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56 REPERTORIO AMERICANO Conversando con Waldo Frank (Envio del autor)
No es otro el eje alrededor del que hace girar toda su ideología Waldo Frank.
Hay que crear un Mundo Nuevo, un mundo que no ser como hasta ahora una simple continuación de Europa. así es como este joven apóstol se decide a conocer personal.
mente a los hombres y las cosas de la América española, después de haber conocido, por orden na.
tural, a los de España. Lo menos que podia hacer por mi parte, era conocerlo personalmente a él.
Huldo Frank He esperado que Waldo Frank deje el Perú, para hacer pública la conversación que con él tuve en Chile. Fue la nuestra una conversación sumaria: compusimos entrambos el índice de un libro, sin proponernoslo, naturalinente, casi sin reparar en ello.
Conversamos de lo que era propio que conversáramos, fuera de los rebuscainientos intelectualizantes y libres de todo encasillado reporteril, y, por lo mismo, con la honda y clara filosofía que tienen las palabras fluídas de los sucesos y de las cosas aún más triviales para el criterio de la vulgaridad.
Cuando supe que Waldo Frank estaba aquí, decidi ponerme en contacto con él. No habia hecho tal ni con el pensador español inenos español de los pensadores europeos, ni con el filósofo baltico que ha de estimarse como el más cabal producto dialéctico de la post guerra. Los signos de nuestro tiempo no me interesan demasiado, desde el punto de vista del pensamiento europeo y menos aún orientalizado: mi interés mayor es por los signos de nuestra tierra. Estamos situados, sin querer darnos constante cuenta de ello, en meridianos tan distintos, que huelga el asegurar que nuestro tiempo, no es, ni geográfica, ni históricamente, el europeo, siendo contraria a nuestra propia naturaleza toda actitud orientalizante: América en los labios del derrotismo. así le habló Romain Rolland a Waldo Frank es la segura Promesa y en los labios del humorismo así le habló Apatole Fran. ce es la única Esperanza. Dolido yo del esnobismo con que jóvenes naturalmente inquietos y maestros calculadamente inquietantes quieren buscar en Europa solución para los problemas de América, cuando los términos fundamnentales de tierra y población están en sus relaciones, en uno y otro Continente, precisamente contrapuestos, une senti hepchido del buen deseo de ir a estrechar con efusión entre mis manos las de Waldo Frank, obedeciendo a uno de esos espontáneos movimientos con que la Intuición suele aparecer en acuerdo frecuentes veces con la Reflexión. Sin discurrir al inargen de la filosofía de Waldo Frank, el caso para mí interesante resulta de que tal filosofía es toda suya. quiere decir que sólo americona. Cóino no sentirme deseoso de conocer a tal maestro de sí mismo? Bastaríaine haber leido de él lo siguiente: El americano que haya vivido verdaderamente en Europa. es decir, que haya estado en contacto con europeos, si quiere salvar su vida, tiene que volver a su país. En toda Europa palpita este reto orgánico que ella nos lanza: el reto de la creación de América. PALABRAS en el homenaje ofrecido por la revista 1929 a Waldo Frank Waldo Frank: Nos hablaba usted ayer de la unidad hispanoamericana. También, de las diferencias expecíficas que rompen integrandola esa unidud. Parece que exte momento es el adecuado para aislar las diferencias cubanas. El homenaje de una revista autenticamente joven a un hombre de su estatura no puede tener otro objeto puesto a un lado el de acatar u talentos de pensador y de artistuque el de decirle con terdad y con limpiezt a qué distancia se halla lo cubano del Mundo Nuevo.
La Era del Instinto tan certeramente delineada por usted qué NorteameTica vive y Suramérica sufre, se está produciendo con notas distintas en nuestro suelo. No henior tenido coyuntura, como otros pueblos del Sur, para situar frente a frente, en pugna desorbitada, pero fructifera, nuestros valores e intereses. El combate de Santiago de Cuba que en su pris como aqui se recuerda tolon ION anos con dulces lloros oficiales fué cosa irrelevante para los cubanos. Es muil triste que a treinta anos de los cañonacos tengamos que decidir que aquellos hombres ke matuban por un mismo anhelo turbio. Historicamente, con un srutivo economico y por tanto, huma. o de la Historia aquel bombardeo fué un pacto.
Las bocas de los canones pudieron haber sonreido antes de disparar.
Desde Santiago de Cuba. compañero Frank, no ha sido nuestra vida utra cosa que un gozono acoplamiento entre lo colonial español y lo colonial yanqui.
Dercaderías envuellas en banderas. Las nuevas fuerzas instintivar llenaronmoldearon los caurer venerables. Se solidificuron alrededor de la pribrica de azicar. la ruda rapacidad española siguió la rapacidad civilizada de Xorteamt rica. La industrialización de nuestra época que puede ser una puerta ha sido hasta ahora para nosotros la cadena más fuerte. la sombra del Ingenio Catedral de un orden artificial y antihumano las inquietudes que pueden traernos un sentido justo y entilico de la vida no han podido nacer. Si nacieron hoy, su medro sería ilusorio cerca debajo de manos directoras que en la llubana y est Nero ork mueven las ruedas del Ingenio, La insatisfacción material y espiritual que usted ha advertido en el inundo hispanoamericano afecta en esta tierra tragica tension. Realidad colonial con Boluciones mus alla de la voluntad de quir la vive.
Serd nuestra isla privilegiada de la Era Instintied primera, por la fuerza de su dolor, de la Era en que cada hombre integre en función de humanidad en si y fuera de si el Orden Nuevor Si lax minorius. proyectadas ferrorosa.
mente en los puchloe dolorosos, han de drcirlo, yo pido a unted, compañero Waldo Frank, que lleve a las de su pair nuestra verdad y nuestra tragedir, Si no hubiéramos advertido en unted capacidad y voluntad para este mensaje cubano wn lo hubiéramos sentado a esta mesti.
Juan Marinello (Envio del autor. La Habanu. Hícele dar mi nombre por teléfono, y él tuvo la gentileza de no tardar en venir hacia mí.
Mi nombre ha debido de suscitarle en la memoria tal vez la leyenda, con tanto empeño propagada, de mi adhesión a todas las dictaduras de nuestra Américn, aunque no a ninguna de sus oligarquías plutocráticas, lo que vale tanto como decir que a la Fuerza, pero no a la Farsa: yo que tengo apuntado a favor de la América sajona el ejercicio de la tolerancia tanto política como religiosa, en una perspectiva en ese sentido de superior cultura a la de la apasionada Europa, no temí por un instante el que la tolerancin ideológica faltase en el poncerado espíritu de quien, al través del sajonismo de su fe deinocrática, habría de explicarse inis escepticismos hispanoamericanos por la desorganización de las que, con tanta propiedad, Lastarria calificara de apenas «semecracias. Con la diestra extendida y risueño, apareció ante mí, sunvemente, Waldo Frank. La primera impresión, que los intuitivos tenemos por definitiva, fue acariciadora y penetrante. La figurn de este joven Apóstol es muy agradable a la vez que sencilla: no aparece y ello en ningún momento, según hube luego de observarlo ensayando poses» ni ademanes extraordinarios. Menos aún viste él una indumentaria llamnativa.
Tampoco habla con voz engolada.
ni gesto displicente. Y, sin embargo, algo hay que lo distingue, con no poner en ello esfuerzo alguno, como que trasciende de su persona a la manera natural que de su obra: una gran suavidad disimuladora de una gran fortaleza, Waldo Frank da la primera impresión de ser un hombre suave y fuerte. Desde el gran Rabi que no necesito mencionar, estoy seguro que así han debido y deben ser todos los que se sienten con vocación sincera para un apostolado. Apóstol, no Profeta: tal este liorg bre suave y fuerte, que se me figura revestido de suares plumas a la vez que armado de fuertes garras, como su Aguila. Pusa a la página 58)
La invitación a Waldo Frank Bogota, 16 de diciembre de 1929.
Ialdo Frank. Cali.
Periodistus aimiradores de sus ideales de renovación americana y de sit obra de pensador anhelamos prolongue su viaje a este capital, anxiosa de conocerle y escucharle. Diarios representamos verían con agrado consintiera usted dictar aqui conferencias, que abemos despertariun vivinimo interés en circulox intelectuntes.
Salma moslo cordialmente y desea moale grata permanencia en esta nacion, que considérale coniu hermann.
Sanin Cano, Eduardo Santos, El Tiempo; El Expectador, Luis Cano: Mundo al Diit, Luis Carlos Páez; El Diario Nacional, Felipe Lleras Camargo: El Debate. Silvio Villegas: El Nuevo Tiempo, Ismael Enrique Arcipas: El Grafico, Luis Esguerra; Cromos, Luis Tamayo. El Tiempo, Bogotá. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica