100 REPERTORIO AMERICANO los Cien Mil hijos de San Luis, Gabriel Ara. muy cerca del maestro, pudo tomar respetno año de 1919, el Maestro pasó sobreviviéndose.
celi y Juan Martín el Empecinado, Gloria y samente una de sus manos y poner en ella un Con la venida del otoño, la estación en que, Doña Perfecta, la Duquesa Amaranta, la tris beso conmovido.
como las hojas, se van los enfermos, los débite Marianela mostranilo su carita llorosa entre Entre el público que se dispersaba echamos les, los viejos, se agudizó la dolencia de Gallas ruinas de un laurel, la familia de León de ver a un joven delgado y pálido, de ojos dós anunciando un peligro inminente. En el Roch y Fortunata y Jacinta, el Doctor Cen de fiebre, que terciada de sus hombrus una mes de Octubre todos creyeron que se moría tevo y el amigo Manso. Torquemada, la de capa española y cubierta su melenada cabeza y toda España estaba pendiente del curso treBringas, Angel Guerra y Leré, el tio Pito e Ido de in chambergo de amplísimas alas, maqui meudo que tomaba la enfermedad de Don Bedel Sagrario, Orozco, José María Cruz y Victo nalmente tan emocionado estaba estrechaba nito. Su excepcional y férrea naturaleza, en ria, la loca de la casa, Nazarin, Halma, el León los manos que se le tendían, correspondía a lucha desesperada con la muerte, logró sostede Albrit, Pedro Minio, Casandra, la Marque los abrazos que le prodigaban, pronunciando nerse unos pocos meses. Pero al llegar al dinsa de San Quintín, Electra y Mariucha, Bár entrecortadas frases de agradecimiento. Era tel del año de 1920 ya no pudlo más: la muerte bara, Paulina, Celia, Sor Simona, Santa Juana el gran escultor Victorio Macho, autor de esta triunfó desligando para siempre ese supremo de Castilla. Es una multitud abigarrada, obra que sin profanar las puras líneas del espíritu de su caduca y mortal envoltura de los arquetipos de toda una raza, los que se bloque granítico, expresa de manera pasinosa carne.
agrupan en torno a su crenilor agitando pal el espíritu y la labor ingente del genio espaEl Maestro murió tranquilo. Manos femenimas y ramos de laurel. En tanto, el Maestro ñol contein poráneo; y generoso donante de la nas, las de su hija María, y las de su ahijada, se había transfigurado en la apoteosis de un estatuia al pueblo de Madrid. Desde un prin la señorita Rafaela González, hija del célebre moulerno Tibor: de su frente irradiaban res cipio, declaró que no percibiría ni uu céntimo ex torero Machaquito, habían asistido los plandores como los de la frente del divino por su obra, y que la cantidad colectada sólo últimos momentos con tierna y filial solicitud.
Dante; sui vulgar gabán era manto patricio en se aplicaría a cubrir los gastos de material Del cadáver se hizo cargo el Ayuntamiento, el que se arrebujaba en actitud estatuaria para para que así fuera de todos el homenaje. a nombre del pueblo de Madrid, y después de recibir el homenaje definitivo de los hijos de Al fin la multitud acabó por abandonar el embalsamado fue expuesto en suntuosa capisul genio. El cuadro era mágico; la escena parquie; y entre la fronda nemorosa, naufra Ila ardiente para que fuera reverenciado por única, sobreluumana, desenvolviéndose en un gando en la penumbra de un crepúsculo in el público.
luminoso ambiente de idealidad.
vernal, preciosamente breve, quedó sólo el Antes de morir, Don Benito había manifesEsto es lo que vió nuestro espíritu soñador hombre de piedra como un blanco símbolo de tado verdadero horror de ser enterrado en el y propicio a todas las exaltaciones. Pero la la perennidad del arte. Desde su altura ve panteón de hombres ilustres. Hay allí murealidad fue otra y como realidad, también fue sucederse las generaciones: la pareja de ena cha política. había dicho. manifestando su bella.
morados, la eterna pareja que va y viene del deseo de reposar al lado de su herinana en el Una vez descubierta la estatua, Serafín Al fondo de los siglos, pasa hacia el porvenir cementerio de la Almudena, bajo la cruz de vares Quintero subió los escalones del pedes sonáinbula de su divino ensueño, los niños van Cristo y en tierra bendecida.
tal y, con esa su voz cálida y gentil prestan enguirnaldados de la mano y juegan al corro El Gobierno español, con ese don de errar cia, pronunció un bellísimo discurso que, como ante la efigie del viejo abuelo, y esos niños que tienen todos los gobiernos procedió, a la quinteriano, fué brillante, inspirado, efusivo, se tornarán hombres y viejos, a su vez. to muerte de Galdós, con incomprensión y cicaexento del terrible lugar común.
dos pasarán, en el devenir inacabable de la tería: decretó para el cadáver los mismos hoEl Alcalde dijo que Madrid recibía y convida. Pero Galdós y su obra no pasarán. nores que años atrás se habían tributado al servaría el monumento a Galdós como una de Campoamor, como si pndiera equipararse reliquia sagrada y que, en nombre del pueblo La muerte. Es fuerza ahora relatar los el ingenio de éste al genio auténtico; y prebesaba la mano del Maestro. Luego ya no últimos días del genio, el ocaso de aquel sol textando que. Galdós no había desempeñado pudo hablar nadie. Las aclamaciones, los ví esplendoroso. Parece que las fuertes emociones nunca ningún cargo político, apoyado en los tores y las ovaciones eran imponentes. El de aquel día, le fueron físicamente fatales a eternos precedentes, dispuso que las tropas no extenso parque no era sino un clamor enorme. Galdós, de cuya médula había hecho presa cubrieran la carrera ni se le rindieran honoSe firmó el acta inagural siendo la del pro una terrible tabes dorsal, desgarrando con sus res militares de ninguna clase. Este mezquino pio Galdós la primera firma.
uñas aceradas todo el cordaje nervioso. Al proceder tuvo la suerte de disgustar a todo Hubo una nota tiernísima: Un grupo do volver a su casa aquel día de la inauguración el mundo, incluso a los propios militares. En niñas ciegas se presentó ante don Benito pode su estatua dice uno de sus biógrafos tu un periódico escribieron. Si algún español niendo en sus manos in ramo de flores que vo que estarse en su despacho descansando merecia que a su muerte se enlutaran las banél beso tembloroso.
dos o tres horas y luego no pudo subir a su deras y se pusieran las armas a la funerala El pueblo de Madrid, después de haber es alcoba: por primera vez hubo que subirle. El y resonaran las marchas fúnebres y retumbacrito esa página tan bella en su historial de último periodo, el de la gran decadencia, co ran los veintiún cañonazos, era el épico cantor pueblo culto, comenzó a dispersarse.
menzó entonces. Se hizo irascible, al mismo de Trafalgar y del Dos de Mayo, de Zaragoza El maestro consiguió no sin trabajo volver tiempo que se le extinguía la voz. El que nun. y de Gerona, de Bailen y de los Arapiles, de a tomar su coche en el que se dirigió a su do ca dió una orden sino que se limitaba a soli todas las glorias españolas. micilio seguido por gran parte del pueblo que citar permiso, se hacía intratable, tenía volun El entierro de Galdós fué, pues, modesto continuaba aclamándolo. Antes de que don tariedades. Se quejaba de que no le atendían como su vida. Pero si a su paso no se iucliBenito Pérez Galdós subiera a su carruaje, el en la casa, donde, sin embargo, todo, personas paron las banderas ni desfilo ante el féretro que escribe estas páginas, que consiguió llegar y hacienda, le estaba subordinado. Todo el el cortejo marcial de penachos, espadas, bayó.
netas, lanzas, corazas y caballos, todo el pueblo de Madrid en compacta y ululante masa lo llevó materialinente en hombros; y si no BANCO NACIONAL DE SEGUROS resonaron los clarines, ni los tambores, ni las músicas funerales, un viva. Galdós. surgió SAN JOSÉ, COSTA RICA espontáneo, ahogado en llanto, del fondo del pecho de la muchedumbre y su eco más emoPLENA GARANTÍA DEL ESTADO cionante y significativo que la voz de los canones repercutió en todos los ámbitos de España.
Seguros sobre la vida Incendio Accidentes Sombras. En torno a Galdós, como en tordel Trabajo Tansportes Marítimos no a todos los grandes hombres, se ha fantaseado mucho.
Capital. 4, 000. 000. 00 Dos grandes tristezas, la ceguera y la pobreza se han exagerado de manera tal que no Reservas diversas al 31 de Enero de 1930. 3, 487. 307. 58 podían menos de infundir piedad la una, y rubor la otra en todos pecho español. Al calor Pólizas en vigor a la misma fecha. 78, 819. 909. 67 de estos sentimientos, un grupo de altos y generosos espíritus, propuso en 1914, levantar una suscripción nacional a favor de Don Be. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica