REPERTORIO AMERICANO 297 Otoño de 1876. Un tren en mar El equipaje de Nietzsche un incipiente oleaje. La melodia cha hacia Génova. La señorita Isaveneciana pone en vibración el bel von de Pahlen tropieza en un De La Voz. Madrid alma de Nietzsche, fino instrnangosto vagón con cierto joven compa mento eolio. Un soplo misterioso llega triota, de aire enfermizo, profesor en de repente y arranca a sus cuerdas resouso de licencia, que ha escrito algunas nancias insólitas. El escenario de Rialto Consideraciones inactuales, poco conociso transforma mágicamente en un temdas y El nacimiento de la tragedia, algo plo. en este templo «mi alma escribe más conocido. El profesor se ha instael mismo Nietzsche. acorde de arpa, se lado tímidamente entre Isabel y otra cantaba invisiblemente conmovida un candama alemana de más edad. Como este to de gondolero, en silencio, estremecida joven viajero ha pensado alguna vez por confusa felicidad. La vía alguien. que siempre será mejor autor aquel que Más tarde, cuando el filósofo. ya loco, se avergüence de ser hombre de letras, era llevado a Alemania, le oyeron cantar oculta su condición de publicista; pero desgarradoramente la canción de Rialto.
hace patente su calidad de genio. DuEl equipaje de Nietzsche nos trajo rante toda la noche están hablando Isaun nuevo sentido de la vida. Antes que bel y el profesor; sólo dejan en la animal sabio o animal religioso, el homcharla los precisos momentos para que bre es un animal que vive viene a deen el silencio madure mejor alguna cir Guy de Portalés. Nietzsche es idea. Él habla y calla como nadie en un hombre que, ante todo, se siente Alemania podrá callar y hablar; ella vivir, y al mismo borde del no vivir. quedará para siempre deslumbrada. en pleno periodo agónico como, en otro Así, prendido a los ojos de una musentido, nuestro Miguel de Unamuno. jer, acribillando la turbia noche del porque la muerte es la mejor atalaya vagón con puñados de ideas incandespara contemplar la vida, no sé que luz centes, llegó al Sur Federico Nietzsche.
alucinante nos arrastra, ya con un pie Nietzsche Esta jornada y otras posteriores del.
en el estribo, a volver la cabeza y dofilósofo nos la refiere Guy de Portalés minar de un golpe, en plenitud, todo el en su reciente libro Nietzsche en Italia.
miedo a la muerto, junto con esa dosis paisaje vital que nos despide; a estruLibro sabroso de leer, como todo lo que de suave melancolia que acomete al jar también los jugos últimos, a aviun espíritu discreto sea capaz de añadir hombre de hoy: la de no poder vivir zorar en lo más menudo y olvidado; a a los recuerdos del formidable autor de lo bastante para conocer las maravillas temblar, en fin, de júbilo cada mañana Zaratustra, cuyo nombre «los ángeles no del pensamiento y del mundo. Nietzsche en que aún nos sentimos vivir. vivir, pueden leer sin estremecersex escribe entra en el Sur; también el Sur va en para Nietzsche, pobre, ignorado, enferSánchez Rivero. Cuando Guy de Portrar en él: estos viajes han sido siem mo, amenazado de ceguera, de locura, taltés nos habla del equipaje de Nietzs pre definitivos para la transformación no pudo ser otra cosa que extender por che, apunta. Los manuscritos que lleva de un espíritu. El Norte ha sido para el mundo su magnifico tesoro mental encerrados en su maleta son una dina él «una larga escuela libresca. el Sur cuyos gérmenes ya bullían en la malemita capaz de hacer saltar la tierra. hará de Nietzsche una perenne escuela ta, en unos manuscritos comenzados a Hacerla saltar de alegría. Porque, de pensamiento libre.
emborronar en Alemania. Vivir era para ante todo, este viajero nunca abandoAquí tiene su equipaje nutrido de él reflexionar, construir. Construir sólinado por su sombra, lleva la muerte ideales explosivos. El sol prenderá en damente, ante todo; porque «construir consigo; es decir, lleva consigo la pro ellos, la chispa no tardará en brotar. es afirmar que se vive fuertemente. funda alegría de haber hallado al vivir Bajo una bóveda tejida de relámpaNietzsche el camarada de esta feliz un sentido: el optimismo. Nietzsche, pergos tomará Zaratustra posesión de la Isabel von der Pahlen que pudo oírlo petuo moribundo, proclama rotundamente inteligencia contemporánea. El Norte charlar durante toda una noche traía la alegría de la vida, porque son los hizo de él un filólogo y un filósofo; el en el vagón lo que acaso él mismo no folices, son los afortunados quienes más Sur hará de él un poeta. Nuestro Sán sospechó en aquellos días: traía las larpiensan en la muerte, quienes verdade chez Rivero número LXXV de la vas del pensamiento filosófico conteraramente la temen, para quienes la muerte Revista de Occidente nos lo presenta poráneo, los gérmenes de toda rebeldía es una atroz perspectiva; en cambio, los apoyado en el pretil del puente de actual. Con la llama del Sur palpitaron, enfermos, los miserables, no tienen dereRialto. El rasp de la superficie se desnacieron, crecieron, se multiplicaron e ser pesimistas, dirá el mismo garra bajo la cuchilla de los vaporcitos, inmortalizaron. No pudieron sospechar Nietzsche alguna vez.
y en las riberas se apaga el chapoteo de nunca los aduaneros tradicionales que Este viajero trae en la maleta el extal contrabando viniese escondido en el plosivo que ha de hacer añicos el viejo Benjamin varnés equipaje de Nietzsche.
cho a por el Dr. Sthothoefer, do Francfort, so los que llamé entonces Amigos de la tes había venido, publicadas en Revista, bre el concepto de Nación.
unidad moral de Europa, y elaborar su la Oceanografia, por Francis de Mio ¿Se trata de esfuerzos coordinados programa.
mandre; el Caboche. por Legrand; los con alguna organización cultural. Otras traducciones?
Bodegones, por Valery Larbaud. Una El movimiento de las Uniones In En este momento se prepara, en al antología, que ha de publicarse en Italia, telectuales ha prestado apoyo a muchas gún núcleo universitario, el trabajo de corre a cargo del excelente escritor Made estas concepciones, por las cuales traducción y comentario acerca de otros rio Puccini.
añado con cierta pulida vehemencia grupos de los que forman el acervo de Noticiosos de la labor que como proquizá un sentir español se derrama en mis peculaciones de filosofía y hasta de fesor y conferenciante va a reanudar el ancho mundo. Ya sabe usted, por lo relativo al sistema, sobre el cual tra Eugenio Ors, abordamos este tema, y otra parte, que esta manera de pensar baja, adoptando la forma fecundísima aludiendo a las facilidades de comunino es en mi reciente ni hija del favo del diálogo, el ardor nunca bastante ala cación a que ha llegado con gentes de rable ambiente que encuentra en el acbado de Frederic Lefevre. De la labor varias lenguas y países, nos dice algo tual espíritu europeo. En la hora menos propiamente literaria están a punto de por este estilo: propicia, en medio de la atroz ruptura aparecer las primeras muestras, un Jur Siempre tengo presente a este prode la Gran Guerra, recuerda usted que din de plantes, compuesto de narracio pósito, el que dicen milagro de nuestro hube de fundar, solo entre la indiferen nes traducidas admirablemente por Jean San Vicente de Ferrer, quien era de cia y hasta los demuestos, el grupo de Cassou. Esto es lo primero en libro: an alma tan ardorosa que, predicando en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica