José Carlos Mariátegui

Bibliografía titular REPERTORIO AMERICANO 121 Del tributo cubano a José Carlos Mariátegui El amauta José Carlos Mariátegui. De 1930. Habana.
Presencia. Cada hombre de Hispanoamé.
Lüddecke llama hoy a su pueblo a un entenrica ha oido alejarse por su propia entraña los dimiento con el yanqui, está sintiendo en su pasos de José Carlos Mariátegui. Se ha roto epidermis germana el rasguño de la pluma de una voz que estaba hecha de los gritos de toEmerson. Suramérica ha tenido que exigir dedos. Por eso ha sido una partida sin silencios.
masiado a suis orientadores. El caudillo liberLas angustias articuladas polarizadas en el tador tuvo que hacer, entre hambres e intrigas, ademán indicador han quedado colgando de la rebeldia del indigena y la estructura de las. cada garganta enrojecida. Urge un hueco de nuevas repúblicas. Cuando alguien estudie rimeditación entre los gestos angustiosos. Pregurosamente la suma de energias y superaciocisa que la resonancia prenda, sin paréntesis, nes intimas que los líderes del mundo indoibeen el mejor metal. En Mariátegui la obra inrico pusieron en su obra, se anotará un nuevo telectual no puede ser cosa inseparable de su tipo de milagro. presencia, porque él estaba en su obra y su José Carlos Mariátegui, lider de si dia y presencia empieza ahora. Por venir de su orientador de un mundo por nacer, fué forzado aliento de hombre su palabra nació con pier.
a mezclar, a equilibrar, las esencias del homnas incansables. Como toda palabra transida bre apostólico. hombre en futuro con las de humanidad y codiciosa de porvenir será la virtudes presentáneas del realpolitiken. Quiso sliya viva y reciente cuando ya no diga la llevar a su pueblo, a su gente americana, por verdad.
caminos inéditos y le fué preciso mostrarse a si mismo la realidad de las vias inestrenadas.
Drama y tragedia. América ha querido Coino en la Independencia, Europa volvia a ser Europa. De dónde, si no de las tierras dar la cloridad para transitar los senderos que tallaron a sus conquistadores y pioneros, desconocidos. Como ayer, era ineludible au podía venirle la orientación de su deseo? Pero, credo preciso, afirmativo, intransigente, románia en las tierras europeas las nuevas formas surJosé Carlos Mariátegui tico, que hubiese inostrado ya en el continente gen como rectificación del momento anterior y por Enriquez nutricio fuerza de realizacióu. Mariátegui fué la más violenta mutación es, observada en sus al análisis leal, acucioso, perspicaz, pero rearaices, parto fisiológico. En el norte del Conlizado desde un ángulo apasionado. El dato. tinente, nuevo, sin sangre india en el torrente el enfoque, verificados con cientifica objetividominador, Europa tuvo un desplazamiento solo dad; la doctrina desentendida de lo que no peturbado por las nuevas condiciones de vida. Registro, extractos y referencias de los libros y folletos que se reciben de los autores y de las casas editoras)
fuese su propia órbita, a un lado lo que pulLa parábola occidental aceleró, sin quebrar su diera distraer, debilitar, la visión de lo apetedestino, el impulso que le venia de Roma. Dos libros que Salomón de la Selva reco cido. No soy un espectador indiferente del En cada paso del pionero hay una intención mienda a los jóvenes estudiosos: drama humano. Soy, por el contrario, un hom.
de permanencia. El pionero fué un hombre en The Dance of Life, by Havelock Ellis. The bre con una filiación y una fe. dijo en más función de poderio creciente, a diferencia del Modern Library, Publishers. New York.
de un momento el autor de los Siete Ensayos.
conquistador, preocupado de la exacción agoHistory of European Morals. From Augustus Tener una fe es ser parte encendida del.
tadura. Cuando el colono de Nueva Inglaterra velvió la vista a la realidad nacida en su marto Charlemagne. By Lecky. In two drama del mundo. Salvarse o perderse con el volunes. Appleton and Co. New York.
mundo. Cuando la fe se ausenta, la comedia cha, advirtió una estabilidad apta para tradu1929.
llega. Los hilos burdos, sin color sensible a la cir plenamente las apetencias centrales de pupila apasionada, amarran frente a nosotros Europa. La etapa capitalista industrial, que la Nos llegan dos libros de Concha Espina: el espectáculo tragicomico. Se llena entonces tierra matriz levaba a momento culminante, de silencio nuestra mejor intimidad y se pue.
halló en el norte de América su último. y más Mujeres del Quijote. Ilustraciones de Ontabla de resonancias lo exterior. Como ninguna ñón. RENACIMIENTO. Madrid.
alto estadio La rectificación local fué cleligadura embaraza la visión, como ningun immento coadyuvante de cada inquietud trasa De la introducción: pulso realengo parcializa lo observado, la fotlántica: el pioneru hallaba en la gran industria Recoger en un libro, útil y dulce, ameno y tografia del mundo es perfecta y todos nos reun sustitutivo superado de su carrera hacia el breve, consagrado tal vez a la lectura en conocemos un poco en ella. Sólo el hombre draOeste. Nurteamérica encontraba la herramienta las escuelas, algunos rasgos y perfiles pinmático puede darnos lo que no está en vinforjada para sus manos rudas.
torescos de las mujeres del Quijote, y adeguna fotografia: el espectáculo de sí mismo y En Suramérica han vivido superpuestas, corezarló de tal suerte que, recreando a los de su trayectoria dentro de un cuadro en el municadas intermitentemente, culturas de tipo espiritus infantiles, no sea del todo trivial que lo que no sea él y su destino queda desdistintu, antagónicas en más de un aspecto. La y desabrido para los lectores de mayor vaido, horro de significado. Las luces reflejacapa inferior, detenida en su evolución por la edad y entender, me parece un proyecto tan das sobre el hombre espectador y devueltas Conquista, dañada en sus esencias por la Coseductor como difícil.
por él a lo externo tiemblan trágicamente sobre lonización, no ha podido dar la tónica directora.
Siete rayos le sol. Cuentos tradicionales. todas las cosas. La luz vertical aparecida en La capa dominante, lejana espiritualmente del RENACIMIENTO. Madrid. el pecho del hombre d: imático taladra gozosaindio sujuzgado, pero presente. no ha po Del prólogo: mente su representación trascendente de las dido ir a la integración de una realidad indo Como iniciación modesta de más amplia cosas. Todo late en ella lacia un fin previo.
americana. El criollo ha mirado a España, a obra, reúno en este volumen in manojo En el hombre humanidad 110 puede existir la Francia; el indio se ha mirado a sí mismo como de cuentos tradicionales; ajustados a las tragedia. Esta nace del choque entre el aulieun niodo de mirar hacia atrás. Los dos mun normas de la literatura actual.
lar y la fatalidad negadura del deseo. En la dos secantes han cambiado, en sus intersec. abrigo la ilusionada codicia de empren fe enérgica no tiene parte la posibilidad nega.
ciones, sus fuerzas mejores. Las ansias de der, annque sea remotamente, una labor tiva. El hombre actor tiene en su mano la vercada mundo no han podido ser idénticas li neque se inspire en la de los célebres her dad. El espectador es siempre el conquistador tamente contrarias. El indio quedo impermeable. manos Griinm.
en su busca trágica. No fue el autor de la a la vibración europea. El criollo no pudo, en. La escultura del cuento español, su artís. Comédie Humaine quien grito, en pugna mi un inedio profundamente distinto, incorporar tica labra, hecha encima del bloque de poco risible con Napoleón, su oficiu de conla comunidad a su cargo al ritmo de Paris y los cantos orales que otros autores han quistador?
de Londres.
recogido, fué un anhelo que me tentó allí, Mariátegui fué un hombre dramático en un los hombres directores de Norteainérica ante la ventanita rotulada y esculpida que coro de hombres trágicos. Afirmó mientras tosólo tocó enseñar el mejor manejo de los ins luce Cassel, como un blasón, en la antigua dos dudabant. De ali su fuerza. Hundió las trumentos propicios. Eran parte cimera no vivienda de los Grimm.
inanos con dolor de creación el carne angusdistinta. de su comunidad. Cuando Teodoro (Pana a la pilgina 124. tiosa. De las palpitaciones de esa carne hizo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica