255 REPERTORIO AMERICANO mano, puede criatura tan impotente como el embargo, más que un átomo desvalido en un no le piden a la vida ninguno de los bienes Hombre conservar sus aspiraciones sin que pier mundo que no tiene ese conocimiento, se 110s personales sujetos a las mutaciones del Tiempo.
dan su brillo? Misterio extraño es el de que la presenta de nuevo este dilema. Adoraremos la Aún cuando la necesidad de la renunciación Naturaleza, omnipotente pero ciega, en las re. Fuerza, o la Bondad. Tendrá existencia propia prueba la existencia del mal, el Cristianismo, voluciones de sus carreras seculares a través nuestro Dios, y será malo, o lo reconoceremos al predicarla, ha demostrado una sabiduria que de los abismos, del espacio, haya echado de bueno pero hechura de nuestra conciencia? supera a la filosofia prometeica de la rebeldia.
su vientre al fin un hijo suyn, sometido a su. La respuesta a esta pregunta es de tremenda Debe confesarse que, de las cosas que deseapotestad como sus otros hijos, pero dotado de importancia, y afecta profundamente toda nues mos, algunas, por imposibles que sean, son, 110 visión, conocedor del bien y del mal, con ca tra moralidad. La adoración de la Fuerza, a que obstante, bienes efectivos; otras, por más que pacidad para juzgar todas las obras de su Ma Carlyle y Nietzsche y el credo Militarista nos las deseemos ardientemente, no forman parte dre que es incapaz de pensar. pesar de la han acostumbrado, es resultado de nuestro fra. de un ideal plenamente purificado. La creencia Muerte, marca y sello de la potestad materna, caso en mantener nuestros ideales en contra de que lo que ha de renunciarse es malo, auirel Hombre es libre, en los breves años de que de un universo hostil: Es en si la sumisión de que a veces resulta falsa, lo es menos frecuendispone, para examinar, para criticar, para co hinojos y con la frente en el suelo, delante del temente de lo que la pasión indomada se suponie; nocer, y, en la imaginación, para crear. él mal: El sacrificio de cuanto es mejor eni 1! OSO y el credo de religión, al dar una razón de fe únicamente, en el mundo que conoce, le perte tros, en aras de Moloch. Si fuerza alguna he. para probar que esa creencia nunca es falsa, nece esta libertad; y en ella estriba su supe mos de respetar, sea más bien la fuerza de ha sido el medio para purificar nuestras esperioridad sobre las fuerzas irresistibles que do quienes rechazan esa falsa «aceptación de las ranzas, por el descubrimiento de muchas ausminan su vida externa.
realidades que no reconoce que las realidades teras verdades.
El salvaje, como nosotros mismos, siente la con frecuencia son malas, Confesemos que en el Pero hay en la resignación un elemento nás opresión de su impotencia frente a los poderes mundo que conocemos hay mucho que estuviera de bondad: Hasta los bienes efectivos, cuando de la Naturaleza; pero no teniendo en si nada mejor de otra manera, y que los ideales que son inasequibles, no deben ansiarse febrilmente.
que respetar más grande que el Poder, volunhemos hecho y debemos hacer nuestros no se todo hombre le llega, tarde o temprano, la tariamente se postra delante de sus dioses, sin realizan en el reino material. Conservemos nues hora de la gran renunciación. Para los jóvenes inquirir si, son dignos de su adoración. asti tro respeto por la verdad, por la belleza, por nada hay que no se pueda lograr; no pueden mosa y muy terrible es la larga historia de cruella perfección ideal que la vida no nos permite creer que sea imposible de alcanzar una cosa dad y de tortura, de degradación y de sacrificio que alcancenios, aunque el inconsciente universo buena, deseada con toda la fuerza de la vohumalio, soportados en la esperanza de placer no nos otorgue aprobación de nada de eso. Si luntad apasionada. Pero por la voz de la muerte, a los dioses celosos: Cree el trémulo creyente el Poder es malo, como parece ser, echémoslo o por la de la enfermedad, o por la de la poque de seguro, cuando se ha sacrificado de de nuestros corazones. En esto estriba la verbreza, o por la clara y alta del deber, todos y buen grado lo que era más queri la sed de dadera libertad del Hombre: En que puede to cada uno de nosotros forzosamente aprendesangre de las divinidades se saciará y no eximar la determinación de adorar sólo al Dios mos que el mundo no fué hecho para nuestra girán más. La religión de Moloch, como genécreado por nuestro amor de la bondad, y res. felicidad y que, por bellas que sean las cosas ricamente podemos llamar esos credos, es en petar sólo aquel cielo que inspira la visión inque anhelamos, la Fatalidad sin embargo las esencia la sumisión cobarde del esclavo quo ni terior de nuestros inejores momentos. En la prohibe. Es parte del valor, cuando el infortuen su corazón se atreve a permitir el pensaacción, en el deseo, estamos obligados a some nio nos abate, sobrellevar sin lamentarnos la miento de que su amo no merece adulación.
ternos a la tiranía de las fuerzas exteriores; ruina de nuestras esperanzas, dándoles las esPuesto que la independencia de los ideales aún pero en el pensamianto, en la aspiración, somos paldas de nuestros pensamientos a los vanos no ha sido reconocida, puede el Poder ser ado.
libres, libres de nuestros projimos, libres del pesares. Este grado de sumisión al Poder no rado libremente y recibir respeto ilimitado a misero planeta sobre el que se arrastran impo es sólo justo y recto: Es entrada misina a la pesar de su voluntariosa repartición de dolores.
tentemente nuestros cuerpos, libres, en fin, mien sabiduría.
Pero gradualmente, a medida que la moralitras nos dura la vida, hasta de la tiranía de la Pero la renunciación pasiva no es el todo de dad cobra osadia, coinienzan a sentirse los remuerte. Aprendamos, pues, a tener esa energia la sabiduría; pues no es con solo la renunciaclamos del mundo del ideal; y la adoración, si de fe que nos permita vivir constantemente con ción que podemos edificar el templo para la no hemos de dejar de adorar, ha de otorgarse la visión de la bondad; y, en la acción, descen adoración de nuestros ideales. En el imperio a dioses de otra índole que los creados por el damos al mundo de las realidades teniendo esa de la imaginación, en la música, en la arsalvaje. Algunos hombres, aún cuando sienten visión siempre delante de nosotros.
quitectura, en el sereno reino de la razón, y las deinandas del ideal, conscientemente las re. Cuando el contraste entre la realidad y el en la magia aurea y vespertina de la poesia chazan, arguyendo que el Poder es en si digno ideal se define perfectamente por vez primera, lirica, dondequiera que la belleza brilla y arde de adoración. Tal es la actitud inculcada en la un espíritu de fiera rebeldía, un fogoso odio para lejos del contacto con la tristéza, lejos del terespuesta que dió a Job, Dios desde el fondo con los dioses, parecen necesarios para decla. mor del cambio, lejos de los fracasos y desendel torbellino: El poder y la sabiduría de la rar la libertad. Retar con prometeica constancia: cantos del mundo de las realidades, allí se visdivinidad se exhiben, pero de la divina bondad al hostil universo, mantener de continuo frente lumbran inolvidables prefiguraciones del templo.
no se da indicio. Tal es también la actitud de a nosotros la realidad del mal odiándolo siem en la contemplación de esas cosas la visión aquellos contemporáneos nuestros que basan su pre activamente, no rechazar dolor ninguno que del cielo cobrará forma en nuestros corazones, moralidad en la lucha por la existencia y la la maldad del Poder pueda inventar, parece ser y será para nosotros a un mismo tiempo la piesobrevivencia, y sostienen que quienes sobre el deber de quienes no han de doblegarse ante dra de toque para que juzguemos el mundo que viven son de necesidad los más aptos y mejo lo inevitable. Pero la indignación sigue siendo nos rodea, y la inspiración que nos sirve para.
res. Pero otros, no contentos con respuesta tan servidumbre, puesto que obliga a nuestros pen hacer adecuado a nuestras exigencias todo repugnante al sentido moral, adoptarán la po samientos a mantenerse. ocupados con un mundo cuanto en si no sea capaz de ser piedra en la sición que nos hemos acostumbrado a conside perverso; y en la fiereza de deseo de la que construcción del templo sacrosanto.
rar como especialmente religiosa, y mantendrán surge la rebeldia hay, además, un egoismo que Excepto para aquellos raros espiritus nacidos que de una manera escondida pero cierta, el es necesario que venzan quienes han de ser sin pecado, hay una caverna de oscuridad que mundo de las realidades está en armonía con sabios. La indignación es la sumisión de nues. atravesar antes de poder entrar en ese templo.
el mundo del ideal. Así, el Hombre crea a Dios, tros pensamientos pero 110 la de nuestros de La boca de la caverna es la desesperanza, y haciéndolo todopoderoso y todobondadoso, lo seos. La libertad estoica en que consiste la su piso está pavimentado, con las losas de las grando en el la unidad mística de lo que es sabiduria, es la sumisión de nuestros deseos esperanzas muertas. Allí el Yo la de morir con lo que debiera ser.
pero no la de nuestros pensamientos. De la sui allt la avidez y la codicia del deseo no domado Pero, después de todo, el mundo de las rea misión de nuestros deseos nace la virtud de la han de ser sacrificadas, pues sólo asi puede el lidades no es bueno; y, al someter a él nuestro resignación; de la libertad de nuestros pensa alma librarse del imperio de la Fatalidad; pero juicio, hay un elemento de esclavismo del que mientos surge todo el mundo del arte y de la del otro lado de la caverna, el Portal de la debemos purgar nuestros pensamientos. Porque filosofia, y aquella visión de la belleza con la Renunciación da a la luz solar de la sabiduria en todas las cosas conviene exaltar la dignidad que, al fin, conquistamos a medias el rehacio por cuyo esplendor una nueva visión interior, del Hombre, libertándolo hasta donde sea posi. mundo. Pero la visión de la belleza le es po un nuevo jubilo, una ternura nueva, brillan para ble de la tiranía del Poder no humano. Cuando sible solo a la contemplación no encadenada, alegrar el corazón del peregrino.
nos hemos dado cuenta de que el Poder es en a los pensamientos sobre los que no hace fuerza Cuando, depojados de la amargura de la resu mayor parte malo, de que el Hombre, com la pesantez de los deseos ávidos; de manera beldia impotente, hemos aprendido a resignarsu conocimiento del bien y del mal, no es sin que la libertad les llega sólo a aquellos que ya nos al régimen externo de la Fatalidad y a Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica