356 REPERTORIO AMERICANO.
migos. En cuanto a sus amigos, Humboldt le cimiento, vivió demasiado la vida, porque la vi Le sedujo el pueblo japonés, correcto, franco, escribía. Las grandes y generosas acciones de vió intensa y peligrosamente. los 38 años, se noble, con su llana filosofía natural, con su son la admiración de ambos continen le oyò decir. Estoy cansado de mandar. estética pura e idealista. Hearn vivió con el tes. el antiguo miembro de la Convención, Su acento adquiria una noble tristeza. pueblo, estudió sus costunbres, analizó sus general Alejandro de Lameth: Sois el primer Abandonado de todos, proscrito, difama características, observó sus defectos. sus ciudadano del mundo. el austero Lafayette: do, indigente, es con el desterrado de Santa trabajos literarios, proseguidos en la dulce. De todos los hombres vivos y aun de los Helena, una de las figuras más patéticas que calina del profesorado, en esa calma silenciosa, muertos, Washington os habría preferido. En conozca la Historia.
hecha de respeto, que rodea a los maestros en cuanto al resto de sus contemporáneos, el gran La ardorosa desolación de sus palabras te Oriente, fueron trazando la serie inás completa tribuno Connel le envía su hijo para que ad nía un sentido lleno de fiebre para la incalma y acabada de ideas que sobre el Japón se han mire e imite su ejemplo; José Bonaparte desea da avidez del joven.
escrito: que el hijo de Murat sea su edecán; el sobrino. Cuándo fué la última vez que lo visteis. Qué le sedujo en aquella tierra? Nada; de Koskiusko atraviesa el diámetro de la tierra En el momento de salir de Caracas, giquizás todo. Su espíritu errabundo comprendió por servir bajo sus órdenes, como así mismo un nete en una mula, para nunca más volver.
que había llegado el momento de echar aupariente del principe de Ispillante de Grecia; Todo es efímero en este mundo dijo con clas al barco de la fantasía y buscó ambiente los holandeses lo compatan a Guillermo de Na una extraña sonrisa, y en su rostro, de una expropicio halláúdolo en aquel escenario de rassau; Bernardotte, rey de Suecia, dice con va presión compleja, parecía aunarse la voluntad nagloria, que entre él y Bolivar hay muchas soberana, la indomable energia que lo caracterezas, en aquel medio de exotismos. El primer encanto, escribe en su libro Glimpses of un analogías; Wellington lo tenía por un capitán rizaba, con una tristeza agriada, la agriada trisfumiliar Japan, es intangible y volátil como extraordinario; el almirante francés Reveillére, teza que produce la sabiduría de los hombres.
lo llamı el genio militar más hábil que jamás también se adivinaba en él, la serena, armoin perfume. Es como la aparición de un haya existido. el general Foy dice que Bolivar nía que esparcen en torno suyo las fuentes in duende; casas e individuos aparecen pequeños. es el ejemplo más noble de grandeza a que puetelectuales.
raros, misteriosos: les casitas con sus techos de llegar un hombre. Benthman sostiene que No conoció la resignación feliz. azules, las pequeñas fachadas de las tiendas, el Litertador puede hablar con un peso de au No; pero hasta en el dolor fué grande, pintadas de azul y las personillas sonrientes toridad hasta ahora sin ejemplo en el mundo. porque sus gritos en la desgracia, tienen la in con sus trajes azules. de propto, al encony para De Pradt, arzobispo de Malinas y limós mensidad de los gritos shakespirianos. He ara. trarme en un portal con esculturas mágicas, nero mayor de Napoleón, Bolivar es el bien do en el mar. dice al saber el desgarramiento me sorprende una sensación curiosa: la senhechor de la humanidad y analizando las ma intestino de los pueblos que ha liberado. más sación del ensueño y la duda. Ne parece que ravillas que ha realizado le promete el lugar tarde. La independencia es el único bien que In escalinata y la puerta con sus dragones, y más distinguido que haya ocupado el hombre hemos adquirido y, a costa de todos los demás. el cielo azul formando un arco sobre los techos ante sus semejantes. luego: Si mi muerte contribuye a conso de la ciudad, y el Fugi hermoso como una Agregó con un acento concentrado: lidar la unión de mis conciudadanos, bajaré aparición, y mi sombra misma que se dibuja. El nombre de Bolivar, como lo atestigua. tranquilo al sepulcro. enseguida. Jesús, sobre la muralla gris, todo eso debe desvaneEmilio Ollivier, circulaba en Europa como si don Quijote y yo, son los tres más grandes ma cerse en un momento. nónimo de libertad y fué con su nombre en los jaderos que ha producido la humanidad. por Era esa, en verdad, la impresión que a un labios, que los revolucionarios tomaron París en último, ya en los estertores de la agonia. Vá espiritu como al de Lafcadio Hearn debía pro1830; es que Bolivar habia pasado a ser, como monos de aquí, que nos echan.
ducir el Japón, al encontrarse en él como en dice Mancini, el símbolo del Ideal republicano ¡Pobre y gran Bolivar!
un país de ensueño después de haber rodado en el mundo.
Un silencio que parecía sin defensa, pero que por medio mundo Debía ser así, una impresión Murió joven.
ni Leonardo ni el anciano osaron romper, calló de duda, creyendo en quiméricas visiones so De 47 años, pareciendo un sexagenario. entre ellos como un ennoblecido duelo de pa ñadas. El Japón después de las locuras ima. es que, como esos divinos hombres del Rena tricios.
ginadas en las Antillas, después de la exas.
peración intelectual de años enteros de lecturas Leonardo Pena exóticas. Enrio del autor. Lafcadio Hearn, que vió en torno suyo tan extrañas como las que soñara, quiso aferrarse a ellas, cogerlas con ambas manos, La vida maravillosa de Lafcadio Hearn en el temor desesperado de verlas disiparse. De Ideas y Figuras. VIII 1911. Buenos Aires convertidas en visiones impalpables. Era aquel (y réase la entrega 21. un ambiente propicio a sus ensueños y decidió ya definitivamente, plantar allí su tienda rom4. Fué en 1890 cuando Lafcadio Hearn China. La prensa británica presentia graves piendo para siempre las relaciones que le llegó al Japón. El momento era oportuno para acontecimientos y el estudio del Japón aparecia unían con el Occidente. Ya no más libros exun observador curioso e inteligente. La vida como una necesidad.
traños; ya no más quimeras imaginadas. Para oriental, siempre nueva, para un espíritu sagaz Lafcadio Hearn, a poco de llegar, riñó con (qué? La realidad, más bella siempre cuando como el del admirable conocedor de las más el editor y se encontró en un país absoluta. responde a los anhelos del corazón, estaba extrañas literaturas, ofrecía aspectos curiosos mente extraño, semibárbaro, atraido a él por con él.
y sorprendentes. Hearn llegaba bien pertre su amor a lo exótico. Algo tal vez murmuro Lafcadio Hearn contrajo matrimonio con la chado, pues en su bagaje de artista y de ob a su oido las palabras de la vieja leyenda, hija de un viejo samurai, muy noble y muy servador figuraban profundos conocimientos porque ingandu el todo por el todo resolvió pobre. Llamábase la esposa. Setza Koizumi.
sobre la vida oriental.
permanecer en el Imperio. Acababa de dictarse Koizumi en japonés quiere decir Pequeña Se hallaba, individualmente, en la mejor de una ley declarando obligatoria la enseñanza Primavera. el hogar del inaestro de eslas condiciones. Tenía la edad propicia a toda. del inglés y Lafcadio Hearn obtuvo un em cuela floreció, en esa extraña mezcla que hacía obra de aliento. Acababa de entrar en los cua pleo en cierta villa modesta y lejana, sumida recordar su propio nacimiento, aunque esta renta años, propicios a toda empresa que exija en el interior de una provincia.
vez no fué la conquista sino el amor lo que fuerza y voluntad además de experiencia y celo. Hubiera sido malo para cualquier otro, no aproximó dos corazones.
Llegaba en una época altamente favorable. para Hearn cuya vida estaba dentro de una Hearn hizo más, para tener el derecho de El Japón despertaba de un sueño de siglos. regla misteriosa. Para él era casi In victoria, dar su nombre a los suyos, se naturalizó jaLa política reformista triunfaba y al extran el triunfo, la realización de todo su ensueño. ponés y allá en una pequeña casita rodeada jero ya no se le consideraba como un enemigo, La provincia Japonesa era toclavia en aquel de jardines, vivió feliz con su esposa, que lo Inglaterra tenía para el Imperio del Sol Le tiempo el viejo y feudal Japón de los samu enseñaba el idioma del país y le relataba hisvante agasajos y atenciones extremadas, pre rais. Todo lo pintoresco del Japón extraño y torias extraordinarias que hacían su encanto.
Bintiendo la formidable potencia que había de misterioso podía verso todavía en las aldeas La vida era pobre, en esa larga serie de de la provincia a donde se le había relegado. deberes que arroja la costumbre japonesa sobre Los pnertos japoneses se abrían al comercio No tuvo una queja, no esbozó una protesta; el marido: Piensa. escribía a un amigo, universal mientras comenzaban a aparecer en comprendió tal vez que era ese el destino pre que nueve existencias corren desde hoy a mi el horizonte político las tempestades que cuatro parado para él y lo aceptó buevamente, sere cargo, sostenidas por mi trabajo: mi mujer, la años más tarde producirían la guerra con Damente.
madre de mi mujer, el padre de mi mujer, la Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica ser.