REPERTORIO AMERICANO 329 Acaban de cumplirse nueve años.
Fué el de marzo de 1916. La notiRecordando a los de ayer de horizontes. Dedicó continuada atención a nuestra producción librecia de una catástrofe maritima con De La Prensa. 29, III, 1925. Buenos Aires.
ril. y asi, y porque aqui vivió sus movió a la ciudad. Un gran trasatláninejores anos y publicó sus obras y tico, el Principe de Asturias, había ensenó con la prédica y el ejemplo, naufragado en las costas del Brasil, aunque catalán de origen, ha de teen viaje a nuestras playas. Un choque nérsele por nuestro y muy nuestro.
tremendo: el buque habiase hundido Identificada su alma con la de las en pocos minutos. Juan Mas y Pi nuevas generaciones argentinas, com.
venia en él, con su bienamada compartió sus desengaños, sus odios, sus panera. Aqui le esperaban su anciana anhelos; y. si, aunque conocido y bien madre, su hijita, su único hermano, conceptuado por el público, no alcanmúltiples amigos. Durante varios dias zó tal vez porque su muerte temla incertidumbre engañóse con la esprana se lo ha impedido a ejercer peranza, y el peligro.
una poderosa influencia sobre el amEl periodista. Nacido en Cata biente, no ahorro esfuerzo por la eleluña, pasó su adolescencia en el Bravación intelectual de aquél, y no siemsil y radicóse luego en la Argentina, pre resultaron vanos sus esfuerzos.
El periodismo lo absorbio desde temPor lo menos, aqui donde la critica prana edad. Recién llegado a nuestru literaria suele ser considerada un hupais, trasladóse a La Plata e ingreso milde menester de la cocina del a la redacción de un diario matutino; diario, que cualquier galopin puede más tarde fué redactor principal de ejecutar, él enseñó por palabra y La Reforma, diario de la tarde. Trapor obra que los libros son cosas bajador incansable, intervenia en tomuy respetables y se les debe el resdas las secciones y en todas dejaba peto siquiera de leerlos y analizarlos alguna innovación tipográfica, algún con cultura y honradez, cuando de rasgo espiritual, logrando singularizar ellos se escriba. al diario con una fisonomía inconfunPero en uno de sus estudios, el dible dentro del rutinario periodismo mismo Mas y Pi oos dió su mejor local. Después de algunos años de definición al darnos su concepto prolabor tenaz y casi oscura en la capi.
fesional. El crítico escribió allital de la provincia, ingresó El Diadébe poseer, en primer término, ese rio Español de Buenos Aires.
Juan Has y Pi estado de simpatia reclamado por Todos sus amigos desfilamos por Carlyle, y tener, además, una dupliaquella salita pintorescamente tapi.
cidad de espiritu, un posible desdozada de grabados, ilustraciones y retratos re de sus ensueños, de sus ideales artísticos o blamiento de su inteligencia, para poder comcortados de revistas extranjeras, en que Juan sociales. En el tramvia iba anotando observa prender el estado mental del autor, estudiado, Mas y Pi, de pie, inclinado sobre su pupitré, ciones, pensamientos fugaces, o trazaba el. colocándose en su medio y en sus condiciones llenaba todas las tardes decenas de cuartillas plan de su labor inmediata. Poco más tarde, a idiosincrasicas para asimilar integramente todo con su letra menudu, pareja, eslabonada. Al la luz de su lámpara y acariciado por el silen cuanto el autor ha querido decir. Solamente llegar el visitante, volvía la cabeza, sin cam cio de los seres queridos, su pluma corria por asi, el critico dejará de ser un censor, un fisbiar de posición el cuerpo, sonreía ligeramente el papel, libre, ágil, rejuvenecida por el nuevo cal, cuya obra será grosera como todo lo que con su sonrisa un poco triste, un poco irónica, surco generoso donde sembraba ideas nobles se convierte en oficio, y solamente así podrá y continuaba llenando renglones, sin una ta y sobretodo suyas, sueños armoniosos y espe encarar los inás complicados problemas y es.
chadura, mientras sostenia con naturalidad un ranzas cordiales. Entre sus manuscritos inédi tudiarlos, aceptando o no las conclusiones de diálogo amistoso.
tos debe haber más de un libro de cuentos, los autores, pero manteniendo siempre, sobre Aquella facilidad para escribir, adquirida como alguna novela terminada y muchos ensayos su opinión personal, la noble rectitud de lo un hábito por la dura necesidad de ganar tiempo críticos de importancia.
sincero. Solamente el amor, indispensable al y multiplicarse. que la vida le impusiera, no Lector asiduo no sé en qué momentos de su ar tista para la creación, podrá dar al critico afectaba, empero, la limpidez ni la elegancia dia grávido lograba acrecentar su cultura y la fuerza asimilativa necesaria para interprede su prosa. Expresaba claramente lo que de seguir atentamente el movimiento literario y. tar con honradez la obra ajena. Sin amor, el seaba, en materias distintas, con esa urgencia artístico de Europa y de los países latinoame critico juzgará dictaminando en pro o en cony esa universalidad que son las dos alas del ricanos. Sobre su mesa estaban siempre las tra, pero no comprenderá, y no comprendiendo periodista. Lamentábase a veces, sin embargo. últimas novedades. revistas extranjeras, li mal podrá acertar con la expresión justa, con en el abandono de la intimidad, de no poder bros de versos, de cuentos, de ensayos, de el término exacto, con el juicio lleno de honreleer, corregir, purificar sus páginas ni culti historia literaria, novelas, dramas, recién pu radez que la conciencia exige. var el estilo en sus obras. Pero no hablaba blicados. Conocía extensainente las literaturas El hombre. La crítica, obra de amor. entonces el periodista sino el escritor, sofo española, catalana, francesa, portuguesa, bracado por aquél y vencido bajo su peso; el ar sileña, y no ignoraba nada de la nuestra.
Mas y Pi fué un gran corazón. Tanto valia el tista que latía en lo más hondo de su ser. Aquella información documentaba y robustecia hombre en él, que cuantos tuvimos la dicha de sus juicios y contribuyó a perfilar, en nuestro conocerlo en la intimidad, no podemos leer El escritor. el escritor subsistia a exambiente literario de quince años atrás, su ninguna de sus páginas sin iluminarla con pensas del sueño y el reposo. Sólo en aquepersonalidad de critico. Dos volúmenes, Ideanuestro afecto personal.
llos que se sienten dominados por una vociones y Letras españolas, en que recogiera Modesto, sobrio, concentrado, no despertaba cación irrefrenablé es concebible un sacrifiuna ininima parte de sus estudios, enriquecie.
una simpatia instantánea. Habia algo de evacio tan constante y cruento. Por eso, al ensivo en sus ojos, en su sonrisa débil, en su ron la bibliografía nacional de su época con terarse de algún juicio demasiado severo para un aporte valioso y singular.
voz. era acaso la timidez social de un espluno de sus libros, soureia melancólicamente, ritu solitario. El mecanismo de su labor perioacaso con desprecio, orgulloso de su esfuerzo El crítico. Porque Mas y Pi fué, ante distica parecía haber regularizado sus movi.
incomprendido, pero amargado de verse cons todo un critico, un disociador de ideas, un mientos, sus gestos, dándole una falsa apa.
treñido a entregar obras que el reconocia pre analista sutil, un predicador, un amante de las riencia de hombre pacato, indiferente. Más de cipitadas, fragmentarias, inferiores a sus ap obra bellas, un amigo alentador de todo es uno, al conocerle, se asombraba de que el titudes.
fuerzo desinteresado. Nadie en nuestro país, fuese el autor de algunas prosas vibrantes, inDespués de su. pesada tarea diaria de pe en los últimos años escribía Roberto Gius cendiarias, en que solia dar escape a su inriodista, su descanso era recomenzar. Al salir ti en un artículo de homenaje póstumo de dignación y a su sed de justicia humaila. Por de la redacción desembarazábase de lo coti sempeñó la función crítica con mayor constan otra parte, era tan pulcro en su persona, tan diano y sumergiase en el espacio sin tiempo cia, humildad, elevación de miras y amplitud correcto en el vestir, que desilusionaba Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica