351 REPERTORIO AMERICANO recibía también La ayette, al lado de Jor tiene la felicidad, entre todos los de prestar su apoyo al primer ejemplo go Washington. Historicamente, la perso otros Soberanos, de reinar sobre un país de emancipación colonial que se daba walidad capital de Franklin es la de de ciudadanos libres, nosotros pensamos en el Continente americano, no se resolfuudador, creador de uma libertad na que el lenguaje de los hombres libres. vió a aceptar la invitación. Más tarde, cional. En estos días de lo que hemos no le ofenzerá. luego, al referirse ya los odios dinásticos y la solidaridad borconvenido en llamar post guerra, presen a la independencia de los Estados Uni bónica inclinaron la balanza en favor ciainos la bifurcación, acaso definitiva, dos de América por la declaración sobe de los americanos. La aversión al enede dos impulsos que en Benjamín Fran rana del Congreso de Filadelfia en 1776, migo territorial pudo más que el instinklin, como en nuestro Simón Bolívar, observa Mignet. Por primera vez en el to contra el enemigo doctrinal. cuanfueron coexistentes e inseparables: el na mundo los derechos do ma nación se do llegó la hora de emancipación de la cional y el humano. Una sola palabra fundaban sobre los derechos naturales América Española, ese movimiento coinlos mía: libertad.
del género humano, y se invocaba para cidió también, no sólo cronológicamente, Hasta entonces, la idea de rebelión establecer su soberanía, no la historia, sino también idealmente, con la rebelión provincial o colonial, la idea separatista, sino la naturaleza. Las teorías de la del pueblo español contra sus viejas había tenido un valor de lucha entre escuela filosófica francesa adoptadas por instituciones. Bolívar, ni más ni menos pueblo y monarca; no ontro pueblo do el Continento americano antes de haberso que Riego, pudo creerse un luchador minado y pueblo dominador, porque no visto realizadas en el Continente euro contra los Poderes españoles, no contra había pueblos dominadores, sino única peo reemplazaban a las prácticas de la el pueblo español. Recuerdese que tammente reyes y vasallos. Examinemos, co Edad Media; las Constituciones sucedían bién la Francia revolucionaria, al in vamo cjemplo inmediato, la guerra de se a las Cartas, y la antigua concesión do dir las tierras enemigas, proclamábase paración do Cataluña iniciada en 1610, privilegios parciales se substituía por la libertadora de los pueblos contra sus casi al mismo tiempo de la Revolución reivindicación de las libertades genera reyes.
inglesa. Hubo en ella otra cosa que una Jes.
Esa ambigüedad de transición entro protesta contra los Gobiernos españoles, Entre esa doble libertad americana y una y otra política fundamental es el y después contra el rey, protesta exac la libertad revolucionarii francesa se es aspecto más interesante de aquellas lutamente igual en sus gérmenes y desa tablece desde entonces una corriente de chas. no sería completa nuestra visión rrollo a la de las Comunidades y Ger mutuas influencias. Por una extraña iro de conjunto si no recordásemos que la manias? En esos movimientos se iniciaba nía, la Monarquía francesa no comprenGran Bretaña, en 1793, no quiso corresla doctrina nueva sobre los manantiales dió que aquel ciudadano tan exótico poder a la falta de solidaridad manifesde la soberanía; nacía el sentimiento pa para ella, Franklin, especie de Anacar tada por la Monarquía borbónica quince triótico, esto es, democrático; la realeza sis a la inversa, escita que venía a en. años antes; y fué la enemiga más perse transmitía al pueblo, acaso como un señar leyes a Atenas, presentaba a Luis tinaz de la nueva Francia, aun antes de resultado más del Renacimiento neo XVI la trágica opción entre los ingle que el poderío napoleónico renovase las romano.
ses, enemigos hereditarios de su Casa, y viejas rivalidades. En cambio, él recuerPero la verdadera novedad ideal de los futuros revolucionarios, enemigos do de la solidariday entro la América la Revolución americana consistió en natos de su poder; la Monarquía fran. de Franklin y la Francia de Vergennes, unir a la mera voluntad de ruptura en cesa no comprendió que debía optar unido a la presente homogeneidad de tre metrópoli y colonia un sentido in entre Inglaterra y la Revolución; que si las dos Repúblicas, ha hucho que on terior de renovación política; algo así ayudaba a los rebeldes contra el poder los campos de Saint Mihiel pudiera ser pacomo la unión del alma turbulenta de ajeno, fomentaba la rebeldía futura con gada la deuda de York Town, conforGuillermo de Orange, libertador de Flan tra su propio poder. Esta es la flaqueza me a la promesa de Franklin al rehusar des, con el alma de Cronwell, purificada nativa de las monarquías patrimoniales; la paz separada que Inglaterra le ofropor el transcurso de un siglo.
su mutua rivalidad les impide solidari ció con ánimo de consagrar toda su Franklin, el pensador más alto de zarse contra los ataques de sus comunes fuerza a vengarse de Francia. Las paaquella emancipación, planteaba, no ya enemigos. Luis XVI y Jorge III no labras de Franklin a David Hartley, en a un rey, sino a un pueblo legítimamen pudieron solidarizarse contra Washing aquella ocasión, parecen una profecía.
te orgulloso de sus libertades individua ton, como Washington y La Fayette se Hartley, comisionado inglés, le proponia les y de su poder, la cuestión de la solidarizaron, espiritualmente, contra la un Tratado de comercio entre Inglaterra libertad colectiva; pero al propio tiempo tiranía. Ya después de la Revolución y los Estados Unidos, concediendo la promovía, en la tierra que libertaba, la francesa, la Santa Alianza no fue otra primera algunas ventajas comerciales y consumación de las libertades persona cosa que la rectificación de aquel viejo comprometiéndose ambas partes contrales, retrasada en la metrópoli a pesar espíritu de rivalidad. En cambio, la tantes a una alianza defensiva, que dede la ronovación dinástica. Ni la raza, guerra que acabamos de presenciar, bía pactarse aún contra Francia. Fran: ni el derecho patrimonial de los Reyes uniendo a Francia y Rusia contra Ale kliu le respondió que Inglaterra podía podían ser causas justificantes de un po mania y Austria, ha consumado la ex considerarso bien dichosa si se la admider incontrastable y definitivo. Podría tinción de las monarquías patrimonia tiese, a pesar de sus culpas, a gozar de el Rey de Prusia establecer impuestos les, si bien, por otra parte, la solidaridad ventajas comerciales análogas a las que sobre los habitantes de Inglaterra, fun contubernial entre Francia y la vieja había obtenido rancia, y que se engadándose en que éstos eran desciendentes Rusia ha excluído a Francia de toda ñaba si creía, al firmar la paz con los de antiguos emigrados de sus dominios? solidaridad con la nueva Rusia y la ha americanos, encadenarlos en una guerra Hay cierta grandeza de coloquio entre obligado a luchar contra ella. Obsérvese contra la nación generosa dondo éstos iguales, entre Príncipes, diálogo de tra bien la analogia inversa entre esos dos habían encontrado amistad en los incgedia, en la petición elevada a Jorge fenómenos: la Francia monárquica del mentos de su desamparo y de su oproIII por el Congreso de Filadelfia de 1774. siglo xviii ayudó a América contra su sión; y a la que defenderían en caso de Copiemos las palabras de Mignet en su metrópoli, fomentando indirectamente la ataque, obligados por el sentimiento de biografía de Franklin, obra exclusiva propia revolución; en cambio, la Fran gratitud y por la fe de los Tratados. mente pedagógica, semblanza a lo Plu cia republicana del siglo xx ayudó, con Unas frases del Congreso de Filadeltarco, sometida al prejuicio de una lección subsidios, al soberano de Rusia contra fia a sus comisarios parecen revelar que moral. Recordaban a Jorge III que sus su pueblo para que aquel soberano la la gratitud de América a Francia se auantecesores habían sido llamados a rei ayudara a ella contra otro emperador, mentaba con la conciencia de la hetenar en Inglaterra para garantizar a una y perdió con ello toda identificación con rogeneidad política de ambos Estados: nación generosa del despotismo de un los nuevos movimientos de libertad. Admiramos la sabiduría y la verda Rey supersticioso e implacable; que su La España de Carlos IV tuyo atisbos dera dignidad de la Corte de Francia, título a la Corona era el mismo de su de previsión en los primeros momentos. que se ostentan en la conclusión y en pueblo a la libertad; que no querían «El Gobierno español, demasiado lento la ratificación de los Tratados hechos abdicar de la gloriosa condición de ciu en sus determinaciones y teniendo har con América. Ellos tienden poderosadadano inglés y soportar los males de to interés en conservar sus colonias en mente a hacer desaparecer aquel espíla servidumbre. agregaban. Como el Nuovo Mundo para uo vacilar antes ritu estrecho en el cual el género hu Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica