miliar a todo colombiano. En el mundo belleza y de atracción; un Berlín que no la arrojó a tierra, y rapánilole el tarro de de las letras nacionales y fuera de él, está en las guías para turistas fofos, es ngua, se lo echó encima, lavándola por comQuijano Mantilla es el más extraordina el que nos da el autor de ese libro de pleto.
rio tojedor de cuentos y enredos para chi memorias de su mudez inconcebible. Inmediatamente ohró el agua el milagro de cos y grandes.
Nos cuenta sus diálogos con la chime su virtud maravillosa.
Su primer volumen Cuentos y Enredos, nea en las noches heladas de aquel clima Sonriente, casi enternecida, la mujer se prenfué un verdadero éxito de librería. En nórdico. Sus vagares por calles y museos, dió a las rodillas del hombre, y le pidió que un espacio de tiempo extraordinariamento mudo y solitario como un prófugo, mi no se pusiese bravo, que el almuerzo estaba inverosíınil quedó agotada la edición. rando letreros y sacándole el cuerpo a listo y que al instante iria a servirlo.
Dos libros más Al sol de agosto y Sar los autos.
El hombre comprendió tolo y se portó con tal de mentiras unidos al primero, difun Nos hace conocer mucho detalle inte clemencia, desistiendo a la vez de su intento dieron ampliamente la notoriedad del resante de la vida y costumbres de aquel de irse muy lejos. Desde entonces, cuando ve deleitable escritor de Piedecuesta. país vigoroso, altivo y laborioso, de cu a la mujer de inal genio, baja a la quebrada yos laboratorios y gabinetes de especude La Alegría, se moja las manos, y acariUltimamente, a su regreso de Alema lación están saliendo actualmente los más ciánılole luego las mejillas la vuelve a In leania, imprimió en EDICIONES COLOMBIA avanzados postulados filosóficos. especial lidad de la vida, que no es otra para los que un cuarto libro de crónicas de viaje, como mente en la rama psicológica y las más nos bañamos en esas aguas que el inás fransiempre, llenas de ese espíritu gracioso audaces teorías científicas de la época. co y lisonjero optimismo.
que le caracteriza, intitulado Memorias Es un libro ameno, interesante y lleno Yo siempre les aconsejo a mis amigos que de un ragabundo. Berlín visto por un de curiosas observaciones.
se bañen allí, y aun a las gentes desconocidas hombro mudo. que padecen algún sufriiniento, no dejo ile Una natural manera de observación y Epitome. En la conversación como decírselo, por si dan crédito a mis palabras.
exposición son las suyas. Nos habla allí en sus libros, Quijano Mantilla es siem Hace algún tiempo encontré de regreso de la de la gran metrópoli teutona en sus as pre el sano espíritu que va por la vida quebrada a un pordiosero que acostumbraba pectos más sugestivos. Nos habla do Hin observando el mundo al través de un pedir limosna en las estaciones del ferrocarril, demburg; de Harden, de su admiración prisma de coloraciones plácidas. sonrien y a quien reía siempre con una úlcera cnorante la imponencia de la urbe inmensa. te e inmutable en tanto que escuda su me en una pierna, que les causaba a los pasaNos refiere las aventuras que su mudez pecho en el gracejo y las mentiras, para jeros la más repugnante impresión.
le hace correr frecuentemente y de qué evitar que le hieran los dardos de la Además, era tuerto y se vendaba el ojo con frecuente manera se ve obligado a recurrir desesperanza.
un trapo que sostenía un emplasto cuyo aspecto era lo más repulsivo.
Leopoldo Gil Jaramillo Un día nos encontramos en la vía de Cachipay y le dije: La quebrada de la alegría. Por qué no ensaya unos baños en la (Viene de lit prigina 233)
quebrada ile La Alegría? Es admirable para las enfermedades, y le quita, alemás, el mal fuera a los llanos ilo Casanare y consiguiera. En la quebrada de La Alegría, el agua tie humor.
dos huevos de guio negro y los trajera con ne el poder de lavar los humores del telio. Se Ayer me lo encontré en una estación y me mucho cuidado para empollarlos aquí. siente uno revivir al contacto del agua. Una quelé asombrado.
Mientras los güios estuvieron pequeños, la ola de calor vivificante nos anima, una visión Estrenaba pantalones y saco. No tenia ven.
mujer de un labriego los mautenía en el seno rosada de la existencia sirve de leute para ver claje en la carn y mostraba los dos ojos briepara darles calor; más tarde los guardó en una lo todo.
nos y picarescos, con los cuales ha visto la cueva, y cuando ya se tomaban tres litros de No nos prometen sus aguns uma vida Inr vida, como un gran psicológico.
leche diarias, se les vio libertad para que sa ga, ni una fortaleza de pugilista, pero nos Al ver mi asombro, me dijo.
lieran a vivir de la caza y a crear de nuevo dan por un tiempo la placidez y nos hacen. Le seguí sus consejos y me ha iilo muy bien.
las fuentes de agua.
más ágiles, más espontáneos, más comunicati. la úlcera, y el ojo enfermo? le preLa quebrada tle La Alegría volvió a tener vos y accesibles a todas las emociones. ganté, vienilo el milagro operado en tan corto nguia, y las gentes siguieron acudienilo desde Tal vez muchos de los males que curan es tiempo.
entonces a recibir sus beneficios.
tas nguas no son otra cosa que la consecuen La úlcera era prestada, y se la llevó el No es una fuente Juvencia, que alarga la cia de un espíritu enfermizo y desanimado.
compañero para Tocaima, porque en este tiemvidn, con todas sus tristezas e incomodidades, Hasta gentes que tienen el alma ruin y el copo de semana santa, es muy buenn esa plaza descartando su objeto primordiul, que aque razón atormentado por mil ambiciones, han para nuestro oficio, y esta semana no soy tuerllo que los griegos ambicionaban con el nom salido de alli vivificadas, expresivas y com to porque siempre hay que descansar y darle bre de sofrosine, y que nosotros pudiéramos nicativas. No hace nucho tiempo un labriego gracias a Dios.
llamar la placidez absoluta.
9116 vive en la vecindad, y cuya vida era casi. Pero yo no le queriilo aceptar lo qne supe El rey de los númidas, Massinisa, vivió no imposible por el mal genio de su mujer, esol después por su propia boca, o sea que la úlventa y tres años, reinó sesenta y al su muer vió un dia pelear con ella y engancharse co cera era de lata y que fué pintada en Bogotá te dejó un hijo de cuatro años, de sus últimas mo trabajador con un contratista que andaba ni he creído en realidad que el hombre no era nupcias. Pero el reg Massinisa combatió hasta por estos contornos buscando peones para la tuerto; porque asi como La Salada les ilan los dias cercanos a su muerte, y ésta le sobre carretera de Cambao.
quienes se bañan en ella la alegría, también vino cuando celebra la sit triunfo sobre los Llegó de Anolaima el domingo por In tar debe curarles siis olencias, aún cuando estas cartagineses.
de, trayendo a la espalda el mercndo para la sean postizas. Al fin, y al cabo, en la vidit Supo de la vila larga, pero no pudo conocer semana, y contrariando su costumbre de aguar todo es ilusorio o postizo, y ojalá que en tola alegría.
dar hasta que la esposa le sirviera la comida, dos los lugares del mundo se encontrara una es que la alegria, como la felicidad, es principió a llamarla a grandes voces y a pro quebrada de La Alegría, para aplicarnos en el un brote de inconsciencia, un fluido que pasa ferir denuestos.
rostro las manos humedecidas en sus aguns, por nuestros nervios, un recuerdo que luego. Qué hubo que no está el almuerzo. Qué y sentir al instante la alegría, como le sucenos complacemos en evocar.
diablos hace esta mujer cuando yo me voy? de al labriego que encontró en este fácil reGeneralmente cuando estamos alegres trata ¿Le parece mucho lo que hace cuando yo no curso el sistema de aplacar las iras de su milmos de mortificar nuestra alegría; no nos da tengo descanso ni el mismo domingo?
jer y de sentir en su casa la felicidad, aún mos cuenta del valor del momento, y princi La mujer que venía con un tarro de agua cuando ésta sea una ficción, como los males: piamos a buscar en nuestro pasado algo que al hombro desde un pocito que queda en In del pordiosero que se curó con mis consejos ha de caer en nuestro espíritu encalidecido quebrada de La Alegria, se le puso como un por alguna emoción, como una nevada de tris erizo y le dijo otras tantas injurias.
Joaquin Quijano Mantilla Lo qne nunca en su vida había pensado, lo El Epiro. Jueves Santo de 1927.
teza. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica