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REPERTORIO AMERICANO 185 Viento grande en el alba de otra edad, Encontramos al autor de El así concreta don Arturo Capdevila con todas las letras. de los Apocalipsis de San Lenin (1) en grandes y los genuinos; un foranimada plática con Rodolfo Fran.
su pensamiento sobre Lenin midable aunque espantoso apósco, el notable pintor que ha concen De La Nación, Buenos Airestol de cuya sinceridad perfecta trado sus actividades en el Teatro es imposible dudar, Yo, como Colón, donde ha podido apreciarse artista, he sentido toda la trela meritisima labor que viene desmenda sugestión de esta figura arrollando como escenógrafo y que inmensa. En cuanto a la tempestantos éxitos ha obtenido con sus tad que desencadenó sobre el últimas creaciones.
mundo, se reflejó con todas sus El lugar del encuentro la Plaza señales divinas en el fondo reliSan Martin nos pareció propicio gioso de mi conciencia. Lenin para interrogar al señor Capdevi.
en cierto modo enjuició y prola acerca de su última producción cesó al mundo, convicto y conliteraria.
feso de iniquidad. Fué estupendo el instante aquel. todos sabemos. Esta plaza señorial comenque lo hubo en que el mundo zó diciéndonos ine queda tan entero tembló ante ese hombre, cerca que bien puedo considerarante «ese nunca imaginado Oso la mía. Leer aquí por las mañaCalvo. para decirlo con un vernas es delicioso. Pero mejor tosículo de mi propio libro.
davía es conversar con un amigo. Cuál es el plan de su obra?
querido, al rumor de los árboles. Verá usted, El primer capital como ahora lo hacía con Rotulo es la presentación del Héroe.
dolfo Franco. El hizo la portaAllí es donde se da la temperada de El Apocalipsis de San Letura de su alma. cuarenta granin, una cabeza del Santo Rojo dos bajo cero! Después viene el y ocho orlas de gran belleza.
cuadro del mundo devastado por Creo que pocas veces se habrá la guerra. El capítulo de las bapublicado un libro en edición tallas sonámbulas, el de los hijos corriente tan bien presentado endel odio, el de la montaña de tre nosotros. Es, además, admiramuertos y tantos más muestran bla el acierto interpretativo del el escenario en que se levantó pintor.
Lenin. Desearíamos informaranuesEs como una alba alucinada tros lectores sobre el contenido Arturo Capdevila que se levanta en la negrura de ideológico de su obra, cuyo título la noche. Negrura de guerra, de hace pensar en una apología de la revolución rusa.
odio y de pecado. Reina una moral de locos; los hombres se Una breve aclaración explihan elegido para dios un dios ca, en pocas líneas el carácter Dos Capítulos de El Apocalipsis de San Lenin.
idiota, el Azar; la vida es una del libro. Allí se dice más o menos: Este es un libro ingenuo, Capítulo XIX sola ruleta universal. Pero en el perfectamente ingenuo, en que cielo ennegrecido de tantos crío sea el Capitulo de las Parábolas agrarias el valor humano de la revolumenes se anuncian cosas fatídición de Lenin es argüido y re1. Se hundirán continentes en el mar, y del mar nacas. El capítulo de las señales dargüido, de las más diversas cerán continentes nuevos, pero las sociedades injastas seguide los tiempos, el de los Santos maneras, con una completa li rán siendo injustas?
Rojos, el del pope que lo sabía bertad de ensueño. Recogió so2. Bosques y montañas bosques gigantescos y montatodo, el del hombre que no sabía lamente la visión de un instante ñas altísimas; todo lo que aguanta un continente se habrán nada y muchos de los que sidel mundo: dicho de otro modo, de hundir en el mar, como se hundió la Atlántida, y empero guen, son la pintura de ese amala impresión profunda que un flotará y boyará la injusticia sobre todas las aguas?
necer indeciso. Hasta que estalla espectáculo enorme fué capaz de Hará y deshará ciudades la Historia; pero ni una la revolución y empiezan a echar producir en un alma sincera. vez en diez mil años se podrá deshacer una sola de las inibrotes las más viejas y nobles Yo confieso que la revolución quidades antiguas?
ideas entre los egoísmos más atrorusa me ha conmovido como el Mil veces echará la Providencia la bien trenzada ces. La humanidad es mostrada mayor espectáculo histórico y malla de los hechos al mar de los destinos del mundo, y como en el ágora de la Ciudad moral de la tierra. Mucho más nunca empero relucirá entre la malla el tesoro perdido, el del Mundo. Los pueblos son llaque la guerra. Con la revolución talismán de la primera edad dichosa. Soplad, soplad parámados a colosal asamblea. En se vieron horizontes nuevos in bolas justicieras y encrespad las esperanzas con vuestro divi esta asamblea soplan todos los olvidables. Lo imposible, ya sé.
no aliento!
vientos de la historia. Entretanto Pero el mundo se llenó de seña5. Tiene un sitio en donde pacer el ganado, un lugar resuena la fusilería y no cesa un les supremas.
en donde levantarse la hierba, un espacio en donde volar el momento la gárgara trágica de. Pero su libro ¿es un libro ave, un rincón donde yacer el mineral. el hombre?
la ametralladora. Hay un instante político? Solamente el hombre y esto por causa de otro hom patético en que junto a las cos De ninguna manera. Ni soy bre carece de sitio en el mundo, inferior a la alimaña que tas del Vellocino de Oro, no lejos ni he sido bolchevique. Mi libro no carece de un sitio suyo en el monte.
del yermo de Prometeo encadees el de un artista y nada más. es que no alcanza la tierra? Jehová la mide de nado, Lenin se enfrenta con JaEl libro de las cosas apocalíptinuevo, y si alcanza.
són. Pero Lenin no puede pasar.
cas que presidió San Lenin. De8. Qué! El aire alcanza para todas las aves y aun para Le falta el don del canto, y las jeme llamarle así. Es el nombre las nubes errantes; el agua para todos los peces y sobra ele. rocas Simplégades no se abrirán que más conviene a esto héroe mento; los campos para todos los ganados y sobra superficie. jamás si el nuevo héroe no canta.
y a mi manera de verlo. Héroe ¿Y para el hombre. Soplad, soplad, parábolas, como un viento Pasada la ilusión, se levanta un fuerte, y decid vuestra verdad!
día gris, árido, envuelto en tris9. Si. Porque la propiedad privada de la tierra es como tes harapos de niebla. Hacia el. Arturo Capdevila: El Apocalipsis de San Lenin. Cabaut Cia. Buenos Aires. Pasa a la Pag. 190. final del libro reaparece Lenin. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica