236 Repertorio Americano La obra de Juan Ramón Jiménez H: II XXX quio, la melancolía y la pasión de los cantares del Sur (ala música triste que viene en el aire. fluyeron gota a gota en su espíritu. aquí poesía para embriagardos y la reja, de la mantilla y la guitarra.
de ella. Para mecernos, abando Pero sí hay mucho de la recondita. nando la voluntad plenamente, en el que existe frente a la exterior, frente vértigo suave de la claridad y la me. a la pintoresca: contradiciéndola al pa LA obra de Jiménez se inicia tewe lodía infinita; para ascender, luego, recer; en verdad completándola y su prano y desde temprano es perfecta: por la escala espiritual del éxtasis. perándola.
pasan rápidamente los tanteos de la Con lento y eficaz sortilegio, sumar La Andalucía recóndita tiene tam adolescencia. la hora impersonal, en sonoro y su niebla, fosforescente nos bién su tradición, digna de gloria úni que se buscan orientaciones a través. apartarán del mundo de las diarias, ca. Suyos son el acento sentimental de campos ajenos. y bien pronto el apariencias, y sólo quedará, para de Fernando de Herrera en sus elegías poeta se define, con notas líricas, punuestro espíritu absorto, la esenras, francas, de melodía siinple, cia pura de la luz y la música del muchas veces repetida. Es la primundo.
mera amanera, que alcanza su ¿No es en la embriaguez donde culminación en Arias tristes.
hallamos la piedra de toque para Versos de romance tradicional, la suprema poesía lírica, como en límpidos, cristalinos, sobre senél sentimiento de purificación tires melancólicos. inacabable para la tragedia? No basta la persuspiro juvenil que a veces se re.
fección, acuerdo necesario de elesuelve en sonrisa: mentos únicos: podemos concebir.
poesía perfecta, de perfección forFrancina zen la primavera mal, de nobleza en los conceptos, tienes la boca más roja?
La primavera me pone sin el peculiar acento del canto; siempre más roja la boca.
pero la obra del cantor, del poeta lírico, cuando la recorremos sin.
pero no más menudo se desata interrupción, debe darnos tras: en lágrimas: porte y deliquio. el poeta de Arias tristes y Lloró de amor, con 1111 aire de Eternidades sabrá dárnoslos, viejo, que estaba cantando no sé quién, por otro valle.
si sabenios leerle, como a los líri. Voz que me hace, otra vez, cos genuinos, página tras página.
llorar por nadie y por alguien. Vengo detrás de una copla que habla por el sendero, copla de llanto, fragante con el olor de este tiempo.
RECÓNDITA ANDALUCÍA.
Nuestro incomparable Rodó supo hasta se mezclan llanto y definir, en dos palabras, uno de soprisa, como en el más delicioso los secretos de Juan Ramón Jimé.
de sus Jardines lejanos: nez, su Andalucía interior. Rubén Darío lo sorprendiótambién. LíTú me mirarás llorando y yo te diré: No llores.
rico de la familia de Hëine, de la yo me sonreire familia de Verlaine. le llama, para decirte: No es nada, que permanece no solamente español, sino andaluz.
No nos engañe esta sencillez: Nada hay en Jiménez, ya se ve, JUAN RAMÓN JIMÉNEZ estas Arias tristes esconden sabique corresponda a la noción vulduría, como las Arias de Mozart, gar sobre el mediodía de España. Visto por JoAQUÍN SOROLLA BASTIDA. como los. lieder de Schubert; Nada de la Andalucía pintoresca, KHTARK como sus antecesores en la tradicuya tradición se remonta a los ción española. los romancillos romances, a los cuentos moriscos, y y sus sonetos delicados; el patético de Góngora: dura todavía en la literatura del patio amor a las flores, en Rioja; el don de Dejadme llorar.
finos matices, en Pedro Espinosa; en Llorad, corazón. La base del estudio es el volumen de Poesias escogidas (1899 1917) de Juan Ramón Jiménes, edición parte, la penetrante música de Gónde la Sociedad Hispánica de América, Nueva York, gora en sus romances y villancicos. Pero, si la, sencillez no debe enga1917. Contiene, en trescientas ciocuesta páginas, la colección, cuidadosamente ordenada y fechada, de lo Suyo es Bécquer. Suyas son, hoy, las ñarnos, sí debe sorprendernos, porque que el poeta estima como más representativo en su mejores inspiraciones de Manuel Ma. la encontramos en la juventud del poeobra. Sus principales volúmenes de versos son Rinas (1902. drias tristes (1903) Jardincs lejanos (1904. Pas. chado.
ta, poeta que, como lo indicap sus lorales (1903) Olvidanzas (1907. Pormas Mágicos y dolientes (1909. Elegias (1908. La soledad sonora (1908. Suyo es Jiménez, por la sensibilidad ensayos iniciales, ahora sepultos en Laberinto (libro de 1911: publicado en 1915. Mélax.
aguda, fina y ardiente, para las cosas rarísimas ediciones, había conocido ya colla (1911. Sonetos espirituales (de 1914 y 1915. Dublicado en 1917. Estio (de 1915, publicado en 1916. Dia. exteriores tanto como para las cosas el caudal poético lanzado a la circula.
rio de un poeta recien casado (prosa y verso, de 1916; publicado en 1917. Todos estos están representados del espíritu. Los ricos colores del Me. ción por Rubén Darío. Limitarse vopor secciones en las pocslas escogidas; pero hay otras diterráneo, el cielo esplendoroso, los luntariamente a formas simples y ritsecciones que corresponden a libros do publicados.
En prosa, jooto al Diario, ha publicado Jiménez huertos, las fuentes, la herencia del mos elementales, como lo hizo Jiménez. Platero y yo selección en 1915: edición completa en 1917. uno de los libros más encantadores de la mo lujo morisco y de las elegancias rena cuando al alcance de la mano juvenil derna literatura española. Creo que, a pesar de los centistas, todo eso lo ima amos co tenía cien complejidades tentadoras, aplausos que se le tributan, aún no so sabe apreciar todo lo que significa Platero y yo su tono de ingenui. mo ambiente donde se educan los sen es indicio de precoz niaestría y dominio dad perfecta, su fantasía delicada, su prosa limpida, apenas tienen precedentes en castollano.
tidos del poeta. el melódico deli de los propios recursos artísticos. De 1 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica