104 REPERTORIO AMERICANO un GOZABA Andrenio al inorir de la suma la muerte de Andrenio e izquierda. Gómez de Baquero no tuvo autoridad que un critico puede obque renunciar a ninguna de sus convictener hoy por hoy en las letras caste De La Gaceta Literaria. Mailrid ciones, no tuvo qne admitir nuevo creito; Llanas. Autoridad, más que entre los lisí, en el trance de tantos, recordó que, teratos militantes, siempre disconformes siendo conservador, era también liberal, con cuanto signifique norma distinta del hasta en el nombre de su partido; si conguisto propio, ejercida directamente sobre servó, por encima de todas las mwanel lector de tipo medio, cuyo favor difizas y trastornos del tiempo, sit amor it.
cil sólo se adquiere a fuerza de años y la palabra y al concepto, que las pnla.
sólo se conserva cuando no se le engana.
brus no podían reducirse para él a No entiendo yo por lector de tipo mevano sonido.
dio el de los hombres sin cultivar, al Hoinbre de izquierdas, pues, cuando contrario. Es el formado por hombres la maquinaria política iba derivanilo 11:tque, siendo cuitos, cada cira! en su discicia la derecha, sería, con todo su fondo plina, tienen un principio de formación doctrinal, hombre de derecha en otra orliteraria, de gusto; que van al libro, no ganización del Estado. Pero, aun en sus porque les sirve para matar unas horas, tiempos de inilitante en las filas consersino porque, al contrario, les ayuda a vadoras, le favorecía mucho, entre sus vivirlas.
correligionarios, cierta tendencia hacin Este lector no suele gustar de enigmas las ideas más libres y andaces, como fay problemas puramente literarios. Hay vorece entre los hombres ile significación que hablarle con claridad vlecisión. Hay; avanzada la austeridad en el vivir, el casi casi, que darle formulado lo que él porte casi religioso de su laicismo.
mismo piense. No es mezquino papel para En literaturn, fué también hombre de un crítico el de llegar a conseguir esto.
ilerechia, en el mejor sentido de la exY no necesita el que tal logre abdicar presión. No quiso lefender, sobre toilo, siis gastos personales para tornarse inel casticisino, santo seña de grupo. Al térprete del corpún sentir. Lejos de eso, contrario, nadie más abierto que él a un su gusto personal es el que viene a conespíritu de avance. Formarlo en la culvertirse en panta del sentir general; sus tura del siglo xix y en la disciplina de predilecciones se ven admitidas por un los críticos franceses después de espa.
público adicto, que no se empein en ananola, francesa fué preilominantemente sau lizar por si el libro que lee, annyne, lectura, como se ve en las citas de sus puesto en el trance, también podría ana libros, en los comentarios a la actualilizarlo. Público a quien se puede condad que brotaban dinriamente de su pluvencer, porque entra gustoso en la plática.
ma; pero francesa sin exclusividad, y, No consiste la tarea del crítico en disAndrennio sobre todo, sin deslumbramiento. si Dibujo de Suche tribuir castiyos y premios, en decir «esto actitud ante lo nuevo, que yo he calificaestá bien. esto está mal. Consiste, sodo, viviendo él, de defensiva, no era de bre todo, en decir. Esto es así. En ser si cua improvisación. Sólo se improvisa una parte de ningún modo cerrada ni contradictorin. No era dran la realización y el propósito. El gusto lo escrito, la mera formn, y para eso dentro Gómez de Baquero hombre capaz de hacerse del crítico no suele ocultarse; pero no es factor de límites muy amplios. El que escribe sabien el desentendido ante una tendencia literaria decisivo, porque es gusto, y no ley. diferen do de lo que escribe, no improvisa jamás. Su en formación; antes bien, sabía mirarlas con cia de los críticos de antaño, el de hoy no preparación es garantia de acierto. Su buena simpatía, y a muchos escritores jóvenes les acomoda su gusto a unas leyes en que no cree fe consigue lo restante.
dedicó, en la ocasión de sus primeros libros, nadie. Su libertad es mayor; también es ma Gómez de Baquero vino al campo de las le palabras de aliento.
yor su responsabilidad. Todo el crédito que lo tras con una cabal preparación universitaria, Lo que con más desconfianza recibía eran gre lo ha de obtener por sí mismo. El crítico después de haber ejerciilo lina profesión no las reputaciones recién establecidas que llegaes hoy abogado, y no juez.
ajena a su vocación verdadera, a la que le dió ban a España como novedades impuestas por Ha de tener dotes de persuasión nada vul definitivamente el triunfo, Este hombre de le una moda: Proust, Pirandello, Spengler, Keygares, ha de manejar unas armas muy justas, tras empezó por ser, y fué toda su vida, un serling. Con desconfianza; pero no con desilén.
ha de poseer un caudal de conocimientos, una letrado.
Su crítica se aguzaba entonces, y en la textura diaria información, muy seguros. Nada de esto Por esta parte, y por su competencia en los de sn artículo aparecía el español a la defenle faltó a Eduardo Gómez de Baquero. Tuvo asuntos jurídicos, sociales, económicos, pudo siva, resuelto a no admitir lo que no coin proademás, a su disposición tribunas populares presentarse ante los lectores con una variedai bara exactamente.
la revista y el periódico, por donde pasaron de temas que no suele ofrecerle una misma Su últiino libro está dedicado a los poetas.
virtualinente todos sus escritos, antes de arti pluma. Indudablemente, la idea de justicia, tan Es, como los anteriores, una recopilación de cularse en libros.
clara en sus propósitos, le llevó a ser, en su pa artículos periodísticos, compuestos al mandato También esto marca con sello peculiar la pel de crítico de las letras, amplio y tolerante. de la actualidad bibliográfica, sin propósitos producción del crítico de hoy, aunque no por Hasta en su predilección por cierta palabra que de dar una visión completa de su campo. Con escribir en periódicos deja de ser hombre de empleó para titular uno de sus libros y toda decir que entre esos artículos el nombre de gabinete ni al periódico se le puede considerar una serie de sus más recientes crónicas, se ve Juan Ramón Jiménez sólo está mencionado a la ligera como vehículo de opiniones provi está inclinación ile su mente: la palabra As. incidentalmente, de pasada, comprendemos que sionales de juicios impremeditados. El perió pectos. Eduardo Góinez de Baquero sabía bien no quiso trazar Gómez de Baquero un panodico es un medio de difusión que sólo nuestra que las cosas del mundo, así en la vida como roma de la poesía española de hoy. Son sus edad ha conocido con toda amplitud. Es natu en las letras, muchas veces han de considerarse artículos sobre poetas casteilanos y catalanes, ral que busque a los escritores, y los escritores a diversas luces. En elegir el punto de mira, americanos, de hoy y de ayer lo que reúne lo busquen. Consiente una rapidez, una frecuen en buscar el rostro propicio de las cosas, es en las páginas del volumen segundo de sus cia de comunicación entre el que escribe y el triba en gran parte el interés que puedan des obra seleccionados, con el titulo de Pen Club: público, beneficiosa tanto para aquél como para pertar.
Los poetas.
éste. Creo inútil advertir que descarto por He aquí también, si no yerro, el secreto de Poesía antigua, Quintana, Zorrilla, Campocompleto, al expresarine así, todo lo que sea lo que se ha llamado su evolución. Para mí, amor, Balart, y poesía nueva, Lorca, Guillén, fingimiento o abuso: hablo de un periódico no cambió tanto Gómez de Baquero como la Gerardo Diego, presiiliendo el concurso la evonormal, de un escritor normal, de un público vida en torno de él. Politico nilitante en un cación de Góngora redivivo al sonar la hora normal. Como la imprenta, con su rapidez, no partido durante muchos años, bien caracteri de su centenario. Al enfrentarse con la poesía fué dañosa para el escritor, el periódico, con zado como conservador, tuvo, en sus últimos nueva, con la menos accesible, por su novedad su mayor alcance que el libro, en nada le per tiempos, actitud de hombre de izquierdas. No. sobre todo para quien jamás hizo versos. judica. Ni siquiera creo en lo que se llama hay conceptos más relativos que el de derecha (Pusa a la pdgina 112. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica