REPERTORIO AMERICANO 57 Ortega y Gasset en Argentina mo noE. periodismo es el arte de dar la noticia y forzosamente requiere la rapidez. Cuando pienso (Envío del autor)
que voy a ocuparne de una obra del autor de Las Meditaciones del Quijote, me asalta la idea de la falta de espacio y del sentido de las proporciones que poco tomamos en cuenta en estos pagos.
Pienso asimismo que esos párrafos extendidos ante mi inesa son la substancia de dias, semanas, ineses de meditación. Yo lei la obra ayer y entrego mi resultado esta noche. He aquí la cuestión de las proporciones.
Las opiniones que ha suscitado en el gran escritor español la República Argentina, o Buenos Aires, mejor dicho, son interesantes, La Argentina se ofrece a los ojos eu.
ropeos, y aun a los ojos de escritores, con proyecciones de negocio, de prosperidad, de tal manera que es dificil conseguir opiniones verídicas sobre el país, a menos que se trate de caracteres altivos, insobornables, como el de Ortega y Gasset o io Baroja, que son.
y no está de más decirlo, amigos intimos. Es triste que Blasco Ibánez no haya construido una vela, una gran obra de intuiciones sobre la Argentina que conoció hasta en sus fronteras remotas.
Ortega y Gasset, en el número VII de ese faro europeo que se llama El Espectador, dedica, en Ortrga y Gasset letra cursiva y a la cola (in cauda venenum, recordando a Alone)
un ensayo titulado Intimidades. tima estructura el gusto por el dades: irritación del mestizaje, en que nos deslumbra con ese esabalorio y el respeto atávico a la agresividad, carencia de elegancia tilo farolero, con esos revoloteos armadura toledana, que renueva espiritual. Acaso el ensayista dude imágenes, con esa gracia ma en ellos un gozoso deseo de man do de su pasado, de su frase perdrileña y con esa agudeza inimi do y hazaña. Sin duda, hoy como fecta, redonda, golpeada, que detable. De vez en cuando, como si en el siglo xvi, es aquí donde se. sentonaba en esa garruleria opboxeara con su sombra, el escri lucen y es aquí donde recogen el timista de urbe nueva y voraz.
tor imagina por dónde se sentirá botín, espiritual o material, para Las palabras cosmopolitas sonaherido el contricante, y baraja poner a los pies del Guadarrama. rían a advertencia; Pase, cabagolpes invisibles del aire o se ex(En el caso del señor Ortega po llero, pase. Vení ché, mirá. Acaso cusa, con un elogio monocorde cas veces vi mayor desdén por el dudó el maestro cuando dijo. Ptque al fin molesta: el autor pre dinero: su botín es espiritual. ro Buenos Aires, por bien o por tende siempre con ese Don Juan apenas dormido en todo españolPrimero, muy madrileñamente, mal, pone en carne viva, desuella nota el ensayista que Buenos Aires nuestra persona, la hiperestesia.
que la mujer argentina es superior, maravillosa, en lo cual estamos es una ciudad muy áspera y de Todo eso es duda, sospecha de haalrededores informes. Este concepber vivido en el error. Es Amémuy de acuerdo. Pero. pero no. to de aspereza no dice nunca por qué razones es manos extraña; rica también, que manifiesta su inuchas veces dijimos que Madrid fuerza incorporadora. El hombre ravillosa.
es la más armoniosa, distinguida vacila y se siente simple semilla La pampa. promesas.
y estable de las ciudades. Madrid en el molde hirviente.
Para el autor la Argentina se me hace el efecto de viuda rica Extractemos párrafos del autor, define en nubes, arreboles, dise. con renta comodona en papel del documentos ad hoc que iluninaños, espejismos.
Estado, que engorda y se abanica. rán al lector para entender estas Encuentro mucho arte, o artiusando la justa interpretación de observaciones. Dijimos que coficio, en la parte que dedica a la Giménez Caballero. Buenos Aires menzaba en la Pampa.
pampa. Ese estilo pom poso, de podrá imitar mucho de Europa; Tiene el don de poblarnos el alta presión, proviene del formi podrá comprar cuanto quiera, pe espíritu con promesas, reverbera dable pasado de la lengua caste ro lo que no se compra ni se pue. en esperanzas como un cainpo de llana. Sólo el talento libra a las de imitar es, poniendo por caso, mica en reflejos innumerables. ideas de perder precisión en esa la calma señorial, la quietud de. La pampa repite el fenóıneno siorgía de vanidad. una calle madrileña, con porteros ciliano de la Fata Morgana; en Pasando la parte de la pampa eternos y nodrizas contentas que el cielo y la tierra liquefacta el autor deja la gola castellana, ni vislumbran esa cuestión social el hombre cree ver dilatados miaunque no el sentimiento jerár desparramada aquí en todos los rajes de porvenir, de gloria, de quico, espontáneo en todo español. medios y que hace desagradable plata, de amor. La graudeza siEs fatal que ellos asuman con la vida.
lenciosa arrebata, encumbra como nosotros una actitud magistral. La aspereza de Buenos Aires es una alfombra de Aladino. Ortega Sin duda, adivinan en nuestra in 1:1 misma de todas nuestras ciu Gasset desconoce el humorismo llano a la manera inglesa o francesa; se diría que lo rehuye para presentarse siempre pom poso, de etiqueta cerebral. Ni un momento se olvida que está en función de genio. El chiste en que pretende: recordar a Kant por el grito crepuscular. Crítica. La Razón. es ingenioso, pero literario, in.
creible.
Extractemos párrafos del autor. La Pampa se extenúa en gestos promisores. Ella no está en su inaterinl consistencia, sino en sus incesantes alusiones. Otra consecuencia acarreada por la falta de viajeros, es que el argentino no sabría recibirlos: de tal modo está habituado a su ausencia. La persona que al llegar a Buenos Aires dijese que no iba a nada determinado, sino simplemente a vivir, lo pasaría muy mal, Cóse puele entender que a un hombre sorprenda que otro se proponga simplemente vivir? Sólo de una manera: si el que se sor.
prende, él misino no vive.
Muy interesante, y clave para la ausencia de turistas. Aquí no se comprende al hombre quieto, al boquiabierto, al pazguato que se extasía en las calles, que curiosea y vive por vivir. Esos son frutos maduros sin posibilidad de reformas o mutaciones; frutos de Europa. De la página 212 anoto. No agradece el viajero lo que los argentinos han logrado hacer hasta ahora en vista de que aún les falta mucho para dar por fabricado un pueblo adulto y echarlo a andar por la historia. Pero si en vez de partir de la Argentina actual, se la aniquila in mente y se encuentra uno con la Pampa inicial y los vagos tropeles de la indiada y los pequeños núcleos de colonizadores españoles y se piensa que en poco más de un siglo, con esos materiales ha podido edificarse la pación que hoy hnllamos, nos parecerá la historia argentina una performance maravillosa, En rigor no se puede decir con esos materiales. ya que por mucho que progresaran los vagos tropeles de la indiada y los pequeños núcleos de colonizadores, no habría nación argentina, tal como se nos ofreco en la actualidad, sin la constante afluencia de einigrantes. La Argentina ha mamarlo Europa sin descansar, y podemos decir que la ola europea hizo nailfragar al tipo criollo en la costa y que su influencia se extiende hacia el interior. este respecto deseo poner en guardia a los iberoumericanos que se imaginan poder trasplantar lil moral y el carácter de grandes naciones por el método de la inmigración. Esto es en parte una ilusión, por cuanto el europeo que permanece en América da frutos diferentes, enormemente modificados por la vida Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica