146 REPERTORIO AMERICANO Lacras sociales, cual la prostitución. la estas confidencias, do un lirismo palpidelutal, como las erupciones los malos tanto y il veces doloroso, con las memohumores de la sangre.
rias de la Bella Otero 11 otro texto seincjante. Mas para osar estas revelacioPara apreciar en este punto las conDes as necesario estar un plano fesiones de la Duncan, no debe olvidarse. superior espiritual y estético, ser imo do que es mia griega resucitada que siento esos selectos ejemplares humanos en cuya intensamento el naturalismo antiguo. Poco vida no hay tina parcela que deje do paladar éticu tendrá el que confunda interesar a la Humanidad.
Andrenio. Lut os. Madril. y algo de frío med roso.
Yo me iria esta noche al campo, al cainpo clormido y solo, donde hay árboles y son los pensamientos mas hondos!
en Mensaje de José Vasconcelo al pueblo norteamericano (Envio de la Sra. Antonieta Rivas Mercado. Me he dado cuenta de la sensación movimiento de liberación en México a producida porque el así llaunado presi través de la convicción. de que México dente do México, un adulto, perfecta no podrá pagar sus compromisos hasta mento capaz de defenderse a sí mismo quo cree im gobierno quello tenga que y rodeado de guardias, ha sido herido sostenerse a base de un ejército merceligeramente por un joven. IIace tres nerario que devora todo el presupuesto.
meses, durante ini campaña política, la El atentado a Ortiz Rubio ilustra una policía callista decapitó en Mazatlán situación tristisiina, uma situación cria un niño que la madre llevaba en minal. Hasta el observador más ciego brazos, y no obstante. que se publi se habrá dado cuenta que la prensa en caron las noticias, nadie demostró an sus informes de hoy, cita este hecho cusiedad. La gente tiene una sensibilidad rioso. Anoche, en la ciudad de México curiosa; parecen todavía vivir en los se organizó una manifestación de protiempos de los reyes cuando la lesa testa contra el atentado a Ortiz Rubio, y Majestad era el crimen máximo.
el gobierno, con todo su poderío, no puLo, sucedido ayer no sorprendió a do reunir a más do sesenta personas para ningún mexicano. Es natural que gente protestar, a la que se le niegan sus derechos por Deseo aprovechar esta oportunidad la fuerza, busque vengarse en actos para dar las gracias a la nación ameciegos de locura. El ataque a Ortiz ricana por el refugio que me ha proRubio es locura, porque es una per porcionado durante estos dos meses últisona relativamente inocente, ya que só inos, después que salí de mi país perlo sirve de instrumento a otros. Pero seguido por rufianes. Doy las gracias a lo principal y el hecho penoso es que Los Angeles por su hospitalidad y por los ese ataque demuestra al mundo lo que amigos que en ella tengo; tengo muchos lauosotros, mexicanos, hemos estado pre zos personales en este país; a todos envío diciendo, la imposibilidad de mantener un saludo afectuoso. En unas semanas en México un régimen de robo, colecho me embarco para Panamá y Colombia y crimen. La gente de México seguirá a vivir entre gente do mi propia raza, luchando hasta que conquiste su liber hasta que llegue el tiempo quo tad y el derecho de gobernarse a si México pueda establecer un reino do misma. los que no son mexicanos se justicia y libertad.
verán obligados a simpatizar con el Los Angeles, febrero (le 1930, Marzo La gran cúpula, sorula, se raja de calor; turbio el humo; el azul no gallardea color: los píos son trizarduras entre el hosco verior que defiende al arroyo delgado y sin canción!
Marzo!
que va llenando rojos odres de Sol!
111 13 Ensueño Al dulce sol de la tarde fus montañas sonrieron, y todo el valle en verilor le dió paz al pensamiento, y al corazón divino ensueño. En el pino, verde y oro, cantó un pajarillo tierno, y entre el cantar, la campana, del angelus, se iba al cielo. sentí el Angel de luz venir a mi pensamiento y se dilató mi pecho.
pensando cuánto te quiero.
Jun 13 14.
Saludemos al sol Saludemos al sol, prora que enciende un inar azul y el nuevo día hiende.
Saludemos al sol con la fruta inadır que en la rama del árbol da su fragancia pura.
Con el botón de la rosa berıneja y con el atareamiento de la castaña abeja.
Saludemos al sol con la dorada y fina música alada de la golondrina.
Con la gracia hogareña y celestial del penachito de humo de la casa rural. con esa alegría de los rocios sobre las hojas frescas de parajes sombríos.
Saludemos al sol con el aroma del nardo y con las alas abiertas al azul de (la paloma. hasta con el ladrido del perro cazadlor que se oye por los cerros como un rudo tain bor.
Saludemos al sol! Saludeinos al sol con las Antenas de oro del tardo caracol.
Con la ceniza araña que el aura matinal suspende en el extremo de su hilo de cristal. con esta infinita risa de primavera que sube de la hierba verde de la pradera.
Julio 921.
Canción de ensueño veo que por tu camino van dos angelitos buenos: uno lleva rosas de oro y otro palmas de silencio!
Ambos son fieles a tu alına gujándola por su sendero: uno lleva rosas de oro otro palmas de silencio!
Van guardándote en la noche y guardándote el día entero: uno lleva osas de oro otro palmas de silencio!
Uno, ennoblece tus dichas, otro, tu dolor sincero: uno te da rosas de oro, otro, palmas de silencio! 929 Jeredia, Costa Rica.
en Poesías de Carlos Luis Sáenz (Enciu del autor. Absurdo de las llamas, e adiviné que la llama daba ojos aletazos a sui Sombra iluminada!
IX Compré, con blanca nioneda, cuatro tallos de blancura, blancur e casta, le cera, que tiene, muerta, lit luna. llegué donde dormía muerta, la rubia doncella. Cómo el oro de la llama Horecería en su presencia!
La noche, cuervo siniestro, me picoteaba en el alma, ile iba a hunilir cuatro puñales de oro místico hecho llainas. Pero no fué asi; no fué!
me lo impidió su belleza!
Mejor, mejor; en la noche sin luz, alumbra la muerta!
Volvi: nueve días pasados. lloraban los candelabros lagrimones, entre llamas de fulgores demacrados. por la alcola mortuoria Yo me iria.
Yo me iria esta noche al campo.
donde están árboles solos, donde no hay honbres y son los pensamientos más hondos.
Sentiría el juego fresco de las sombras, por mis ojos. noche y luna y el silencio de mis cascabeles locos.
Por cogerle alguna estrella a algin frondaje verdoso tendría en mi frente corona de sombra, que pesa poco.
Me tumbaría entre la hierba con el olor que conozco, aquella hierba con luna Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica