REPERTORIO AMERICANO 341. con trapos viejos, las astilladas lanzas llos que no pudieron llegar a poetas y ¡Brequequeque. c, brequecon que ayer atacaban el baluarte que se volvieron críticos.
queques, co ux, co ár!
ahora defienden. esa guerra es insulsa. Brequequequéx!
No hay generosidad como la del poeta verdadero. Recordemos el cariño fervoporque en el tal baluarte, así atacado y.
Alguna vez se hablaba de Platón y defendido, no han morado jamás las virroso de Dante por Guido Cavalcanti ginales Nueve sacrosantas.
de la poesía platónica. Alguien recordó. aquel a quien yo llamo el primero de el Canto a Teresa y se puso a recitarlo.
mis amigos. recordemos la alegría fra¡Brequequequest Un mozalbete se tapó los oídos. La amuterna del círculo de Shakespeare, Ben siquilla de las octavas reales. dijo, le Jonson y los demás de la Taberna de la Si recorremos las filas de los combaenfermaba. Más tarde, aquella noche de tientes, pronto nos daremos cuenta de Sirena; y para que 110 andemos equivocenáculo herediano, nos leyó sus propios que esa guerra es extraña a la poesía versos «ultraistas. Más tarde aún, ya cados, recordemos que no hubo jamás enemistad ninguna entre Esquilo y Sóverdadera. No es la Poesía la defendida cerca del amanecer, cuando sólo hombres sino la gloriola (admirable palabra, que focles, de un bando, y Euripides, del otro.
quedábamos, el joven estudioso que había Aristófanes hace en Las Ranas ficción ha inventado don Joaquín García Monge. entre nosotros, lector do Freud, tomó la del aspirante a poeta. No es la Poesía dirección de la conversación. Qué bien. el mismo odio feroz que se le atribuye pura. Por pura ficción es que divierte.
la atacada sino la gloriola del que llegó lo hacía! Cada quien aportó confesiones contra Euripides, también es ficción. En a que lo creyesen poeta. Porque todos privadas a la discusión de las tesis del ésos que hacen esa guerra, 110 sou poetas, vienés. Yo, dijo uno, todavia me. Era Las Ranos se transparenta la devoción con que había leído, con que se había ni les importa la Poesia; son embaucael mozalbete a quien enfermaba la múaprendido de memoria, todo verso suyo.
dores del verso empeñados en que se sica del verso de Espronceda. Compren Es lugar común de la erudición que crea que Poesía es lo que ellos hacen.
derá el otro poetilla, que en mi presencia sus parodias de Eurípides superan en Como si mañana los hacedores de braantier no más llamó «solemne pendejada» mucho a las que hizo de Esquilo. La mante se empeñaran en hacer creer que los versos de Don Justo Facio, por cólera de Goethe no era del todo justicasimir es lo que ellos fabrican. Qué qué me negué a estrechar su mano? Hay ficada. Cólera ninguna de ningún Zeus fácil entonces hacerse llamar casimirero ascos viriles que ni la mejor buena volo es.
sin dejar de ser hacedor de sólo bra luntad puede vencer.
mante! he aqui por qué, cuando hace de ¡Brequequequér. Brequequequer, brequequequéx!
Zeus el Licenciado Don Rogelio Sotela, El poeta verdadero no necesita haber hay que hacerle oir cantar las ranas.
Los poetas verdaderos no son encar leído el Ion para saber que no es suya Muy bien que haya elogiado los sonetos nizados combatientes de esa guerra. Darío propia la música con que le es dado exde Don Antonio Caso publicados en Repudo hallar qué elogiar en Campoamor. tasiar. En su alma reina la perfecta hu pertorio; pero muy mal que haya hecho Los eunucos del séquito del semental mildad. En quien hace música distinta de ese elogio vehículo de ataque contra nicaragücnse de las Musas. Cuando una de la suya, no ve un extraño. menos un los poetas no de su círculo. Caso, filóMusa te dé un hijo, queden las otras enemigo; antes bien mira a un hermano sofo, quiere danzar su rato con las Muocho en cinta. no hallaban, en cambio, para quien el Dios ha tenido un distinto sas. Dudamos de que le preste atención epíteto lo suficientemente aplastante para favor, no por distinto menos potente para a Sotela. Dudamos de que del enrarecido el poeta de las Doloras. Tampoco hubo el éxtasis. Cosa ligera, sacrosanta, alada, aire alto del Anáhuac bajo a capitanear poeta verdadero que atacase a Darío. Lo es el poeta verdadero. Decidme, ranas la falange «clasicista. que Zeus Sotela, atacaron los masturbistas del verso, aque. mías que les hacéis ojos glotones a las convertido aristofánicamente en Sargento llos que desconocían tu sexo, joh Arte. mariposas. de cuántos colores y de cuánPardokas Sotela, dice que le espera para hembra fecunda. aquellos que ya no ha tas formas no pueden ser las alas. entrar en batalla.
llaban gusto sino en lo de sus manos. oid cómo ríe sobre el azul del cielo, voi Brequequcquér, breque«La República de las letras es campo lando en alas de lienzo y de alambre queques, co dix, co er!
de Agramante donde todos andamos a de qué rara forma, el aeroplano!
IToredin, diciembre, 1930.
Persiles la grena. acaba de decir, haciendo la frase un escudo, Don Luis Dobles Segreda. Licho anda equivocado. la El traje hace al caballero greña» no andamos todos. Habemos quienes no peleamos, porque esa pelea es innoble. Habemos quienes vemos a los y lo caracteriza quo pelean y nos carcajeamos. ¡Brequeqrequéx, co o. r, co six!
La Sastrería ¿Clasicistas tenemos? Reid, joh ranas!
Brequequequéx. Versilibristas, dadaistas, ultraístas. Oh, cantemos. Brequequequer, brequequequér! Lectores de su producción, oh cycnoranidias que reis en griego, no de Francisco Gómez seremos ni vosotras ni yo. Pero he aquí que llegan en nuestra ayuda, en la cale hace el vestido balgata de un Coro de Esquilo, los hippalectores. De hablar con ellos vengo, en abonos semanales, mensuales o al contado maravillosos monstruos que son. Al galope han recorrido la obra de nuestros gueHay un inmenso surtido de rreros literarios. no hallaron, en los primeros, ni un solo endecasílabo mecasimires ingleses morable, ni un solo alejandrino alado, ni un solo eneasílabo musical, ni. un solo Operarios competentes verso de romance que se tuviese derecho sobre sus propios pies; ni hallaron, para la confección de trajes en los otros, una sola canción que, en maraña de ritmos, hubiese amarrado la Haga una visita y se convencerá mosca de oro, divina cantárida, que enciende en las carnes mentales los ardores Avenida Central, 25 varas al Este del Cometa de la Poesía. es que, en rigor, en esta guerra, no son tanto los poetas quienes San José, Teléfono 3283 odian y maldicen y pelean, como aqueLA COLOMBIANA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica