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328 REPERTORIO AMERICANO. La Unión de Estudiantes Pro Obrero Pensando en Elmore en un congreso libre de intelectuales, y Campesino evoca en el quinto aniver.
para impedir que en nuestros asuntos se sario la muerte de Edwin Elmore, del Platica de Rafael Heliodoro Valle en entrometan los europeos y los norteame.
joven maestro cuyo nombre brilla como la ESCUELA EDWIN ELMORE de la ciudad ricanos. Es que España, para él, es más de Mérico, el 31 de octubre de 1930. un simbolo de fe y de amor en esta es.
bien de América que de Europa; es que cuela mexicana. Él está con nosotros en el creía que los intelectuales minoristas, esta noche de recuerdos, alegrándose son los llamados, los obligados, a redide ver cómo su simiente de idealidad ha mir a esta Raza que se ha callado mucho estallado en una primavera de inquietutiempo, porque sufre mucho, pero que ya des y está feliz de codearse con. el pueempieza a hablar.
blo que trabaja y que espera de si En El esfuerzo civilizador, Sobre el mismo la redención, que se ha dado españolismo de Rodó y En torno al micuenta de su responsabilldad, que ansía litarismo, así como en su gran tribuna ser como lo fue el apóstol a quien redel Mercurio Peruano y en las cartas a verencia una floración de hombres nuesus amigos quedan, madurando, sus palavos y puros.
bras despreocupadas de elocuencia, pero Se me ha invitado para decir a ustecon sangre acelerada. No han de olvides quién fue Edwin Elmore, no porque darse esas palabras; no se borran aún sea yo. capaz de interpretarlo mejor, sino porque andan, por el mundo, peleando.
porque tengo la dicha de admirar a los es que mientras el proletariado neceespiritus que hacen hablar a nuestra Raza site manos que se le tiendan para rediy defienden, sobre todas las cosas, el mirse; mientras leamos a los clásicos sin tesoro de la cultura, que, por ser pan enseñar a leer a un analfabeto; mientras es de todos y por ser luz ha de brillar sea necesario luchar contra los que creen para todos. No pretendo hacer una semque la democracia está en bancarrota y blanza del luchador muerto a los 30 años, en que en la espada está la salvación, que ha de vivir mientras haya. quienes siendo que la espada ha fracasado, Elentiendan bien su más alto mensaje: more tiene todavía qué hacer. Más que en la torpeza de los egoismos Murió cuando la luz radial caia a topersonales, la base de esa dinámica sorrentes sobre su alma; era uno de esos rial de corrupción que constituyen el inatletas que en el estadio se entregan a is y el miedo, debe buscarse en la igla danza gozosa, como en el friso vasnorancia. Ustedes lo están interpretando conceliano: audazmente brindándose en en la diaria labor que en estas aulas los bondad y en actitud, lanzando el disco socongrega; hacen digno el nombre de este noro hacia la arena de la vida. Su muerte PISATEUS laboratorio de la cultura popular, el del lo rescató, acaso, de la vejez afrentosa, pensador descontento que hasta el último esa que no debemos apetecer, sino cuandia de su vida tuvo preocupaciones que Eduin Elrore do en ella estallan los impetus de una ju.
lo atormentaran, pero jamás se acobardo ventud renaciente, como bajo las canas de en la acción, nunca traicionó el apostolado que su verdad en desnudez, lanzándose a nuestras don Miguel Hidalgo y Costilla, o en las rebelhizo de él una de las voces de nuestra Amé almas y sacudiéndolas todavia. Ustedes saben dias de ese gran viejo de América, don Enri.
rica, y siempre supo iluminar las dos palabras que para reprochar a los que nada hicieron por que José Varona, que dan a la juventud que de su lema: Fé y Amor.
nosotros y a los que nada hemos hecho por se cruza de brazos la más clara lección de. Cuando presenciamos esfuerzos como el de ustedes, se necesita emprender una obra que hombria. Fué su vida una parábola que no ileesta falange de jóvenes mexicanos que viven sea impersonal para que no tenga más aspiracesita interpretación: la de la abeja que se la angustia de su tiempo y que procuran hallar ción que la de servir, uva obra que sin el derrocha eri dulzuras errantes, en pólenes pu.
una solución a los males que corroen a la so apoyo de los poderosos egoístas vaya a los ros; la del árbol, muchas veces más bueno que ciedad en que se mueven, no podemos menos que, deben ser redimidos y les diga que no que sentir la emoción de ver como las minorías todo se ha perdido alli donde hay un puñado los hombres, que se deshace en sombra de hospitalidad, siempre deseoso de servir, no intelectuales, aquellas que igualan su pensa de almas que vigilan, siquiera un hombre, como miento con la acción, tienen la seguridad de Elmore lo fue, entregado con pasión a su mafatigado ni cuando se derrumba.
que alguna vez se les oirá, de que siendo los gisterio. capaz de construir la ciudad, futura Saludamos en Edwin Elmore a una de las menos harán agitarse a los más, y de que no sobre dolorosas realidades.
vidas paralelas de nuestra Ainérica, que pasó viendo llegar a quienes debieran ser sus conOrganizar el pensamiento hispanoamericano, siendo una dádiva y se alzó como un canto.
ductores, hacen que éstos reciban una lección afirmando que hay «un sentimiento hispánico La juventud de México lo exalta, y hace bien, que no han sabido dar: la de luchar desinterede la vida. estar inconforme con su clase y porque honrándolo se honra, porque compren.
sadamente por la cultura, la de mantener alerta su medio, como dijo Mariátegui en su elogio; diéndolo es capaz de comprender su grave.
el fuego del Espírftu para que por él hable la ver en la América un Eldorado del Espiritu. misión en esta tierra: la de pensar con peligro Raza.
Es que él sabía que el ideal bolivariano, el y luchar sin miedo. Elmore, como Bolivar, como Edwin Elmore creía en que es ésa la batalla credo bolivariano, ha sufrido desviaciones y Marti, como Vasconcelos, se ha conquistado que debemos librar, en que América necesita que urge definir la fisonomía de pueblos que la ciudadania continental.
un nuevo Ayacucho, en que los intelectuales deben ser homogeneos porque están llamados deben ser responsables para ser solventes, a un común destino. Por eso penso y trabajo Rafael Heliodoro Valle.
para devolver al pueblo que los nutre el fruto porque la América librase una nueva batalla de la verdad y el estímulo del ejemplo. Crela libertadora, en contra de los atropellos del Blbllografla. El esfuerzo civilizador, por también en que de nada sirve el tecnicismo imperialismo, no sin afirmar qne el peor eneEdwin Elmore (Lima, 1922. Vasconcelos frente.
que carece de un mensaje moral y en que sólo migo do estos pueblos no es ese imperialismo a Chocano y Lugones, por Edwin Elmore (Lima, por la auto educación y por la docencia gene sino la ignorancia en que están unos de otros, 1926. Poetas y bufones (Agencia Mundial de Lirosa han de salvarse estos pueblos. Veia el la negación de que la cultura hace las granbreria, Paris, 1926. Carla modo de informe, por peligro, que es ya una manera de buscarle sodes masas analfabelas que no sólo no leen Elmore, Un congreso libre de intelectuales latilución; se explicaba el fenómeno social, ahonnoamericanos, El nuevo Ayacucho y Eriste un ni escriben, sino que, ignorando el medio en dando en las raíces históricas, insistiendo en pensamiento hispánico, por Elmore (Repertorio que viven, son complices inconscientes de ese Americano, San José de 1924 y 1925 y Tres la doble selección de la voluntad y de la cul imperialismo que poco a poco se está aduecartas de Elmore; Edwin Elmore por José Car.
tura, temiendo el predominio de los mediocres, Nando de lo que debe ser nuestro: la riqueza los Mariátegui, El milite caido: Edwin Elinore pidiéndonos ser alos discípulos de los discípu nativa y el espíritu. Pretendió, en vísperas de por Jorge Mailach, Edwin Elmore por Luis Aralos de Próspero» y afirmando con pasión cla su muerte, organizar el pensamiento hispanoquistain y El trágico fin de Elmore por José morosa que «los viejos se fueron a la tumba, americano, sin rechazar los valores de la traVasconcelos (Repertorio Americano, 1925 y 1920)
pero los jóvenes no han iniciado su obra. Tal dicion hispánica, porque eso seria absurdo. Envlo del autor. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica