Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO 105 Hot sexual no admite esa solución por viri.
CONTRAPRODUCENTE sería insistir en caEl error del Dr. Marañón llar el problema sexual que es tan imlismo, que sería la de cualquier aldeanoportante coino lo fué en el siglo pasado (Envio del autor) la inás fácil y seductora: hacer hoinbresel de la dirección de los globos. La lihombres y mujeres mujeres. Muy sencillo teratura, es decir la gran literatura, conal parecer, pero nada más distante de verge en las naciones más civilizadas la realidad como ya veremos.
hacia los complejos fenómenos del sexo Apretémonos lo más posible. Marañón y, cosa rara, confieso por mi parte que parte de la base exacta de que toilo incada libro que leo a este respecto condividuo, en cierto período fetal, o pretribuye a desorientarme. Puedo parodiar natal, fué hermafrodita y que, en algıa Richet que, pretendiendo descifrar los nos, se mantienen los carncteres sexuales misterios del Más Allá llegó a esta deambiguos determinando hombres mujeres solarlora conclusión: y mujeres hombres. Asi Don Juan y el Cuanto más estudio los fenómenos abate Casanova, entre mil, pertenecian objetivos y subjetivos de la Metapsia la categoría de indecisos. Pretenido quica, tanto más me convenzo de que Marañón que el deber de la ciencia conpuestra débil inteligencia no puede siste en descubrir a esa clase de indisaber nada, o casi nada, del vasto cosmos que nos circunda. Aún no hemos viduos y curarlos para llegar a producir comprendido nada del Universo, que hombres hombres, es decir, machos en continúa siendo un enigma indescitoda la acepción de la palabra, y mujeresfrable y que talvez lo sen siempre.
mujeres, o sea, hembras hasta la mélula.
Así me ocurre con el cosmos sexual: Un poco escépticos nos preguntamos: me asombra yine desorienta. Tornemos hubieran sido posibles los Sócrates, los los ojos a In hormiga, al gusano de seda, Césares, los Gustavo Adolfcs, los Bonaa la tlor, a la gallina; y veremos que partes, los Grandes Federicos, si por meesos seres tildados de inferiores están clios artificirles la meilicina les hubieril expuestos como nosotros. a gravísimas (uplicado el poder genésico? Seguramente alteraciones sexuales. Llega uno a penque no. La parte de nujer que tuvo Nasar que el mundo es una broma de carpoleón fue aquella que le hizo «lesconunval: nil cantidad de disfraces, caretas, failo en las cuentas, minucioso, dlet:ullistil, antifaces, máscaras, repartidas a los seeconómico, gruñón, artista en la batalla, res más diversos sin orden ni concierto.
fino en la estrategia. Sin dun, en el fondo En los asuntos sexuales que son deterdel vencedor de Varengo había una meininantes del carácter de los seres esnagère dormida que preparaba las batamos más cerca de la broma que de la tallas como una buena ama de casa pregravedad, de tal manera que nos parece siile un banquete, sin desperdiciar un más natural un Brahma creando el munDr. Jaranon inendrugo. Comprensible es que un Anido por jugarreta que un Jeliová poniendo tole France, descreído, panteísta, galante, todo su empeño para hacer una cosa perdespreciara el lado, femenino ile Napofecta. Ilustremos estas líneas con un prelimi estados que la medicina considera morbosos, león; pero un cientista tiene el deber de recu.
nar de entomólogos. ya que el mundo pequeño contribuyan al brillo de la misma ciencia y al nocer su papel indispensable, providencial. Voles algo así como una advertencia para nos desarrollo de la cultura.
viendo a los don Juanes. por qué desvalorar otros.
Si me atrevo a tomar la pluma para intro sil actitud de líricos animadores del amor? La El sabio japonés Toyama ha observado las ducir un comentario en materia debatida por parte femenina en ellos es el arte, la fineza inás curiosas anomalías en abejas y gusanos tanto especialista, ello se debe simplemente a que les permite descubrir los puntos débiles de seda. Cruzando gusanos de seda franceses lo chocante que me resulta la tolerancia am de la mujer; su carácter tornadizo y pasajero, de rayas obscuras y gusanos japoneses de color plia de esos especialistas con las variadisimas alado, que tanto place a ellas por cuanto concompacto, obtuvo hijos tan fieles retratos de anomalias sexuales de plantas, animales e in trasta con la pesadez crónica de los hombres sus padres, que por un lado mostraban rayas secios y al mismo tiempo su seriedad e hipo completos, que, ciertamente, no fueron siemy sexo femenino, y por la otra mitad exacta, cresía para juzgar iguales o menores anoma pre los más amados. Dice muy bien Vicente el sexo masculino y el color unido. El doctor lías del mismo orden en la especie humana. Huidobro en sus Vientos contrarios: Forel, de Zurich, ha observado una hormiga Empecemos con el famoso doctor Marañón. Su cuya cabeza y cuyo protórax eran del tipo obra es en conjunto admirable, sugerente, edu Para seducir a una mujer, el hombre tiene obrera, el abilomen macho y el medio del cuercadora: ilumina los problemas que trata con que hacerse un poco mujer (pág. 117. po repartido, macho a la derecha y obrera a estilo de artista, porque el doctor Marañón es la izquierda. Pues bien: ese individuo se contodo un escritor. Pero la conclusión a que llega Es preciso advertir que nos referimos a aqueducía como obrera, obedeciendo a la cabeza. en el punto de la virilidad, pretendiendo prollos hombres inujeres que permanecen heteroEs claro que, entre los vertebrados, los ejeinducir el hombre integro, es muy discutible.
sexuales y en quienes la conservación de ciertos plos no son tan impresionantes y definitivos, El doctor Marañón mantiene contacto con una atributos hermafroditas de la vivia pre natal pero el hermafrodismo no deja de encontrarse, colección de monstruos cuya vida preside me sirve le complemento, agregando ricos matiy es precisamente su discreción lo que des diante el laudable pretexto de estudiarlos y norces a la personali lad. Así un hombre artista, orienta. Somos hijos de errores, de equivocamalizarlos. Los reyes taciturnos del Escorial fino, agradable, que adeniás es vnliente, az ciones. veces lo que parece más absurdo inantenían monstruos para divertirse. El lector y emprendedor; como una mujer valiente, deestá indicado para grandes hechos, por mecaatento de la obra del doctor Marañón notari cidida, adenas de dulce y maternal.
nismos y designios que se nos escapan.
un estado de obsesión erótica inuy española La naturaleza nos sorprende a veces con ¿Existirán asimismo anomalías sexuales en sobre el misterio hombre mujer hermafrodita. rasgos de picardía infantil, poniendo bigotes los astros? Nadie podría asegurar que no. Si Desde luego, estos delirios provienen de la en el rostro de las mujeres o dotando a ciertos a mí me dijeran que la tierra corre alrededor continencia, de la vida sedentaria, del fracaso, adolescentes con ojos de bayaderas. Quién 110 del sol por equivocación. no me extrañaría ni amoroso y del escaso apego a la sociedad. La se há sonreído al escuchar a un hombye con pizca. Las mayores cosas y muchas menores ilusoria conclusión o fórmula para resolver el voz atiplada? Pues bien: estos caracteres que son hijas del error. Nuestro propio destino es asunto de los sexos indecisos revela en su autor a primera vistil parecen aberraciones, son.
una enfernielad, porque nuestra razón es una una ingenuidad impropia del hombre de cien mejor dicho, adornos naturales extravagantes, dolencia. La conciencia es una hiperestesia de cia y a la vez del artista millonario que rige como las plumas, el maquilleje, los tatunjes.
la sensibilidad, luego es un estado anormal; un serrallo de inonstruos. veces también esos signos exteriores de un luego el hombre se hizo rey de la creación me El ilustre doctor justificaría el dictalio de sexo opuesto corresponden a sutiles signos es.
diante un estado patológico que la cultura burgués, que le diera privadamente otro renoni. pirituales. Hay hoinbres de alma atiplada, propaga en vez de extirpar. Vivimos en pleno bradoido escritor español, por su vulyar apre coino liay mujeres de alına bigotuda. Pero esto absurdo, y no seria raro que, a veces, ciertos ciación del problema. No. Por desgracia el caos no quiere decir que los honbres de rostro o Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica