REPERTORIO AMERICANO 109 Cinco poetas brasileros de vanguardia Trailucciones de Alberto Guillén (Envio del traductor)
Música de sandalias Vamos: aún has de ver las piscinas profundas, los vasos de barro nuevo.
Aún has de ver inuchachitas contentas, musicalmente traduciendo el alma del pueblo, caminando rápidas con una música de sandalias.
Ese paisaje de suaves encantamientos, que surge en tu memoria como lembranza atávica, aún has de mirar con una emoción de realidad.
Beberás agua mansa en conchas morenas, porque sus manos son cóncavas y tienen un sabor de bondad. dentro de la claridad diluida aparece a traves de los sentidos blancos una impresión de carne moza.
Para mirar las vidas simples despertará en ti como un sentido histórico, el sentido bíblico de las cosas adecuadas y castas.
Sentirás la voluptuosidad de morder hojas verdes de tamarindos, y tus oídos estarán penetrantes y finos cuando a lo lejos desapareciera la música de las sandalias nuevas.
Barreto hijo Un canto en el silencio En el silencio quicto en el luminoso silencio que me cerca por todos los lados y parece hacer parte del paisaje de apartados horizontes, el canto distante de un gallo de garganta argentina fue un pedazo de cristal tirado en medio de las aguas inmóviles de un lago que quedó ahora más quieto después de los círculos enormes que se formaron en su espejo se fueron alargando cada vez más y se apagaron.
Sinceridad Lejos de mí es la Belleza sin arto, la Poesía sin palabra.
Lejos de mí sé que no te encuentras, sé quo procuras, inútilmente, coger tu yo en el cristal de otras almas, porque te falta el fiel espejo de mi extraña sensibilidad. Por qué no vienes, mi estatuario de voluptuosidad?
Hay en mí líneas imprecisas de deseo, que tu cariño debería modelar; tus manos milagrosas prestarian expresiones inéditas a mi cuerpo maleable. Por qué no vienes? tu venida se cerrarán mis labios, mis brazos y mis alas.
Quedarás en mí ensimismado, en lo más hondo de mi ser que es tu sombra.
Quedarás en mí como la visualidad en mis pupilas cerradas para el sueño.
Gilka Machado Interior Poeta de los trópicos, tu sala de yantar es simple y modesta como un tranquilo pomar; en el acuario transparente, lleno de agua limosa, nadani peces bermejos, dorados y color de rosa; entra por las verdes persianas una polvareda luminosa, una polvareda de sol, tréinula y silenciosa, una polvareda de luz aumenta la soledad.
Abre tu ventana dé par en par. Allá afuera, bajo el cielo de (verano todos los árboles están cantando! Cada hoja es un pájaro. cada hoja una cigarra, cada hoja es un só1.
El aire de las chacras huele a hierba azucarada, a hierbas pisadas, a vainilla, a matorral caliente y ahogado.
Pocta de los trópicos, dadme en tu vaso de vidrio colorido un sorbo de agua. Cómo es lindo el paisaje en el cristal de un vaso de agua. Ronald de Carvalio Institutriz Igual que una institrutiz la luna, anémica y toula, lleva en hilera las estrellas por el camino de la escuela.
Claro de luna Moza a casar va la nocho toda de blanco vestidatirando perlas en el yermo y oro menudo en la crinita.
Tenis Los pinos abrieron hoy raquetas de seda verde.
Juegan al tenis y pierde, estrellas el que más pierde.
Billar Anda haciendo carambolas el campanario de la erinita.
y ruedan las estrellitas y en el paño verde de la ría. en este hacer carambolas el campanario algarero con la tiza blanca de la luna va entizando el puntero.
Julio Sigureiza Yo no quiero ser un agrupador de palabras, un combinador de sonoridades vacías.
Cuando el ala de seda, mensajera de la belleza, venga a rozar como un beso mi frente, ordenando que hable, que yo no sea tentado de jugar con las sílabas cantantes de una palabra sin sentido.
Que yo quede mudo, envuelto en la grave sinceridad de ini silencio.
Lacerda Pinto Cigarra de fuego Mi voz lleva brillos de láminas a tus silencios.
Soy la suprema tentadora, en mi forma intangible materializo el pensamiento.
Pasaré por tu vida con una idea por un cerebro, dándome toda sin que me poseas.
Guardo conmigo los sentidos de tu hermosura; téngote en mí en radiosidades, ámote porque me miras, desde tus brumas con la fisonomía de mis sentimientos.
Tal vez otros brazos enlacen tu busto, tal vez otros labios murmuren palabras líricas a tus oídos; tal vez otros ojos se abismen en los tuyos.
Ahora y siempre serás apenas, el mundo por mí descubierto, el tesoro por mi desenterrado, el Hombre que mi amor despertó de la inmovilidad de tu subconciencia. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica