166 RepertORIO AMERICANO La vieja de Bolívar equivalía a romper mi carrera y que hereditarias, y necesitará usted mucho sonrisa tan amistosa que todos los niños era una labor absolutamente inútil; pero más cuidado para conservarlos vivos que le querían tanto como él a ellos.
yo procedía como había procedido siem para enseñarlos a bailar.
La selección de los muchachos, la orpre: siguiendo mis impulsos íntimos, sin El doctor Hoffa era uno de los más ganización de la escuela, el comienzo de ningún sentido práctico.
grandes bien hechóres de la Humanidad, las lecciones y la rutina de sus vidas Raimundo nos enviaba desde Kopanos uno de los más famosos cirujanos. Co invertían todo nuestro tiempo. pesar noticias cada vez más alarmantes. El braba sumas fabulosas. En aquel tiempo de las advertencias de mi empresario, pozo artesiano se hacía más y más cos invertía toda su fortuna en un hospital quien no cesaba de repetirme que, en Lontoso. La posibilidad de encontrar agua para niños pobres, situado en los alre dres y en todas partes, se copiaba con se hacía cada semana más difícil. Los dedores de Berlín. Desde un principio creciente fortuna mi trabajo, no pude ni gastos del palacio de Agamenón crecie se constituyó en médico y cirujano de quise salir de Berlín. Todos los días, de ron en proporciones tan terroríficas, que nuestra escuela y atendió a todo aquello cinco a siete de la tarde, enseñaba a se vió obligado a desistir. Kopanos se que se refería a la salud de los niños y bailar a mis niños.
convirtió entonces en una hermosa ruina, a la higiene del establecimiento. En rca Les hice progresar mucho, y creo que en una fortaleza a merced de todas las lidad, sin su ayuda incansable nunca su excelento salud era debida al régimen facciones de revolucionarios griegos. Allí hubiera podido llevar a aquellos mucha vegetariano recomendado por el doctor continúa, como una esperanza quizá para chos al buen puerto de salud y de ar Hoffa, el cual opinaba que es necesario lo futuro.
monía que finalmente alcanzaron. Era para la educación de los niños un régiDecidí consagrar todos mis recursos a un hombre alto, robusto y bien parecido, men de vegetales frescos, mucha fruta la fundación de una escuela para la ju de mejillas encarnadas, y poseía una y ninguna carne.
ventud del mundo, y escogi Alemania como el centro de la filosofía y de la cultura: así lo creía yo entonces.
Isadora Duncan Nubes de niños contestaron al anuncio.
Recuerdo que un día, al regresar por la tarde del teatro, encontré la calle bloqueada por padres y vástagos. El cochero alemán se volvió a mí y me dijo. Eine verrückte Dame die wohn dort, die eine Ankundigung in die Zeitung ges Del tomo y de las Tradicioner Perunnar, Calpe, Madrid tellt has dass sie Kinder sehr gern haben will. Es una señora loca que vive ahí Con este apodo se conoce hasta hoy espíritu era lo mejor en punto a hijas y que ha puesto un anuncio en los pe(julio de 1898) en la villa de Huaylas, de Eva.
riódicos diciendo que le gustaría recibir departamento do Ancachs, a una anciana don Simón Bolívar, que era goloniños. de noventa y dos navidades, y que a sillo por la fruta vedada del Paraíso, La verrückte Dame, la señora loca, era juzgar por sus buenas condiciones físicas hubo de parecerle Manolita bocato di yo. No sé exactamente cómo se hizo la e intelectuales promete no arriar bandera cardinale, y a la fantástica niña antojóelección de aquellos niños. Era tal mi en la batalla de la vida sino después de afán de llenar Grünewald y sus cuarensele también pensar que era el Liberque el siglo xx haya principiado tador el hombre ideal por ella soñado.
ta camitas, que los admiti sin elección, cer pinicos. Que Dios la acuerde la rea Dicho queda con esto que no pasaron porque tenían simplemente una sonrisa lidad de la promesa, y después ábrase cuarenta y ocho horas sin que los enagraciosa o unos ojos bonitos, sin saber el hoyo, ya que morados ofrendasen a la Diosa Venus.
si eran o no capaces de convertirse en futuros bailarines. Un día, en Hamburgo, todo, todo en la tierra Si el fósforo da candela, entró en la habitación de mi hotel un tiene descanso; iqué dará la fosforera!
hombre de sombrero de copa y levita todo. hasta las campanas que traía en el brazo un bulto envuelto el Viernes Santo. sea dicho en encomio del voluble en un chal. Colocó su fardo sobre la Bolívar, que desde ese día hasta fines mesa, y, al abrirlo, me encontré ante de noviembre, en que se alejó del dedos tristes ojos que me miraban y que partamento, no cometió la más pequeña pertenecían a una niña de unos cuatro Manolita Madroño era en 1824 un fres infidelidad al amor de la abnegada y años: la niña más grave que he visto en quísimo y lindo pimpollo de diez y ocho entusiasta serrana que lo acompañó, como mi vida. No lanzó un grito ni dijo una primaveras, pimpollo muy codiciado, así valiosa y necesaria prenda anexa al palabra. Aquel caballeru tenia, al parecer, por los tenorios de mamadera o mozaiequipaje, en sus excursiones por el terrimucha prisa. Me preguntó si aceptaba betes, como por los hombres graves. La torio de Ancachs, y aun lo siguió al a la chica, y apenas si esperó mi condoncellica pagaba a todos con desde glorioso campo de Junín, regresando testación. Al observar su rostro junto al nosas sonrisas, porque tenía la intuición con el Libertador, que se proponía forde la niña, descubrí una semejanza muy de que no estaba predestinada para hamar en el Norte algunos batallones de significativa, que justificaba. en cierto cer las delicias de ningún pobre diablo reserva.
modo, su prisa y su deseo de pasar inadde su tierra, así fuese buen mozo y miManolita Madroño guardó tal culto vertido. Yo, con mi ligereza de costumllonario.
por el nombre y recuerdo de su ainante, bre, admití a la niña, y el caballero deEn una mañana del mes de mayo de que jamás correspondió a pretensiones sapareció. No lo volví a ver nunca.
aquel año hizo Bolívar su entrada ofide galanes. ella no la arrastraba el Era una manera misteriosa de dejar cial en Huaylas, y ya se imaginará el río, por muy crecido que fuese.
a una criatura en mis manos, como si lector toda la solemnidad del recibifuera una muñeca. En el tren de Ham miento y lo inmenso del popular regoburgo a Berlín comprobé que la peque cijo. El Cabildo, que pródigo estuvo en ñita sufría una fiebre muy alta un mal fiestas y agasajos, decidió ofrecer al Licaso de tonsilitis. y en Grünewald bertador una corona de flores, la cual Hoy, en su edad senil, cuando ya el estuvimos tres semanas luchando por su lo sería presentada por la muchacha más pedernal no da chispa, se alegra y siente salvación, con la ayuda de dos enfer bella y distinguida del pueblo; claro está como rejuvenecida cuando alguno de sus meras y del gran doctor Hoffa, el fa que Manolita fué la designada, como que paisanos la saluda, diciéndola. Cómo está la vieja de Bolívar?
moso cirujano. El cual sentía tal entu por su hermosura y lo despejado de su Pregunta a la que ella responde, sonsiasmo por mi escuela, que me ofreció riendo con picardía: gratuitamente sus servicios. Como cuando era la moza.
El doctor Hoffa me decía a menudo. El 12 de julio escribi este articulo y curiosa coincidencia! en este mismo día falleció In nonagenaria. Esto no es una escuela. Es un hosprotagonista, como si se hubiera propuesto desairar mi Ricardo Palma pital. Todos estos niños tienen taras a habuen deseo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica