136 REPERTORIO AMERICANO. Envio del autor menceau Clemenceau ma Cuando los diarios y revistas Libros sobre Clemenceau dos los tripotajes de las Asamde Francia no han cesado todableas del sufragio universal.
vía de arrojar tinta y más tinta, sobre sus páginas para el comentario El éxito de la contraofensiva du de la extraordinaria figura histórica 1918 había trastornado por completo de Clemenceau, he aquí que los edial espíritu de Clemenceau. Su des.
tores más notorios lanzan a la circuprecio ingénito por todos y por todo lación nuevos volúmenes, unos anécse exarcerbó de tal modo que creyóse doticos, otros de crítica histórica; unos el amo de todos y de todo.
para el panegirico, otros para la deOlvidó entre otras cosas que su adfensa o el análisis psicológico de su mirable acción propia no hubiera poextraña personalidad.
dido producirse a no mediar el rasgo Al Espíritu de Clemenceau de León de hondo patriotismo y de abnegación Treich (Nueva Revista Francesa. al personal del Presidente Poincaré, que Clemenceau de Gustavo Geffroy y Luis lo llamó al gobierno, a pesar de las Loumet, han seguido: Entrevistas con persecusiones y las injurias de que en Clemenceau, Fernando Kenvay; Cletodo tiempo lo hiciera víctima.
en su retiro, René BenjaOlvidó que si la guerra fue ganada mín; Martet: Clemenceau descrito por si en gran parte por su esfuerzo, prinmismo; George Jeffery Adam: Vie de cipalmente por el incontestable emClemenceau; y por último: El silencio puje de su voluntad, otros hombres y de Clemenceau de Juan Martet, quien otros factores fueron asimismo copardurante largos años fue uno de los tícipes de la complejísima solución.
más asiduos colaboradores del Tigre Así ha podido destacarse siempre en en su caracter de Director de su sela difícil distribución de las responcretariado particular. Fue de los posabilidades y los aciertos que marcacos, indudablemente, que pudo acoraron la ruta de la victoria a aquella zarse de resignación y soportar las expedición a Salónica que él mismo genialidades siempre hirientes de su fustigara de todos modos; la interjefe que a nadie perdonaron por el vención saxoamericana, producida con aborrecimiento total que el género anterioridad a su gobierno, y el ideahumano en general y los individuos lismo wilsoniano, que él concluyera en particular siempre inspiraron al Visto por Solano por comprender y admirar, así lo afirsolitario de la Vendée.
uno de los espectadores de las su respecto y con motivo de la reuniones del Hotel Crillon de las aparición del libro, se refiere una anéc métodos y los procedimientos reclamaba que surgiera el Tratado de Versalles.
dota que revelaría a un espíritu travieso la organización de la nueva Europa, do Olvidó con no menos espíritu justide la vieja Galia, si no fuera que detrás sangrada y sin brújula. El gran vence ciero la acción del propio parlamento, de la sonrisa se adivinan los colmillos dor tenía fatalmente que perder la paz. cuyos medios de acción no le escatimara felinos. Cuando Clemenceau hubo de Por su temperamento, por su escepti jamás, siendo que él mismo inició sa abandonar el ministerio desde el cual cismo, por sus rencores. El armisticio acción irrefrenable desde la Comisión de dirigió y ganó la guerra, pensó en ofre inauguró una nueva etapa para Europa Militares del Senado y en su seno se cer a su colaborador una «compensa y para la humanidad. El profundo des forjó su Presidencia del Consejo.
ción» que lo dejara a salvo de las difi precio que siempre inspiraran a Clemen su vez el Cuerpo Legislativo, ante ciles alternativas del gobierno parlamen ceau los hombres y las instituciones de las perspectivas del triunfo, no lo instario. Lo hizo nombrar director del su país, los hombres y. las instituciones piró más que su viejo o incontenible Instituto de sordo mudos de Asnieres. de todos los países, no constituían el menosprecio. Se alejó de las Cámaras. Para Ud. que conoce tan bien a los mejor instrumento para levantar el pór. So entendió sólo con los plenipotenciaparlamentarios, le dijo, su nuevo destino tico de la nueva era.
rios después del armisticio. Se aisló en debe ser apreciado. Estad seguro que «El parlamento ha preferido la pousu torre de dictador huraño. La demoesos mudos, por lo menos, no os extran pée al hombres, dijo alguno de sus cracia francesa no perdonó sus actitugularán.
adeptos cuando fuera derrotado por Desdes. Ni tampoco algunos de sus actos.
El señor Martet cambió encantado por chanel en la elección presidencial. Tan Sus divergencias con Foch, siempre apoel mutismo de Asnieres el cotarro del distante de ser una muñeca estaba Des yado por Poincaré, aclaradas a la luz Palacio Borbón. Pero a fuerza de fre chanel como de ser Clemenceau un buen de la verdad histórica, destacan los rascuentar a los nuevos pensionados y de Presidente de la República francesa.
gos violentos de su ensimismamiento.
arrastrarlos a la expresión humana, se Juan Martet, el hombre de toda su conY al final, él, el más formidable cenpropuso extender su acción, no ya pe fianza, el depositario de su testamento sor de función presidencial, tuvo el pedagógica, sino acaso política o simple político, nos lo demuestra a través de regrino deseo de ser Presidente de la mente libresca, en provocar la expresión esos documentos. en los que se distin República, verbal del gran nudo de la rue Fran gue la voz y se reconoce el estilo oral ¿Para qué? Leamos sus propias palaklin.
y personal del «Padre de la Victoria. bras destacadas del libro de Martet. Yo no hubiera permanecido tres mo. Bli querido Martet: Yo he sido cri. El parlamento me detesta, responde ticado y combatido. Lo seré aún más a una de las preguntas de su biógrafo, de semejante oficio yo no me hubiera lises, mi querido amigo. En el desempeño todavía. Para responder a esos ataques por una razón bien simple. Mis discurmitado inaugurar la Exposición do es posible que Ud. tenga necesidad de sos han pasado por sobre los diputados Horticultura. Yo hubiera tratado de hacer estos documentos. Yo se los entrego. y los senadores, porque siempre he pen algo. Ud. no hubiera podido verme aproG. Clemenceau. sado que en último término el país que bando los acuerdos de Locarno; la reinFué así como Juan Martet ha escrito había do juzgarme, a ellos los juzgaría tegración con felicitaciones del gobierno El silencio de 11. Clemenceau.
también.
de esa gente que ha tratado de hacernos La frase es hermosa, como frase. En desaparecer; la impunidad para los traiDespués que ganó la guerra, Cleinen los labios de un filósofo equidistante de dores, los desertores y otra crúpula. Un ccau no tuvo más rol en la política de las luchas parlamentarias, de un crítico bollo día, yo hubiera saltado de ini Francia. otros quedó librada la tarea desa pasionado del régimen, de un vago boite, y les hubiera dicho. No! Yo subsiguiente, lejos de la resonancia de las exégeta flotante de las doctrinas consti no acepto eso. Ellos eligieron a Desarmas y el resplandor de los incendios. tucionales. Pero no en labios de un ve chanel, y han hecho bien. Una transformación fundamental de los terano, sesenta anos solidarizado on to(Pasa a la pagina 199. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica