Anarchism

REPERTORIO AMERICANO 375 50 50 00 00 operaciones, procesos que antes tomaban horas de trabajo manual y que ahora se realizan con sólo mover una palauca, métodos absolutamente nuevos que se creían imposibles, como ajustar y soldar los 95 tubos del cuerpo del radiador sin intervención ninguna del hombre por medio de una máquina que produce dos de esos cuerpos cada minuto, todo esto y mucho más le deja frío cuando no lleno de desdén. mí, en cambio, quizá por demasiada ingenuidad, estas cosas me entusiasman más que los versucos y las retóricas del trópico.
Don Juan se duele de que en vez de escribir yo unas cuantas páginas austeras (reprobatorias será mejor llamarlas)
me haya contentado con citar hechos y observaciones que él había leido ya en otra parte: Confieso que cometí un error no manifestando de antemano que mis informes iban destinados a los lectores poco instruidos en el movimiento industrial moderno y no a él que está al cabo de todas estas cosas y sabe hasta el nombre de la calle de Detroit donde se encuentra el hospital de la fábrica de Ford.
Así tal vez le hubiera ahorrado el laboriosísimo cotejo que tanto espacio ocupa en esta nueva producción de su pluma. a propósito de hospital, bueno es también recordar que si yo lo traje a cuento fué para hacer ver que Ford estaba a cubierto de las censuras de Don Juan del Camino contra el filantropismo de los millonarios norteamericanos. Trabajo perdido. Don Juan la emprende ahora contra Ford por no hacer exactamente aquello por que antes lo criticaba y nos lo pinta como un tacaño de durísimas entrañas que pretexta desconfianza en la capacidad administrativa de los promotores de la empresa benéfica para evitarse contribuir a su sostenimiento. Ante tal adversario conocedor aún de los más intimos repliegues del corazón del magnate de Dearborn, no queda más que darse por vencido. y abandonar al pobre Henry Ford a su suerte.
Hay sin embargo un argumento, el único que asoma la cabeza por entre la maraña de casi tres páginas de tipo pequeñito y nutrido, que merece contestarse. El obrero invierte su salario en hospital y fotingos. El poder adquisitivo del salario mínimo fordizado reside en que compra lo que Ford produce. De esta inanera se genera un torrente de oro que apenas se bifurca en apariencia del torrente impulsado por Ford. En cuanto a lo primero, salta a la vista que los operarios de Ford no están en peores condiciones que los de las deinás fábri cas del mundo, sino que por el contrario, debido a la condición sanitaria de la fabrica y a sus buenos jornales, corren menos riesgo de enfermar y que aún en caso de enfermedad siempre pueden aprovecharse de las facilidades y de los precios módicos de un hospital que a otros costaría demasiado caro. Al argumento de los fotingos ha contestado ya un profesor ilustre de economía de la Escuela Libre de Ciencias Políticas de París, insospechable de excesiva complacencia con el sistema de la fordización del cual por el contrario ha puntualizado no pocos peligros. André Siegfried en su libro no perdona ocasión de satirizar al fabriINDICE cante de Detroit, y a mí de rechazo. Pasaré por alto, en obsequio a la brevedad, Legenda aut adquirenda aquello de que la escuela técnica de Ford no es un centro de investigaciones pedagógicas y de que si el millonario cambió el modelo de su automóvil no fué Dr. José Germain: Pruebas de Inteligenpor aventura sino por negocio, para no ciat. 60 referirme más que a las burlas de Don Oxnew: Costin Riabtreven ere UniverJuan sobre la Nave de la Paz. Como se sidud. 00 Plejnnov: Anarquismo y Sorialismo.
ve, Don Juan saca a relucir textos viejos, 00 Kropskaia: Lewin (Recuerdos. 76 aunque por otro lado me hace cargo a Eugenio Ors: Cuando ya este tranquilo 00 mí de exhumar páginas de propaganda Luis López de Mesa: Introducción a la Iistoria de la Cultura en Colombia. 00 fordista. No que yo encuentre mal que Victor Prudera: Al servicio de la Patria él se divierta de la murria de Cartago Máximo Heroández: El héroe del ridicuriéndose de la quijotada del Peace Boat.
lo (Novela. 50 Yo también me reí a su tiempo de ella, de Burgos y Mazo: 11 servicio de la loctrina constilucional. 50 y recuerdo que recién llegado a Boston Saldaña: Al servicio de la justicia. 50 tuve la fortuna de oírsela contar a uno Alicio Garcitoral: La ruta de Barcelino de los periodistas que acompañaron al Domingo (Ensayos. 50 Landelino Moreno: Ilixtoria de las relate pacificador. La gente de todos estos Esciones interestatuales de Centroamerica 14. 00 tados Unidos, ingenuos y todo como son, Augusto Messer: El realismo critico.
250 se divirtió entonces de lo lindo y aún Pedro Pico: La novia de los forasteros los entusiastas encomiadores del «mass (Comedia en actos. 59 Eugenio Ors: Europa. 50 production» apreciaron de lleno la comiArmando Chirveches: La Virgen del Lago cidad del asunto. estas horas el misArturo Vázquez Cey: El ungélico asesino mo protagonista debe reírse allá en sus Luis Franco: Nuevo Mundo. 00 Fernando Santiván: El crisol (Xovela. adentros de la locura que hizo al salirse Fernando Santiván: Robler, Blume Co.
de su especialidad. Los chistes acerca de (Novela. 00 su persona y peculiaridades se han vuelto Rafael Maluenia: La cantinera de las trensas rubias (Novela. proverbiales y de tan lle ados y traídos 00 ya apenas si nos hacen soreír. mi me encanta, sin embargo, ver a Don Juan 15 novelas completas, a riendo de tan buena gana de estas vie0, 25 cada una: jas historias. No parece sino que él huW. Scott: El enano negro.
biera entendido al pie de la letra el adaMayne Reid: La reina de los lagos.
Paul Feval: La fabrica de crimenes.
gio francés. rira bien qui rira le dernier. Ainsworth: El bundido de Londres.
La risa, de todas suertes, es cosa buena Mark Twain: El disco de la muerte. Sienkiewicz; Bartek el virtorioso.
y el inejor desopilante que se conoce Goldsmith: El vicario de Wakeefirid.
para el hígado enfermo. Ríase pues todo Danet: Tartarin en los Alpes.
Gmo. Hlauft: El amo del desierto.
lo que quiera y descuidese respecto a mí, Merimee: Colomba Félix Urabayen: La última cigiena que no es fácil que Ford ni nadie me Ivan Bupin: Las tribulaciones de Tijón tome de compañero de esta clase de aventuras. Creo que la única barca en que de Saint Pierre: Pablo Virginia.
Dostoievski: Pobre gente.
tomaría pasaje es la do Las Ilusioncs Un testigo: Las hutnus del ENDEN Perdidas del melancolico suizo Gleyre, Dirijase al Adr. del Rep. Am. o tal vez la Nof des Fous que cantó e ilustró con deliciosos grabados el alsaciano Sebastien Brand. Mis hábitos seLes Etats Unis Aujourd hui, considerado dentarios y ini desencanto de las cosas el mejor de cuantos se han escrito sobre me retienen en mi retiro de donde con este país por extranjeros, desde Tocque filosófica tranquilidad veo pasar la faránville a nuestros días, escribe lo siguiente: dula humana y en medio de ella, con«No hay nada malo en reducir el costo fundido con los dogmatizadores del odio, de producción por medio de la estandaral propio Henry Ford.
dización, ni en transferir al obrero en la forma de aumento de jornales parte de No poco divertimiento en efecto saco là economía hecha y recobrarla luego yo do verle a él, que ha contribuído más vendiéndole mercancía. Este es un ciclo que nadie en el mundo a matar las viocompleto y saludable, siempre que el país jas industrias tan bellas, tan plácidas y viva independientemente de sus propios ian amables, y a inaugurar esta era en recursos. La idea es tan clara como el que la cantidad prima sobre la calidad, cristal y es sin duda por esto que se recorriendo de cabo a rabo el país en acepta con tanto entusiasmo. Si uno busca de antigüedades para su colección.
trabaja sobro la de unos cuantos Esta contradicción de su cspíritu infantil, artículos y un número ilimitado de consu csta inconsecuencia que se nota a cada midores, el menor progreso paga auto paso en la vida de un pueblo joven y máticamente, como se sabe. En los talleres como tal lleno de fuerza y de ingenua de Ford, la más mínima economía confianza en el porvenir, estas ironías deda resultados tangibles. liciosas, aunque algo tristes a veces, de No hay necesidad de decir que el autor la vida moderna, me hacen reír tanto o de las Estampas, llevado de la antipatia más que los cuentos ya bastante añejos que le causa el industrialismo americano, de la Nave de la Paz.
Illich.
Mario Sancho Boston, de febrero de 1930. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica