114 REPERTORIO AMERICANO es perdonarlo todo (a lo que sería bueno verdad que atestiguan todas las grandes sas platitudes de sacristía. çon perogruañadir, y olvidarlo todo. Es evidente que autoridades. Fué Jesús quien comparó la lladas como flores de papel que entrela conducta de Agustin, aprobada por los mentalidad ideal del cristiano con la do mezcla con los bouquets que los místicos un verdaderos, dueños de la Verdad, dieron cación. Pero esa justificación estriba en tiano sobre el pensanıiento con la estoli al mundo. Sufre una especie de autoaquellas sorprendentes sobrevivencias del dez de una bestia. Giordano Bruno hipnosis.
espíritu pagano dentro del espíritu. cris proclamó groseramente hereje que era. Es de dudarse que tal estado mental tiano: En la vida, en otras palabras, tal que la inspiración divina no llenaba ca. conduzca a grandes obras de ciencia hisy cual se le presentaba a él, hombre de beza que no estuviese de antemano va tórica o biográfica. Pero es muy interesu época, desgarrado por conflictos de una cía. Tal es la santidad a que Papini aliora sante como luz que ilumina el más reciente novedad envuelta en aurorales neblinas devota y tercamente aspira. Al pensa de los experimentos de Papini. El brillo y de una antigüedad sobrepujada inte miento y a los métodos del pensamiento de uno que otro párrafo de esta ida lectual pero no emotivamente.
los repele con un desdeñoso rade retro. de San Agustin delata que, a pesar del Pero (icasi lo olvidaba. Papini también Su esfuerzo para dejar de ser inteligente desdén en que Papini tiene al pensamienes historia (ie historia de la pre guerra. para llegar a ser no inteligente admira to, no ha alcanzado aún el estado de y su Vida de San Agustín es historia tam a fuerza de ser ingenioso. Hace pensar brutalidad que requiere la santidad que bién. En vez de juzgar, pues, tratemos en un santo hindú sentado liieráticamente nos predica. Le queda largo trecho que de comprender.
a la vera de un camino, con las canillas andar. Lo recorrerá en su anunciada Las conversiones literarias al cristianis. cruzadas tan cruzadas que los pies lo Vida de la Virgen?
mo no son cosa nueva en el mundo la rozan las orejas. el vacío que Papini Universidad de Columbia.
tino contemporáneo, especialmente entre se ha hecho en la zumbadora máquina Nueva York. 1930.
los hombres nacidos después del 1900, de pensar que posee lo llena con piadoEnvio de de la Selra)
Son cosa tan vieja y tan gastada y tan vulgar que lo que admira más bien es que hombre de la sin par originalidad de Papini haya tomado camino tan pleRisquera vana beyo hacia la felicidad. Hubiera sido de Del libro Mariano Latorre: Sus mejores cuentos. NASCIMENTO. Santiago. Chile veras interesante que él, italiano, se hubiera convertido en cuáquero, en budista, El bandido atravesó despacio el puentecillo inmóviles del posadero revelasen la menor en mahometano. Pero puesto que ha hecho encaramado sobre la corriente sonora del Maule desconfianza; al contrario, sus gruesos labios lo que ha hecho, no le queda más al his sin que su aspecto distraido denunciase la an se entreabrieron afablemente al preguntar, patoriador que indicar la precisa individua gustia que hormigueaba en su cuerpo y lo hacía sando la vuelta al mozo: lidad de su conversión comparada y con apretar sus pantorrillas a los ijares del caballo. pa onde bueno su merce?
trastada con otras conversiones literarias.
para no clavar las espuelas y. escapar desati al puesto de On Nicasio Lillo, en el En Italia podemos decir quo fué Fo nado.
cajóu de Bahamondes: le llevo un recao al gazzaro quien fijó la norma, habiendo Sus ojillos azules miraban recelosos hacia el puestero.
descubierto que la sensualidad nunca es cuadrado barracón que manchaba la base de La parte más dificil de la fuga creiala Nicotan picante como cuando se la sirve en la montaña con sus techos verdinosos de musgo, medes ya salvada. Al volver grupas, y salir salsa de religión. En Francia la misma percibiendo los detalles con una fijeza dolo del cercado de ramas secas que rodeaba al norma rige, pero con mucho más refina rosa. Un gigantesco nogal destacaba sobre el caserón, invadió su cuerpo uma alegria insenmiento. Allí los literatos descubrieron que negruzco amontonamiento de casuchas la fresca sata que le hizo clavar las espielas al pingo lo misterioso de la vida sentimental y exuberancia de su follaje: bajo su copa dormi flacucho y paciente que le facilitó un antiguo sensual gana importancia y dignidad cuan taba una carreta de altas ruedas, apoyada en camarada, en las Garzas; pero tuvo un nuevo do se le identifica con el Pecado Origi el lustroso pértigo de luma. Cuando el pingo sobresalto al pasar frente al barracón, donde nal y se le exalta como satanismo o como hundió las patas en la suavidad esponjosa de estaba instalado el resguardo. Un soldado limneomaniqueísmo. Pero aún en esto Pa la tierra deshecha, se empivó sobresaltado en piaba su rifle en la puerta; y el cañón del pini es, hasta cierto punto, original, y, los estribos al no oir las pisadas huecas de arma brillaba al sol con vivas reverberaciones.
debo decirlo puesto que por implicación los cascos en los tablones del puente. Este Apretó los dientes hasta liacerse daño, para puede parecer que lo he puesto en duda, era el momento que acobardaba a Nicomedes: calmar el temblor miedoso que aflojaba sus Papini es sincero. Papini es un poeta al entregar los diez centavos del derecho de miembros. Al perder de vista, tras un recodo dotado, como por una hada malévola, de pontaje temía que su sobresalto lo delatara. del camino, el amontonamiento de barracas de un órgano de cerebración. Su espíritu ¿Tendria, ya noticias de la escapada de los Curillinqui, casi una aldea de la sierra, des.
anhela con dolor alcanzar un campo su reos de la penitenciaria de Talca en Curillin ahogóse en un suspiro de alivio su corazón perior alına región pacífico y sereno qui? En realidad, ponerse en la misma boca acongojado. Creiase libre, pero comenzuba sin donde poder contar con estabilidad y cer del lobo era una hazaña de que Nicomedes se embargo, la parte más ruda de su éxodo. Un tidumbre y donde poder entregarse a la alababa. Había preferido tomar este camino poco más allá, después de la última casita de corriente de dulzura poética que parece que en su mocedad recorrió de arriero de un la altura, seguia el lento ascender hacia las siempre a punto de ahogarle. esa co negociante de animales, camino solitario y pe cumbres, faldeando la sierra en cuyos flancos rriente Papini se mete pero no se entrega: ligroso, pero en el cual no corría el riesgo de de piedra nacen las rachas indomitas del puelSe pone a pensar: No puede huir del pen encontrarse a cada instante con los interinina che, hijo del sol y de la nieve.
samiento: Es en él una arrolladora e in bles rebaños que bajani o suben a los cajones El ansia gozosa de verse libre de los hombres, domable concupiscencia del intelecto que de la altura; y, por consiguiente, con los sol le ocultaba por el momento los peligros; pero le hace ir con ojos de chivo tras de toda dados del resguardo de cordillera que, como al estrecharse el sendero que en la proximidad hija disoluta de Nuestra Señora Filosofía el polvo del camino, merodean al rededor de de las casas era amplio y fácil como una caque pase provocativa por las aceras men los arrieros. Recordaba aquel tiempo con in rretera, el problema se presentaba con fatal tales. Aún ahora que está en los abra creible precisión de detalles. Curillinqui no incertidumbre. Más arriba, debia buscarse el zos de «su última» Verdad la máy re había cambiado gran cosa; la misma casa y el mismo el sendero más fácil y menus peligroso.
ciente y la más exigente de sus amantes mismo nogal, y sobre ella, levantando sus ro Para un hombre de la sierra que conoce la es posible sorprenderlo en esta biografía jizas protuberancias, veteadas de nieve, cubria cordillera, coino un inquilino los rincones de echándole miradas furtivas al callejón el cielo purísimo el coloso andino, la sierra la hacienda, el camino no tenía dificultades.
de candiles colorados del freudismo. muda e inhospitalaria.
Para Nicomedes, aquello era tan odioso como El punto es que a Papini este libido del Al pie de la montaña, arraigados en las grie las paredes húmedas de la cárcel o el grillete pensar se lo presenta sólo como pecado. tas de las piedras, enfilabau regularmente sus orinoso de los penados: era sencillamente sulLo que le ha traído hacia San Agustín copas cónicas y obscuras los cipreses, y la perior a su voluntad y a sus fuerzas fisicas, a es el éxito con que éste logró la santidad miendo la base granítica de las colinas, se pesar de que bajo la manta de Castilla se didespués de mucho divagar contra las deslizaba el río en bulliciosa carrera hacia el bujasen rectas y poderosas sus firmes espaldas tentaciones de este y de aquel y del otro valle central.
de criollo. Su vida perezosa de tenorio de error. Mientras tanto, Papini percibe una Todo pasó sencillamente, sin que los ojos arrabal, pegada al mesón de las cantinas, en. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica