Sandino

IRepertorio Americano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXI San José, Costa Rica 1930 Sábado de Julio Núm. Año XI. No. 497 SUNIARIO Rafuel lleliodoro Valle la estatua del Libertador.
Miguel Antonin Caro Una América pindárica.
Arturo. upilevilet Ilay que sustraerse a la voracidad de la Bananera. Juan del llumino La relatividad tle Einstein y la relatividad de Garcin de la Concha.
Indrek Avrling La entrega de las plantas eléctricas a los extranjeros. Valerio Botero Isasa El reposo de Sandino.
Cenar Falcon Gabriel Miro Ricardo Baeza Repglones autobiográficos Ciabriel Jiro La obra de los misioneros.
Ruben Orcillo Loor a Pedro de Gante.
La razón de estado en Bolivia.
Fragmentos de El Antócrata Bibliografla titular.
Como mira el poeta a Bolivar.
Un homenaje internacional a la Poesia Discurso del Dr. Tirado Micins Tablero (1930)
Laceria.
Guillermo Valencia Paul Vanderborght Camilo Crus Santos Max Jinenes Una América pindárica De La Trensa. Buching Aires nes.
Artes y Si un poeta c! e hoy cantase con divino escontrario del box actual, al punto de que se tro las victorias del ring, las proezas de un asignaba la más elegante victoria al que, sin boxeador invicto, las glorias del football, o liaber dado ni recibido un solo golpe, fati1cdavía, si se quiere, algo tan grande como gaba y postraba primero al adversario. la hazaña de un aviador atravesando de un tal extremo era un soplo del espíritu el que PORMI solo vuelo tierras y mares. habría por ello animaba aquellas memorables peregrinaciol esucitado Pindaro? fe mía que Pindaro podria resucitar y cantar a los modernos campeones del deporte, sin que por ello hubiese nada del genuino espíritu pindárico en Pero ¿qué es lo que canta Pindaro? Este suis nucvas odas magníficas. fe mía que poeta sacerdote, este hijo religiosísimo de los santuarios, canta primero que nada las Pindaro rodría cantar muy mayores hazañas vicjas tradiciones, las no olvidadas leyendas, aun que las de su Grecia sin que lograse, cantándolas, ni un solo son parecido a los los dioses comunes. Él ignora las disensioque diera en la antigüedad su lira casi órfica.
ncs fratricidas. Su canto señala siempre la Granclioso era el escenario antiguo; matregua de todas las enemistades. Que Tebas ravilloso el templo de Júpiter, aquel de la quc la paz helénica volvía innecesarias las cuté en guerra con Atenas, no le importa. El victoria dorada; soberbias sus puertas de murallas.
hijo de Telas no dejará por eso de llamar tronce; cosa enormne las evocaciones míti Eran los juegos, además, como la demosa Atenas celeberrima, espléndida, gloriosa, cas de sus bajos relieves; mármol blanco el Tración palmaria grata al espíritu racionabaluarte de Grecia. Su amor a la patria pavimento; marfil y oro la estatua; y todo lista de los griegos de las reciprocas ventatoda se alza valerosamente por sobre las recl contorno, campo glorioso. Pero, con esto jas del mutuo entendimiento. El comercio yertas civiles.
Escuchemos todavía más de cerca el y más ¿no es mayor estadio el que ofrece lirosperala con estas fiestas mucho más que hoy el mundo todo? Empero, Pindaro 110 con las guerras mejor acabadas.
canto religioso de Pindaro. quiénes eliveria en la unida redondez planetaria sim ciencias recogían precioso estimulo. El mar ge jara su clogio sino a los máz virtuosos bolo alguno que justificase nuevamente su se llenaba de canciones. Con seguridad que varones? Así, a Hieron de Siracusa, que presencia.
las ctras públicas aumentalan la diclia de jirotege con su cetro justiciero a la Sicilia Yerra el que piensa que en el canto pin 1clos. En tales tiempos olímpicos, Herodoto y coge la flor de todas las virtudes. a Thec árico sólo impera el entusiasmo por la fuer frerentó a la meditación de sus compatriotas rón de Agrigento, que se solsrepuso a las za triunfante. Yerra más el que sólo ve en cstas claras conclusiones: Son los lielenos vicisitudes sc la fortuna y honró siempre cl poeta tebano un adulador de reyes. le la misma sangre, hablan la misma lengua, a les dioces, hombre de tanta filantropia poco sabe de las olimpiadas y poquísimo de tienen los mismos dioses, los mismos santua que de él decíase. Quién podrá nombrar icdos los antiguos juegos el que los juzga rios, iguales sacrificios y usos iguales. En jamás a todos los hombres que colmo no más que vistosos certámenes de aurigas tre los propios mercaderes corría persuasiva de leneficios? Así, a Somis de Canarina, espléndidos. Nada que quede tan lejos de las la voz de la unión tradicional; Cierto, to hespitalario con los extranjeros, que tenía grimpolas del puro deporte como aquellos dos los griegos descendemos de Deucalión. un alma pura, educada en el amor de la concursos sagrados. Sagrados? Aqui está con todo esto conseguia romperse aquella faz, que es la salud de los pueblos. Así, al precisamente el signo característico de tales lan triste paradoja griega que consistía en grande Agesias, que mereció ser llamado saficstas solemnes: que no de otro moclo las cstimarze los unos a los otros como única cerdote del altar profético de Zeus, hombre llama Igócrates en el Panegirico.
gente estimable, y detestarse a la vez. sin envidias para mayor perfección. Pindaro Allí se daba tregua a las pendencias; alli Un impulso moral formidable, semejante escribe con letras de oro los nombres de los se renovaba la natural alianza de todos los sólo al que en años de Orfeo abatió el culto vencedores, cuando su honrada fama lo megriegos; alli se reconocía el deudo y paren criminal de Hécate, instaurando los grandes rece. Para ser cantado por él no basta llatesco de todos. no solamente gallardeaba días de Apolo, preside en cierto momento la marse Alcimedón de Egina. Lo primero es el atleta, sino que la elocuencia y la poesía, política de los juegos. Los santuarios, miehaber:e hecho célebre por la recta decisión el saber y la gracia se ofrecían entonces al diante el vinculo superior de la iniciación, de los litigios.
lueblo como los verdaderos genios de la se entienden por encima de las fronteras. Trátese de hombres o de pueblos, un ras. páz: que era el momento justamente elegido La Sicilia puede ser tan griega como Atenas. go será exaltado entre todos por el canto por la cliplomacia para ajustar mejores nor La obra nuagna cuenta con los hombres que pindárico: el honor de las más altas virtumas entre la; ciudades hermanas. Asambleas necesita. Los mitos se reconcilian en Apolo. des. Qué ciudades, por ejemplo? Corinto, inspiradas en un común anhelo de unión y Los pueblos, en el canto de Píndaro. todo ilustre por sus invenciones; Agrigento, recle paz: eso fueron los antiguos juegos. Por cobra cn las fiestas un sentido armonioso. nombrada por hospitalaria; Rodas, la noeso estaba prohibido, durante toda su cele La lucha va acompañada, diríamos, del baile via del Sol. grata a Palas; Egina, la prefel ración, llevar armas. Ni se olvide que, de y de la música. para fijar en un solo trazo rida de Themis, faro de justicia para los regreso, el vencedor entraba a su ciudad por el espíritu antiguo, recordemos que el box extranjeros. Oponte, la de las buenas leuna brecha abierta en el muro, significando helénico la manopla era precisamente lo yes. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica