Carmen LyraOmar Dengo

378 REPERTORIO AMERICANO ello, mi corazón experimenta una inmensa alegria.
Así habló don Joaquín con voz mojada en lágrimas y trémula por la emoción, al recordar al hijo ausente, ante la noble presencia que tenía frente a sus ojos.
Los adjetivos más brillantes, colocados por una persona de buen juicio, alrededor de un nombre no pueden tener para mí el valor de estas sencillas palabras dichas por un hombre honrado como hay pocos. yo pensé cuán justas parecían, y en el cariñoso sentimiento de orgullo que aque!
a quien se referían debe haber despertado en su madre, en su esposa, en sus hijos, en su hermano, en sus alumnos, en sus compañeros.
Me contaba Mario ernández que fue compañero de Teodoro Picado en el Liceo, que sin imposición alguna, con el tácito consentimiento de cada uno, éste era el leader espiritual del grupo. Todos le querían y obedecían, seguramente porque sentían su inteligencia, su bondad y su fuerza. Una mezcla del Garron del Deroso de Amicis.
Me parece por lo que me han referido, Cuando pienso en este director y en y ojalá que así sea para bien de Costa Ri este Colegio de Alajuela, me parece que ca, que este hombre pertenece a la cate la amargura que me dejara la pérdida de goría de los Omar Dengo, de los San Omar Dengo, se torna menos amarga.
derson, de los Angelo Patri, de los Fe Hay en Teodoro Picado, como en Omar rriere, de los Decroly, de los Bakoulé; Dengo, un igual desinterés en el trabajo, de aquellos que aman el oficio de etluca una actitud de respeto semejante ante la dor, sin hacer dogma de ningún principio, tarea educacional, una misma vehemente como un eterno y noble ensayo en el que sinceridad en la voz. Al escuchar su frase, hay el anhelo de volver habitable este uno siente que la dice a golpes de conplaneta.
vicción. Casi sin metáforas, casi sin figuras literarias, casi desnuda, como un lierAbandona una lucrativa posición como inoso cuerpo humano que corre apasionaabogado de la United Fruit Cº, por venir damente bajo el sol o bajo la lluvia.
a un rincón del país a ganar un pobre Yo estoy contenta al saber que un sueldo si se le compara con los honoragrupo de estudiantes costarricenses, vive rios que dicha compañía le ofrece. Deja en derredor de este hombre, no al igual su puesto que le asegura confort y la es de un rebaño en torno de su pastor, sino timación de personajes de influencias y como un grupo de criaturas humanas con dinero por ir a colocarse al frente de una derecho a creer o a dudar, que trabajan, empresa de orden espiritual que no le luchan, ganan o pierden teniendo siempre asegura comodidad alguna. ni gloria y ante la conciencia el ejemplo ileno de forque sólo le traerá dolores, dudas y una taleza física y moral de su maestro y que otra alegría honda e inefable. amigu.
Carmen Lyra Junio de 1930.
Ghandi. iene de la página 876. la lección que tú das es de voluntad.
Tú has hecho también muchas cosas excelentes: tú has afirmado los derechos de la conciencia on el corazón del Hombre.
No provoques a la Divinidad, oh Nación fuerte: sé humana, sé compasiza, sé generosa.
No desprecies al hombre; el desprecio es un delito.
No escupas sobre el mendigo: Dios puede ser ese mendigo y confundir tu delirio.
Dios pasa mil veces a lu lado y tú, enloquecida, lo ignoras. El entorpece tu pensamiento.
Dios te habla por mil voces insinuantes y tú no lo escuchas: El te ensordece.
El Luminoso quiere habitar en tu seno, quicre poseer tu pensamiento, quiere llenar tu corasón con su esplendor, y tú le huyes. Tú, indiferente, en su presencia sigues abriendo arterias y rompiendo corazones y formando un torrente de sangre.
Enfrente del que da la Vida, ti, ciega, quebrantas su ley. Por qué eres infiel a tus destinos. Por qué en vez de ennoblecer a la India, la retiones como una presa y la humillas?
Oh! Britannia, suelta a 11 víctima sangrante lura tus manos en las lágrimas de tus heroicas madres y de tus vírgenes y haslas dignas de arrancar una estrella a los ciclos y de lazanlarla en alto.
Deja a la India libre; la conciencia universal te exige este gesto. Deja a la India libre.
No quicras seguir munchando la tierra sagrada con la sangre de los hombres.
No provoques la inconforinidad ni la desesperación. Por qué te complaces en el dolor de los humildes. Por qué prefieres a los gritos de la vida los sordos y repugnantes gritos de la muerte. Por qué le agrada más que el canto de tus harpas, o los graves acentos de tus órganos o el harmonioso aleco de tus alas o la inclodía de tus versos eternos y suaves, los gritos de los niños heridos e huérfanos, la maldición de las madres o su insulto. Por qué cu ves de poblar de salmos al mondo lo cargas de lamentaciones?
Tú contradices al Divino: Donde El pone una oración ti quieres despertar una injuria; donde El provoca un anhelo tú quieres incitar un odio: donde el pone un pensamiento tú quieres desencadenar una locura; donde El alumbra uma lámpara para adornar la pas de la familia, tú soplas una angustia; donde El quiso que germinara una simiente tú langas una granada pura abrir un cráter; donde El hizo nacer una flor tu derramas tus vasos de sangre; si El dio al hombre la tierra tú diccs: esto me pertenece; donde El enseñó una palabra divina para hablar con sus hijos, ti gritas: sólo mi idioma es legal; donde El ofreció el mar a las ansiedades y esperancas del hombre, tú reclamas: el mar es mío: donde Dios puso una caricia tú pusiste una cadena.
ol, Britannia, tié eres poderosa y Dios es pobre. No pondrá Dios un límite a tu insensata embriagues!
Tu odio es abominable, Britannia: Dios, justicicro, está asombrado de tus iras.
Tú imitas el delirio de los grandes que un día rcdaron al abismo.
Hoy no son sino sombrus olvidadas: Babilonia y Egipto y Roma.
También cllas usaron de la hos hlo para cortar los haces de trigo sino para cortar gargantas de pueblos, También cllas humillaron al hombre.
También ellas creyeron en el crimen.
También ellas se hicieron grandes a costa de los débiles y de los pequeños.
Ellas traicionaron a Dios: sus dir inidades se convirtieron en piedras; su alma se corroinpió en el lecho de las pasiones; sils glorias se marchitaron para siempre.
Lo que fricron es hoy simplemente escoria.
Esta es la expiación, Britanniu, de los orgullosos.
Britannia, enfrente de ti, está Ghandi, el profeta.
El profeta es el testigo de Dios. No aguardabas, impaciente, un Alesias?
Pues bien; he alli the Juez.
No surge de la sombra de improviso como el Lobo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica