José Carlos Mariátegui

174 REPERTORIO AMERICANO Creé mucho en nosotros. Espera demasiado de nosotros. Pero como nuestra infatuación es más grande aún que su creencia y que su esperanza, no debe aguardar de nosotros ni justicia ni gratitud. aquello que soy incapaz de realizar, yo siento la falsa apreciación de las perspectivas, ya por la obra de Daireaux una sincera admira que no hemos de hablar de parcialidad, respeción, tanto más justificada, cuanto que consitando la completa buena fe del autor. dero, que nadie en América había realizado. Lo que más sorprende es el desconociantes que él, esos estudios de conjuntos, tan miento que afecta ante las generaciones que llenos de curiosos hallazgos, que sirven de in. se levantan, sorprendiéndonos con el volumen troducción a las divernas partes en que se diy la calidad de la producción. En los últimos vide su libro, ni menos aún, esbozado esas diez años se ha metamorforseado el panorama siluetas tan exactas, tan matizadas y tan exde nuestra América. Hombres nuevos que surquisitas que él esboza cuando el escritor estu gei como un gesto retador porque saben que diado cae de pleno en la vivacidad de sus pueden aspirar a la maestria, empiezan a imconocimientos y de su simpatia. ponerse a la atención general. Para no hablar Monsieur Georges Pillement, nos declara: de los vivos, me limitaré a citar el caso de «Ya he expresado en diferentes artículos mi José Carlos Mariátegui, que acaba de morir opinión sobre el libro de Max Daireaux. Hu dejando una obra segura. Ni para él, ni para biera yo preferido que englobase toda la Amé otros como él, tiene el menor recuerdo el Sr.
rica hispánica, pero, como me lo ha explicado, Daireaux, que no parece advertir el amplio el editor le había pedido de antemano a Almovimiento de renovación latinoamericana que fonso Reyes un Panorama de la literatura me ha hecho posible tantas triunfantes ascenciones.
xicana. De aquí que su libro resulte, por encima «Dicho lo anterior, el libro de Max Daireaux de todo, inactual. Si se interroga en cualquiera es tan completo y tan imparcial como era dable de nuestras Repúblicas las innumerables reaspirar. Acaso tiene aquí y allá, algunas pevistas de vanguardia que están preparando el queñas omisiones, aunque no hay lagunas gra porvenir, contestarán que el libro no está al ves. Que no se olvide que este Panorama diapasón de sus preocupaciones. Todo lo cual abarca una decena de países, que el escritor se probaria que el señor Daireaux alcanza más vió obligado, bajo pena de hacer un libro de sufragios como narrador que como critico. seiscientas páginas que un editor francés 110 El fino literato colombiano Miguel Valenhubiera aceptado, a limitarse, a condensar, a cia, atiende con especial complacencia a nuescitar solamente nombres de autores que quizá tra solicitud. Tengo una muy alta opinión sobre son célebres en sus paises, pero que, vistos el reciente y «discutido» libro de Max Daireaux.
desde una lejana perspectiva, y la obligación Riqueza de documentación, certeza en el conde no exceder un número determinado de pá cepto, concienzudo análisis de todas las posiginas, no podian pretender un parágrafo entero bilidades intelectuales de nuestro Continente, siu que otros cien escritores, tan notables como son las cualidades fundamentales de ese libro, aquellos en sus respectivos paises, no aspira que, a pesar de haber sido hecho a las volanran la misma cosa. das, por exigencias del editor, tiene la consis«Cada escritor de cada uno de los paises de tencia de las obras largamente meditadas. que ha hablado Max Daireaux pudiera preten «Descartada la gratitud que le debemos a der escribir un panorama más completo y qui Daireaux por su tenaz empeño de hacer conozá más justo en mucho de sus detalles, pero cer en Francia el movimiento literario de la conozco bastante el estado actual de las rela América hispana, de despertar en aquella un ciones literarias entre las diferentes naciones poco de curiosidad siquiera por nuestros valores hispanoamericanas para ponerlo en el trance o mentales, le somos deudores de una magnifica aprieto (pour le mettre au défi) de escribir al obra de consulta: concisa, bien ordenada, y inismo tiempo un panorama de los otros diez completa hasta donde es posible en los estrepaises vecinos. chos límites de tiempo y espacio que al autor «Que se le perdoue pues a Max Daireaux le fueron impuestos. sus omisiones y hasta sus lagunas, si las hay. Nuestros críticos los mejor informados soy sus injusticias, si existen algunas graves, bre nuestra geografia literaria hallarán en ese para cousiderar el bien que este libro 11o dejará Panorama muchos paisajes que ni siquiera sosde hacer a las letras hispanoamericanas en pechaban. Pero me temo que algunos se venEuropa, y agradecerle el esfuerzo conside guen, del descucrimiento que les ha hecho un rable que, sin duda alguna, será aprovechado extranjero, con la crítica petulante de ciertas para la difusión de la literatura hispanoameomisiones de nombres y de los pocos errores ricana. de escala que hay en el mapa levantado por «Por lo demás, a los que no han quedado Daireaux. Cada cual alardeará del conocimiento satisfechos de este Panorama les sobrará siem minucioso de su carta nacional!
pre derecho para escribir otro. Precisa no olvidar, insiste en ese punto el Manuel Ugarte, que abarcó hace años en señor Valencia. que el trabajo de Daireax ha una completa antología La Joven Literatura sido hecho en desfavorables condiciones: preHispanoamericana (fue traducida al francés) mura, pocas fuentes de información, pobreza que todos hemos estudiado en las bancas de de nuestra bibliografía en las bibliotecas de Paris la enseñanza secundaria, nos remite desde e insignificante ayuda de quienes pudieron aliNiza su impresión: viarle la pena de descubrir un sinnúmero de «No tengo ningún resentimiento contra el autores desconocidos fuera de sus fronteres.
señor Max Daireaux, que me ha mandado «Mas sea como fuere, tamañas dificultades siempre sus libros con dedicatorias que obligan han sido vencidas, y la visión del conjunto, a mi gratitud. Hasta me propongo escribir un pesar del vasto horizonte, es clara y precisa. articulo sobre sus novelas americanas, dignas. Daireaux, geógrafo e historiador literario a mi juicio, de todo encomio. Pero el Panora de la América hispana (de Sudamérica, más mia de la literatura hispanoamericana que acaba bién) se pasea por los Andes, y por todas las de publicar me parece fundamentalmente defi épocas de nuestra literatura con un conociciente. miento que extraña. Daireaux, critico y ensa«Bastaría la omisión de ronibres importantes yista, poeta y novelista, juzga y analiza, siente y hasta de países enteros (México, Cuba, Santo y ordena sus emociones, y construye un magDomingo, Puerto Rico) para quitar toda efica nifico libro. El amor por Ainérica le suele hipercia a esta obra, caracterizada sobre todo por trofiar la admiración y nublar el dón profético.
Terminamos la «ingeniosa y fértil encuesta. como amablemente ha querido llamarla Ventura García Calderón. publicando la carta que nos dirige el señor Max Daireaux, en respuesta a la cuestión que le formulamos en bloque y de la que ya hemos hecho referencia al comienzo del presente trabajo.
En perfecto castellano se digna contestarnos el distinguido escritor francés. Aunque me sea poco agradable hablar de mí, y menos tratándose de defender un libro que debería defenderse solo, me es grato contestar a sus preguntas, pues esto me permitirá aclarar algunos puntos «críticos. Varios «aristarcos» de Europa y de América me han reprochado el haber «arbitrariamente apartado de mi estudio a México y a las Antillas. Me llama la atención que ninguno de ellos haya percibido la verdad, que es ésta: Mi panorama forma parte de una «colección y cuando el Director de la misma me pidió que lo escribiera, fue bajo condición de que no hablaria de dichos países, cuya literatura será objeto de otro tomo del cual se ha encar gado el ilustre escritor mejicano don Alfonso Reyes. Podia yo hacer otra cosa que inclinarme y felicitar al editor por lo acertado de su decisión. Ahora bien, usted me pide que le diga la impresión que me han calisado las opiniones «extremas» de las críticas. Ante todo le diré que no me han causado ninguna sorpresa. Yo me esperaba tas duras criticas que de todas partes me llegan y no tengo otra preocupación que sacar de ellas alguna enseñanza. Tan sólo lamento que la mayoria, por ser demasiado personales o locales, no me puedan servir, esto procede de que los críticos sudamericanos que me han hecho el honor de ocuparse de mi libro, se apartan siempre de mi punto de vista, que más que americano fue mundial; he querido juzgar la literatura de América en relación con la literatura universal, y los criticos que hasta ahora han comentado mi libro lo han hecho siempre desde un punto de vista estrechamente nacional. Los chilenos, por ejemplo, que, en general me han tratado con cierta ferocidad, opinan que si bien en conjunto el Panorama 110 es «del todo malo. lo es en cuanto se refiere a Chile. Me reprochan olvidos, errores, falta de información y desconocimiento de los valores; pero cuando llegan al grano y quieren precisar esos olvidos, esos errores, las citas que hacen son tan insignificantes en el conjunto de la literatura americana, que quedo consolado.
He dicho, por ejemplo, y es el punto principal y más caracteristico de estas criticas, que Pezoa Veliz no trae a la poesía ninguna novedad.
Quise decir: a la poesia americana, y me replican que ha traido gran novedad a la poesía chilena; desgraciadamente para probarlo citan un verso de él, siempre el mismo y que a mi me sigue pareciendo de una gran banalidad. lo que aqui digo de Chile, que es donde peor me han tratado, lo podria decir de casi todos los paises. sigo esperando ansiosamente al critico americano que haga de mi libro una critica 110 local, sino de conjunto, una critica panorámica de mi Panorama, pues tengo la impresión que si conocen bien a sus amigos, ninguno conoce Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica