260 REPERTORIO AMERICANO Do romances Envio del autor Romance del primer dolor.
del padre Niño nučio, niño nuevo, a nadie se parecia.
Como el viento en los trigales le llegaba y se le iba, en los labios entreabiertos (s por qué viento. la sonrisa.
No. Más vaga. Como sombra de pájaro se veia, en el césped de su boca, tierna, fugaz, im precisa.
Más más suave. Como el eco de una dulce melodia que en un sucro del oído 110s pareciera ser vista.
De pronto, la insospechable novedad, en fugitiva mueca amarga, se deshizo. Mira, esposa, pero mira cómo hace igual que su abuelo! senti, honda, la herida de ver, en la carne nueva, revivir la carne antigua: En el apenas nacido ajada dura la vida, Romance que dice Más que jamás hermosos Más que jamás hermosos. se le pusieron los pechos cuando estaba por ser madre, con los pezones, morenos, más que jamás palpitantes bajo lluvias de mis besos.
Los rosales de sus cenas rosas, como en enero los del jardin, dibujaban un jeroglifico nuevo: El amor lo adivinaba.
Ella se tapaba el pecho casta, pudorosa, tímida: Yo le adivinaba el miedo. No los mires con los ojos me decia, que están feos!
Yo nunca babia mirado nada que fuese tan bello como en sus pechos, entonces, los dos pezones, morenos.
No había nacido el niño, J a olían a su aliento.
Madera de Amighetti. lo quise con dolor que me duele todavía.
Salomón de Та Selva San José, Costa Rica. Octubre de 1930.
niños en las ediciones originales; otros recorCarta alusiva.
sett le podamos enseñar nada nosotros los darán los elogios que de él ha hecho en algu. Viene de la primera página. ignorantes! Conoce perfectamente sus mapas nas de sus Glosas Eugenio Ors; éstos creo hechos en Leipzig y en Munich, o donde los que se alegrarán conmigo de ver aparecer, en nos preguntas y preguntas a las que podemos hagan, y sabe a las mil maravillas exacta la revista que es como mesa de comunión de responder con aplomo aún con cierto aire mente dónde está Yucatán y dónde Nicaragua!
todos, al insigne pensador inglés. He aquí, de autoridad. Con qué candor los verdaderos Bertrand Russell tendrá unos sesenta años pues, que me place imaginarnos reunidos en sabios nos exhiben sus ignorancias. Con qué de edad. Pertenece a una de las más encopefiesta intelectual. Qué alegría y qué justo solicitud nos ruegan que los ilustremos! Es tadas familias de toda Europa. Abuelo suyo orgullo el mío por tocarme hacer la presen como si llegáramos a un gran palacio de fue aquel grap Earl Russell (earl creo que es tación del nuevo amigo de todos! Asistí a un muchas salas riquísimas; pero en el que hu algo entre principe y duque o entre duque y curso suyo dado hace unos diez años en la biera algunos cuartos vacios de adorno y el marqués; algo así) Primer Ministro de la Universidad de Columbia. Después, hace once Príncipe nos suplicara que enriquciéramos su Reina Victoria no sé cuánto tiempo ni cuánmeses, estaba yo detenido en la estación de gran mansión. Con qué orgullo se pondría tas veces. De famoso linaje, en todo caso.
inmigración de San Francisco de California uno a la obra! Así me pasaba también con ese Henry Adams, en su antobiografía, The Educuando el maestro llegó a esa ciudad a dictar otro sabio a quien he conocido más intima cation of Henrg Adams, conoció al abuelo de una conferencia: Hasta entonces no me había mente que a Russell, Pedro Henriquez Ureña. Bertrand Russell. El gran norteamericano sido intolerable mi encarcelamiento. Una vez Pedro me hacía creer que yo le enseñaba algo estaba de secretario de su padre y su padre, libre para entrar en los Estados Unidos, des cuando en realidad, como el Principe de mi de Ministro de los Estados Unidos en la corte pués de haber sido expulsado de mi propia cuento, se valía de ese ardid para hacerme de St. James. Lincoln era Presidente de la patria por marinos norteamericanos por expre estar como en morada propia en el palacio Gran República. Los Estados del Sur y los sar mi desacuerdo con la política norteame de inagotables tesoros de su sabiduría. Con del Norte estaban en pelea feroz. El abuelo ricana en Nicaragua, me tocó pasar por Nueva qué naturalidad, cuando se conoce a los dos de Bertrand Russell como que se inclinaba a Orleans. Allí, por felicidad mía, hallé a Rus hombres, al pensar en Bertrand Russell se los esclavistas separatistas. Le dió al padre sell hospedado en el mismo hotel, el St. piensa en Pedro Henriquez Ureña. Tentado es de Henry Adams muchos dolores de cabeza.
Charles, adonde fuí a buscar alojamiento. toy a decir que nos han enseñado mal la «Jamás supe de hombre tan mentiroso. dice Quiso él encontrar grata mi compañía, para geografis mejor, que una geografía Henry Adams, no en esas palabras pero en huir de la moscona insistencia de los reporque apenas so nos enseña. Bertrand Russell palabras que eso significan (no tengo a mano teros; y es así como puedo decir que es amigo inglés, Pedro Henriquez Ureña, dominicano? el libro para hacer la cita exacta. como personal mío, porque me honró con sus aten Puede ser, puede ser. Pero tengo el convenci; Russell. Lo malo, felizmente, no se hereda.
ciones y me dió sabios consejos y hasta escu miento de que tienen, en el mundo del ideal, Mr. Henry Stimson, actual Secretario de chó con aparente interés las muchas cosas patria común; del mismo modo como el señor Estado norteamericano, de quien puedo decir que tenía que decirle. Puedo decir más: Quie Ortega y Gasset, de quien tánto oímos hablar lo que Henry Adains del Earl Russell, no debe algo aprendió de mí, algo que hará sonreir récientemente, me da la impresión, y creo que temer por su progenie. No sería caso insólito a los chicos de nuestras escuelas: Que ni Yu él también la tiene y que se enorgullece do que un nieto suyo saliera todo un paladin catán está en Nicaragua ni Nicaragua en ello, de ser un extranjero para los hispanoa do la verdad. Bertrand Russell, a pesar de Yucatán, dato de escasa importancia, no cabe mericanos y aún para los españoles; un ale su abuelo, es un amante elocuente de la rerduda, pero que él ignoraba. Así son los sabios; mán de la preguerra que necesariamente se dad, y su primera enseñanza y su última es así los ha hecho Dios para que los que somos creerá con derecho para rajarnos la mano a que amemos esa virtud.
ignorantes rematados tengamos no obstante ferulazos para meternos kultur y hacernos Estudió en la Universidad de Cabridge, y algo que enseñarles y el júbilo de oírles hacer disciplinados. Ni modo que a Ortega y Gas se quedó allí enseñando matemáticas; después Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica