REPERTORIO AMERICANO 101 propósito del ensayo Bolívar, que es parte del libro de Cornelio Hispano: Los cantores de Bolívar.
En sus áureos días de gloria, ya muy gradas a realzar el amor del suelo nativo entrado en la conquista del Asia, cuando que alentó en el pecho del hijo del valle su mejor ejemplar de Homero había ende Aragua o su desprendimiento genecontrado, entre los opulentos trofeos arreroso de cuantos haberes poseyó o la olobatados a Darío, aquel bello escriño de cuencia órfica del domador del Chimbolos perfumes que le sirvió de morada.
razo. Así cuando celebra las proclamas el hermoso y divino Alejandro, al dar del General por la magnanimidad con la bienvenida al mensajero que de luenga que loa las hazañas de sus brigadieres, provincia le llegaba con la luz del cono cuando defiende lo que aquel que notento en la sonrisa, dijole. Cuál puede comprende llamó su locura; o cuando ser la grata nueva que nos traes sino enumera los tributos con que han honla resurrección de Homero. Qué podría rado a Bolívar los poetas y los historiafaltar, en efecto, para la apoteosis defidores. En las páginas del diáfano ensayo nitiva de este vertiginoso conquistador chispea la hebra de oro que las enlaza del Asia, sino los lauros ceñidos por las a todas.
manos inmortales del cantor de la coA través de Hispano vemos como las lera de Aquiles?
ideas alcionadas cayendo en la fogata Que en el ansia divina de gloria ocúldel alma procera de Bolivar, como haces tase el vientre que engendra a los héroes.
de leña copiosa de resinas, evocan un no existe la gloria, la grande, la perresplandor de trópicos en sus ojos; cómo, durable gloria humana sin las épicas en arrebatos de fuerza y de vida, echa arpas del poeta, sin el clarín de bronce a correr, como un Mazeppa, por los llade la historia.
nos del Apure o corta a nado el duro Entras los héroes a saco los castillos Cornelio Ilispano cristal en furor de las aguas de caudade la gloria; pero los poetas les ciñen Cabeza de Moreno Otero loso río; sentimos la profunda tristeza las coronas de esplendor sobre las sienes.
del divino desterrado de un mundo ineY sin estas coronas olímpicas son menos jor y escuchamos sus lamentos, porque suntuosas las victorias y menos fulgu fuego y de transparencia. Sus ojos, ra Bolívar, lejos del combate, es como las rantes los héroes.
diantes y negros. Sus ojos expresivos de opulentas gemas abandonadas que emNo han faltado, por fortuna, a Bolí la tormenta de libertad que tempestuaba palidecen y empañan sus miradas y se var los clarines de la historia. Los más en el Sinaí de su alma, poseían la elo: llenan de lágrimas, como en los cuentos generosos ingenios de América, atraídos cuencia dominadora de su palabra. De de Grimm, los verdes ojos de las sirepor el encanto del Libertador, han ento fámulas encendidas un ardiente ideal le nas enamoradas de principes distantes.
nado el paéau de liberación que en los empavesó los ojos. Ojos de Napoleón y lo largo del estudio de Cornelio antiguos coros alzábase sólo en honor ojos de Alejandro, sin el contraste de Hispano aprovechamos el valor espiride las deidades de la luz. Porque por coloración de los del héroe macedonio, tual del heroísmo que despierta nuestro singular fenómeno de inducción espiri de los cuales uno fué negro y verde el entusiasmo, exaltando en nuestra natutual, quienes han hablado o escrito sobro otro. Ojos hogueras para encantar ejér raleza cuanto hay de eximio, ajustando el triunfador de Junín, como si quema citos y fundir almas de mujer. el re. las alas a nuestra vida para vuelo sudos por el fuego prometeico que consti trato de Bolívar trazado por la mano de perior a fin de hacerla ascender hacia tuyó la interior envoltura de Bolívar, Hispano tiene uma belleza digna del las ascuas del sacrificio que todo lo dihan alcanzado la vibrante elocuencia del héroe de nuestra América. Es su mano vinizan. desfilan, flamígeras, las enseegregio hijo de la Gran Colombia. Así firine y precisa; ha sido guiada por la ñanzas que parten de la vida de Bolívar los ruisenores que anidaban sobre la ciencia y por el amor; de ahí su armo hacia todos los horizontes del Continente: tuinba de Orfeo cantaban más noblemente nía en las proporciones. Es la ciencia el amor patrio que culminó en la eloy con más alto trino que los demás del historiador que no afirma un hecho cuencia de la palabra y de la sangre de como solían afirmar los tracios, según el que no haya sido coinpulsado y valorado, José Martí; el amor patrio sin el cual relato de Pausanias. Tal ha sido el sor aunque la nitidez del ensayo le haya vaga desarraigado el hombre como cultilegio de la tumba de Bolívar. Nadie reprimido de la designación de fuentes pable desertor; su valor para esistir la depositó un laurel sobre ella que no vol de otro modo que no sea el indirecto. contrariedad con la serenidad del estoico; vieso con un himno nas ferviento en Es el amor sacro de la admiración su devoción al ideal de su vida que le sus labios: Montalvo, Marti, Rodó, Blanco devota por un relámpago de los cielos da aquella fría inflexibilidad para pasar Fombona, Cornelio Hispano.
encarnado en un hombre. Bolívar había por las armas a Piar, Berindoaga, y PaEl último en tiempo es éste, pero no enjaezado los arneses de su carro a los dilla, o para decretar la guerra a muerte en elocuencia. Su ensayo es breve: pero costados luminosos de una estrella. Tuvo de la proclama de Trujillo; su pureza en en él a parece la luz de todas las cum por ello. y conserva aún, el don mara la administración de los caudales y su bres do Bolívar; sus tres virtudes: desin villoso de hacer subir a su carro, de permanente desinterés; todo lo cual conterés, constancia y seducción personal; ruedas heroicas, silenciosas como el des firma la superioridad de su alma no consu ideal: la libertad del Continente; sus tino, unos tras otros los ejércitos con taminada con las bajas escorias de la estímalos: el amor de la gloria y el amor gregados a su voz de mando para la tierra, como que había venido para dede la mujer.
conquista de un santo Graal: la libertad sempeñar esta función: servir en la vasta Como si a la tierra hubiese venido de América entonces; la libertad y cul concavidad de sus manos de héroe las Bolívar desterrado de un mundo mejor, tura de América en nuestros días. aguas de la libertad al Continente.
las riquezas terrenas no le encadenaron Para la cultura de América. Cornelio. Tiñóse en sangre su espada por amor jamás y sólo cuanto en nuestro mundo Hispano. Ha puesto en evidencia su ge a los hombres: que toda espada ha de permite descubrir el secreto de lo divino neroso naturaleza en este ensayo: por blandirse para la libertad: si para armar hechizó su genio: el amor, y la libertad, momentos, como acontece en naturalezas la opresión. antes que mancillado rómy la gloria.
tales, su palabra es zarza en llamas y pase el acero. Su palabra y sus ojos! Asi Aquiles, fluye su elocuencia como noble metal armoniosa y sugestiva es la obra de asi Alejandro, así César, así Bolívar, por en crisol. Así en el pasaje que describe Cornelio Hispano. Cómo se muestra la que los cuatro son de la misma estirpe, a Bolívar a su regreso del Perú ante el flexibilidad y la amplitud de su inteliatados a la memoria de los hombres por Senado de la República; en su declara gencia cuando enuncia y resuelve el proun mismo amor de gloria. La palabra ción de amor apasionado y apasionante blema de ética histórica: Bolívar fué de Bolivar, como la de Julio César: de por Bolívar; en las bellas líneas consa bueno? Pero cuán peligrosa la exposición Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica