Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO 381 ba y el Brasil y Colombia so que no suenan sino en emigrar, étnicas. En próximos artículos breviene la crisis y así en los de muchos de ellos con algún ca narraré los resultados de mis más países. Necesitamos crear pital. Al imperio naval yanqui recientes estudios y mi encuesindustrias nuevas. Vuestro co hay que oponerle su antídoto: ta personal (especialmente en rresponsal acaba de recorrer colonizar, crear nuevas rique Alemania) mirando por colodurante seis meses la Alemania, zas, renovar nuestras reservas nos seleccionados para nuestros el Austria y la Europa Central, países donde hay millones Victor de Valdivia de hombres sanos e industriosos Paris, Abril de 1930.
deshabitados y desamparados países. Lo que ha dado riqueza a los del Norte tiene que dar también la riqueza y la grandeza a los del Sur. Nos basta mirar a California: todo lo debo a la colonización, el descubridor del oro fué el suizo Sutter.
Si hacemos recuento bibliográfico Fulgores de tragedia Bogotá, llevando el propósito de abandolina en Dos poemas de Francisco Amighetti de resclencia de la América Española, encou De El Universal. México, tituirse a la familia que acababa de fortraremos seguramente que la parte inalma respecto a usted: usted los conoce, mar en Quito.
terpretativa es menos, voluminosa que la Pero no fue Sucre quien recibió la trissentimental. Los escritores se han entrepues me conoce desde hace mucho tiemtemente esperada noticia de la desaparigado con pasión a discutir sobre sus po, y sabe que no es su poder sino su amistad lo que me ha inspirado el tierno ción de Bolivar, sino Bolivar quien supo referencias nacionales o personales. Es antes de morir cómo se le había adelanafecto a su persona. Lo conservaré, cualya célebre la polémica en que fueron disquiera que sea la suerte que nos quepa, tado en el camino de la muerte aquel viacutidos. los méritos de Bolívar y San Martin. La historia ganó, pero acentuan. siempre el afecto que me ha dispensado.
y me linsojeo de que usted me dispensarí jero que parecía llevar consigo todas las promesas de la dicha.
do su sentido marcial. Aun los indiferenSabré en todas circunstancias merecerlo.
Bolívar, se había detenido en las innietes a la preocupación de establecer jerar Adiós, mi general. Reciba usted por ciaciones de Cartagena. Ocupaba uno de quias entre héroes, buscan sólo gaje de mi amistad las lágrimas que en los bohios del Pie kde la Popa. Le anunemoción bélica en la evocación de la ciaban el arribo de una fragata inglesa este momento me hace verter la ausencontienda que terminó con la batalla de cia de usted. Sea usted feliz en todas parque debía llevarle los recursos pedidos a Ayacucho.
tes, y en todas partes cuente con los serCaracas para la expatriación. En la noche Cerrado el ciclo de las coninemoraciovicios y con la gratitud de su más apadel primero de julio, dos calesas llegahan nes seculares que han venido celebrándose sionado amigo.
a la puerta del bohio, El general Montidesde 1908, es de suponer que podrá inatilla, acompañado por un grupo de amigurarse un período más propicio al aná Cuando Sucre firmó esta carta, que no gos del proscrito, cumplía el encargo dolisis. Los centenarios que tenemos lleva fecha, pero que se presume escrita Icroso de informarle que Sucre había sido perspectiva no serán ya de epopeya sino el de mayo de 1830, Bolívar se encami misteriosamente asesinado en la montaña de conflictos en los que veremos desta naba hacia la costa. Allí le aguardaban dle Berruecos.
carse los problemas de organización. Ha la tumba o el barco de la proscripción. Sabemos por las Memorias de Posada blaremos del humilde pasado que se En Turbaco leyó, la despedida de su te Gutiérrez que Bolívar oyó el relato de ocultaba tras la polvareda de los campos niente, y comparó los destinos. Sucre, Montilla, se dio una palmada en la frente, de batalla.
todo ilusión y esperanza, había salido cie guardó silencio y despidió a sus visitanAnticipemos esa serenidad recogiéndonos para una meditación. Estamos, es verdad, sometidos a la fascinación de los grandes triunfadores. No logramos desprendernos totalmente de las masas arras(Envio del autor. tradas por una devoción llena de ternura.
La elocuencia de los panegiricos nos doTranvia de mi barrio Campesinos anocheciendo en el mina. Pero hay fulgores de imparcialidad Este tranvía de mi barrio corredor de la casa en la emoción.
a quien quisiera bañar con la ternura de un poema Campesinos anocheciendo en el corredor de la casa Abrimos las Cartas de Sucre en las recorre su kilómetro todo el día voluminosas Memorias de Leary el con su andar chirrriador de paralítico Boswell de Bolívar, si no es que ese papel madre padre hijo tranvía borracho deba asignarse al autor del peregrino Dia que toma en las taquillas mujer hombre hijos rio de Bucaramanga. y leemos las pala que se detiene ante los entierros miran hacia el camino por donde el camión pasa bras de la espedida que el Gran Mapara no matar veces al mucrto riscal de Ayacucho dirigió a su admira que mezcla su música con dos largas miradas dicen adiós a todo do jefe. Es un documento breve y de sen con las campanas de la iglesia.
y el hombre acaricia su guitarra, que cuida cillez familiar. Está escrito con la pluma Cuando vuelvo a mi barrio como un burgués su piano, de modo soldadesca de que habla Montaigne. Si me subo en él es un modo de acariciarlo acaso hubo algún borraclor y en él hueque la tarde gime un poco en la viva madera tranvía que cruzaste por mi frente llas del trabajo para la corrección del esde la guitarra ciando pensé las prinieras cosas sutiles tilo, esto clelataria al artista enemigo de mirándote resbalar por mi calle junto con el grillo la piapia y la cigarra la retórica, pues precisamente por la au quebrar mi silencio sencia de toda afectación, la carta de con tu musiquita de órgano detrás los sembrados gcométricos de dulces colorez Sucre alcanza un valor decisivo de nota tranvía que ibas olfateando gente plano objetivo de la proyección de su trabajo personal. Lo que no dicen las palabras como un fiel perro dorado csperanza proyectada que se tuerce hasta el bajo corre entre líneas, como si manara de una tranvía barato donde el río muge como un buey de plata.
fuente de sentimiento contenido. Se ve al hombre. Oímos las palpitaciones de su Francisco Amighetti corazón atribulado.
San José, 1830.
No vacilo en dar integramente la cita. Mi General. Cuando he ido a la casa de ustekl para acompañarlo, ya se había marchado.
Acaso es esto un bien, pues me ha evitadu el dolor de la más penosa despedida. Ahora mismo, comprimido mi corazón, no sé qué decir a usted. Nas no son palabras las que pueden fácilmente explicar los sentimientos de mi Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica