REPERTORIO AMERICANO 367 niesRecordando a don Mauro.
rosos estímulos, do oportunos consuclos, que valían al agraciado tanto o inás que l iene de la prig. perlas, esmeraldas y rubíes; pero de ella jamás logró escapar un solo monosílabo ducirla a feliz término, sin lágrimas ni place, agradece intensamente y paga muy lesivo, no ya de la honra, pero ni aún recriminaciones, con el ánimo tranquilo bien ciertos regalos, que estamos en el do la susceptibilidad de la persona nás y el corazón henchido de esperanzas. deber de procurarle, como son: alimento humilde. El que se sienta, sentado se queda. sencillo, sano y nutritivo; siete horas de «Del holgado tiempo dispondremos en la descanso nocturno; baño diario al desA los amigos hay que conocerlos, pero tumba para el descanso. pertar; baño de sol en seguida, con ejerno perderlos. Podía el señor Fernández Bien sabido es que el lema de don cicio moderado al aire libre, y algunos resignarse a perder cuanto susceptible Mauro reza así: Nihil desperandum. otros higiénicos ciudados que nuestra de perderse hay en el inundo, inclusive inconsecuencia niega, por ignorancia o Piedra no rodada y mucho, por las cosu fortuna cabal, con el fruto del trabapor desidia, a tan generoso aliado.
rrientes a causa de sit aspereza, de nada jo futuro de largos años por añadidura, sirre. El hombre que no ha almacenado, Si no quieres que la cosa se sepa no la como lo aconteció; pero le faltaban fuercon grande escala, pesares, anarguras, hagas. Nada bajo el sol alcanza el prizas para perder una riqueza que estimadescalabros, etcétera, en la vida, es pie vilegio de quedar ignorado siempre.
ba en mucho más que el oro, el poder dra de filos agudos y cortantes, ser Tarde o temprano, todo, so descubre. Es y los honores; a saber, un amigo. Desegoísta incapaz de commiseración: esclavo menester que tome arraigo on cubierto el error, Hlaqueza, inconsecuencia, de su orgullo. jamás limado y siempre tras conciencias esta indisputable verdad.
y aún deslealtad del culpado, surgía ante dispuesto a la malevolencia. Cuántos crímenes, cuántas faltas, flaquelos ojos de don Mauro un grave probleImporta cuidar la bestia. El señor Ferzas y errores se evitarían, si cada cual ma, para la solución del cual, a fuer de llegara a convencerse de que la cosa inbuen matemático y de buen economista.
nández distinguía constantemente en la defectiblemento tiene que salir a plaza, comenzaba por eliminar lo inútil, esto vida corriente, el ser inteligente. racional. avergonzándonos como agentes respones: la ira, el encono, el reproche, el desque en nosotros hay; y el ser corpóreo, sables de ella!
precio, la venganza y todo sentimiento material, que sirve al primero de morada, Fernández, en consecuencia, jamás penruín, pasiones que jamás tuvieron hosde instruinento; a veces esclavo rebelde, só, creyó, dijo, mantuvo, ni siquiera dejó pitalidad en su hidalgo pecho. Dominada malévolo, torpe, enfermizo; o bien serla bestia, con sui voluntad férrea a veces, entender cosa alguma, que no pudiera vidor obediente y cumplido. Para quo en cualquier instante ser lanzada a todos con el apaciguador recurso de la música; llene bien sus fines este subordinado, los vientos de la rosa náutica, como acto en otras, su magnanimidad encontraba segundo yo, ha de ser objeto de cuidados especiales: han de concedersele sus legi limpio, justo, correcto, laudable y honroso. pronto una solución honrosa y chicaz.
Si su fertilidad de recursos no salía timos derechos; fraternizar con él en lo Manjar indigesto! Esta era la expresión triunfante, caso que rara vez se dió, justo y razovable; refrenar sus malos de don Mauro para refrenar instantánea. decía: Nihil desperandum! Ayudémoinstintos; celar sus hábitos; educarlo; co mente a quienquiera, deudo, amigo o in nos del tiempo, que sabe hacer milagros, rregirlo con sanciones adecuadas, y ja diferente, que ante él incurrieso en el y, entre tanto, de mi parte y de parte más permitir que haga dejación de sus feo vicio de la maledicencia. Por su parte de los míos, tan buen amigo como antes.
perentorias obligaciones. Esta bestia que ejercía al respecto un control perfecto. Así reconquistó aquel hombre extraordinos acompaña siempre, y sumisa nos Era aquella boca manantial perenne e nario amistades que, si definitivamente lleva y trae, de donde y a donde nos inagotable de consejos sabios, de gene hubieran quedado trocadas por el sentiCanto a los Padres. Viene de la pripina 311)
uelo de Cóndor de los buenos padres que nos arrullaron, el aire estremece de los vencedores.
el cielo parece Todos los honores, todos los honores que va a florecer para los titanes que nos levantaron.
cuando pasa el grupo de nobles varones que, erprimiendo el jugo de sus corazones Consumatum est. El prócer caido regaron la lumbre de las redenciones bajo el aletazo de la muerte ciega en las eras patrias.
reposa encido, Todo puede ser reposa en el nido menos que el olvido hiera la memoria de su propia tierra.
del prócer que llera camino a la gloria 81 patrio rergel.
Al procer caido, el dolor del alma rertido en la frase. Libres, libres, libres! Nos sentimos dueños Requiescat in pace!
del cielo y la tierra, del sol y nos sentimos dueños Lloramos al prócer, al padre lloramos, de nuestros ensueños, Si por el morimos y por él rezamos, dueños de la gloria, dueños de la paz.
que por él las almas el (lolor abrase; al prócer caido, Libres trabajamos en dolor del alma vertido en la frase: y libres amamos, iRequiescat in pace; y libres nos luulla la muerte también; de cuna a sepulcro somos los señores, Redentor humilde, conductor sapiente, que ya la falange de los vencerlores nos abrió el camino llagando su planta.
cortó a la codicia su cuello a cercén.
Su memoria es Santa; la luz ile su frente Janos que se dieron, mentes en derroche, denos nuevas cimas, nueras rutas frace.
nobles corazones que se prodigaron, Al patriarca humilde que la patria canta, son de la falange de los triunfadores el dolor del alma vertido en la frase: que nos libertaron. Requiescut in pace!
Hernán Zamora Elizondo San José, Junio 1600.
del mar. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica