252 REPERTORIO AMERICANO ni la mora riqueza de los materialos, pre dentro de clase, lo que haya apren como ostoy seguro, y es natural por sí nismos, dan belleza. Do la eco dido. Este es el fetichismo.
que así suceda, de que muchos hallarán nomía no hay que hablar. Se impone Y, sin embargo, cspiritus esclareci exagerada, cuando no extravagante, esta como loy necesaria de la racionalidad dos nos han dicho ya que si la escuela obsesión que me embarga en favor del en toda obra humana. Desde la forma la de cumplir su misión, tieno que ser maestro, me convieno advertir que en ción do las lenguas lasta los contra imagen de la vida, y 10 representar pa el país en que, con sin igual esplendifuertes, botareles y pináculos, en quo ra el niño otra cosa que lo que repre dez, so ha gastado en la enseñanza; en nuestros abuelos veían un reflejo de la senta el galinete de trabajo para el el pueblo que ha dado, desde que naOración subiendo al infinito, o una ima hombre. dónde trabajan, el ingeniero, ció, y sigue dando, el más alto ejemplo gen de la selva gerinánica, el espíritu sino en la fábrica; el naturalista, sino do prodigalidad que registra la llistolia procodido y sigue procediendo rigie en el campo; el médico, en los hospita ria, con sus donaciones públicas y pril osamento según loy económica, y so la les; cl juez, en el tribunal; el sacordote, vadas en favor de la cducación; en los escapado, y no escapa, y se oscapará en su cura de almas; el arqueólogo, en Estados Unidos lánzanse, a la hora presiempro, como los ríos, por la línea de sus inonumentos; el historiador, on el sente, protestas, quejas amargas do que monor resistencin. No sería absurdo Archivo; el novelista, en el salón o en el dinero de la nación y el de los arquebrantar esta ley en la escuela pú la taberna? ¿qué hacen, luego, en su chinillonarios; los millones de dólares blica, dondo, por naturaleza y destino, gabinete, sino rumiar, clasificar, compul de los Peabody, Vanderbilt, Carnegie, con mis soveridad debo guardarso? sar, ordenar, publicar lo que a la vista Rockofeller y Morgan, scan. principal.
La sinceridad pende, por una parte, do la realidad han aprendido? Rompa mente, para lo mis externo, para aquedel modo do usar los materiales y del mos, pues, los muros de la clase. Lleve llo que, por entrar antes por los ojos, einploo do las fuerzas constructivas; y, mos al niño al campo, al taller, al musco, con mayor facilidad puedo verse: edifido otro lado, que ce el que nos importa, como tanto y tan sanamente se ha pre cios, moblaje, material de enseñanza; y de la concepción del plan, que, para dicado ya; enseñémosle en la realidad no para la mejora y creación del perser sincero, ha de partir de dentro antes que en los libros; entre en la cla sonal docente. Ya veis que no estoy afuera, como un organismo, y no de se sólo para reflexionar y para escribir solo, y que allí dondo menos pudiera fuera adentro, que ce como suelo hacerse. lo que en su espíritu permanezca o en esperarse, levántanse también voces de La fachada lin do ser para la casa y no él liaya brotado; trazando así, espontánea alarma. es porque coinienza a peneIn casa para la fachada. La casa lia do y naturalmente, el único libro de texto trar en los espíritus la idea de que la construirso para el habitante y de acuer que ha de estar a su alcance. Qué ha escuela, como la universidad toda do con lo quicon ella laya de hacerso. falta para poder realizar esta escuela, clase de centros de enseñanza, no son llo aquí por que es necesario, antes de imagen de la vida? Todos lo compren un mecanismo de piedra, hierro y. lacdificar la oscuola. determinar bien la déis: hacen falta maestros. ellos hay drillo, ni siquiera do libros y aparatos, claso y el régimen do la enseñanza que que atender antes quo al cdificio esco sino una institución, esto es, una funen olla va a darso; y osto no es asunto lar, como antes que al material de on ción social, desempeñada y representada que pueda decidir la autoridad adininis señanza. Concluyo, pués, como allí ter por personas de las que en todo caso, y trativa, ni el nrquitecto, ni el médico minaba: formad maestros: aumentad los sólo de ellas, hay que esperar su salva: ligionista las tres ctapas que la atra maestros: gastad, gastad en los maestros, ción o su ruina.
vesado la constricción escolar hasta ahorn, sino el técnico de la educaManuel Cossio ción, el pedagogo. si la Pedagogía dico. quo las escuelas han do sor. graduadas dondequiera que so cuenta con más do un maestro, como lo son lace modio siglo on las nacionos civilizadas, Primo de Rivera menos en nuestra putrin, y que los grupos han de ser homogéncos y poco nu(Envio del autor)
morosos, huolgan los inwonsos salones, sólo hombro, hace de un pueblo lo que porquo tienen quo desaparecer los reba Bastas quince díns, es verdad, para nos de niños, o impóneso la necesidad que una noticia, se haga vieja; a mi le viene en gana; tal vez, si se meditara do gastar en abundancia do maestros, la muerte del General Primo de Rivera con un poco más de detención en eso para la ordenada división y subdivisión mo hizo aneja desde anoche, pero de las relaciones de número, los tiranos do las clases, antes que en ricas y sunqueda el recuerdo de la tiranía, y ése, desaparecerían por encanto. Es claro, tuosas escuelas; pues importan más para me imagino que durará algo más de quo um tirano no es simplemente un tiIn educación del porvenir las pequenas uma quincena de días, do la más in rano; um tirano con apéndices, pero tersecciones graduadas de niños, con grata de las tiranías, como quo sola minada la cabeza será dilícil quo no profosor cada umn, en pleno campo, que mento un lobo podría ser tirano do im mueran los miembros.
los montones do cien y doscientas cria rebaño como es este pueblo español, con Al fin de la dictadura do Primo do turas do todas odlades y condiciones, con la lierencia de las cadenas, y con la ro Rivera ino tocó a iní estar en España; un solo maestro, aunque tuvieran por signación para soportarlas.
fuó un grito de libertad dado en un clase el salón del trono del Palacio do cosaoxtrana, incomprensiblo cu barril, un grito sin cco; es como el inOrionte.
este pueblo, qulo soporta con toda resig dividuo que está enfermo do cinco donación a um tirano: saltará con una gran lencias a la vez, que si se cura de una.
Enlazado con el de la construcción, medida de horoísmo a una plaza de toros las cuatro restantes bien rápidamente lo hay todavíu um segundo fetichismo, dijo, en donde hoy o mañana encontrará la hacen regresar a su habitual tristeza.
muerto. Acaso el pueblo español, por no Primo do Rivera ha inuerto en um referonto al concepto y la vida de la oscuela. Para que es la claso. Qué detener noción de lo que es la libertad, hotel de tercer orden en París, le tocó no la ambiciona o por lo menos so do su turno do guadaña. Antano su revibo hacerso dentro do olla? La claso lo os todo en nuestra primera enseñanza, sca en forma relativa y pacífica.
via la vida de los principes; hogaño haPrimo de Rivera ha muerto, es la gamos lo mismo; no se lleva la muerte y contro do sus cuatro paredes la do apronder ol niño todo lo cognoscible.
más cruel pero es la más rápida de to el recuerdo de seis años do tiranía, dradas las soluciones dictatoriales; el Mar ma en seis largos actos cuyo título do Ocho, nuove, diez años, asistirá a la oscuola primaria un alunno, desde los ques do Estella seguramente no volverá dictadua en 1930, lo dr el aspecto do a la dictadura.
las más lastimosas pantomimas.
tros, como parvulo, hasta los doco o los trece; y din tras din, semana tras semaHay una cosa quo nunca ho podido Debe respetarse a los muertos, más comprender en eso do las tiranías: un no puede enterrarse su historia.
na, en la claso habrá entrado y salido ni la misma hora, mañana y tarde, y allí habrá leiclo y oscrito, oído y reciMax.
Jiménez atadril. 19:30.
tado, aprendido bien o mal, pero siemSA sil Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica