Democracy

78, 152 Repertorio Americano tierno, irónico, como la realidad misma; y conoce la avida pequeñas de sus Estados mejor que a sus manos.
No es, como Lindsay, glorificador de las energías generosas de su raza. Es la mirada penetrante que, bajo la tragi. comedia individual, ve la gran tragi comedia colectiva.
Eu su «Antología de Spoon River» nos presenta una pequeña ciudad típica, equidistante del Atlántico y del Pacífico. Mejor dicho, nos presenta el cementerio de dicha ciudad, y en doscientos cuarenta y cuatro epitafios, nos borda una catástrofe de color grisáceo; la catástrofe que ha de resultar inevitablemente del choque de dos. cientas cuarenta y cuatro vidas cuotidianas, con sus formidables falanges de orgullos, falsos ideales, verdaderos ideales, traiciones, fidelidades, amores, odios.
todas las reacciones, en fin, de que es capaz el sistema nervioso, fuerte y crudo, noble y egoísta, rarísima vez degenerado y rara vez evolucionado de sus compatriotas, En Spoon River» queda estampada indeleblemente la vida privada del pueblo norteamericano. Pasemos al cementerio. Veamos dos o tres individualidades, dos o tres vidas completas, dos o tres almas enteras y ver.
daderas: ARCHIBALD HIGBIE Yo te odiaba, Spoon River; yo traté de levantarme sobre ti.
Me avergonzabas y te despreciaba, jo maldito lugar de mi cuna! allá, en Roma, entre los artistas, hablando italiano, hablando francés.
me pareció, a veces, haberme libertado de todas las trazas de mi origen, me parecía estar cerca de las cumbres del arte, me parecía respirar el aire que respiraban los maestros, me parecía ver el mundo a través de sus ojos.
Sin embargo, al examinar oli obra, decían. Pero bueno, amigo, que trata usted de hacer. Algunas veces ese rostro que usted pinta se parece al de Apolo, y otras tiene trazas del de Lincoln. En Spoon River (idesde luego. no había cultura; y yo ardía de vergüenza y guardaba silencio. qué remedio había para mí, todo cubierto de polvo provinciano, sino aspirar y rogar por un nuevo pacimiento en este mundo con todo Spoon River, arrancado de cuajo de mi alma!
américa produce este tipo de reacción. estos individuos que caen en el provincialismo de no querer ser provin.
cianos, en la vulgaridad de no querer ser vulgares, nosotros les llamamos rastacueros, y los eucontramos en cualquiera parte de nuestra América (y en París, que es la capital de nuestra América) a granel. En los Estados Unidos, país más satisfecho de sí mismo que los nuestros, país de cultura e ideales más originales que los nuestros, Archibald Higbie constituye lo que podríamos llamar una numerosa minoría.
El Padre Malloy) es el alma de la tolerancia. El Padre Malloy es el alma de esa fuerza que, en los Estados Unidos, pone en efecto la «ley de ocho horas. por encima de las limitaciones académicas de la constitución, Porque el Padre Malloy, gran tipo representativo, no es tolerante porque tolere lo que cree pecaminoso. No. Esta filantropía moral no supera grandemente, en sus efectos sociales. y el norteamericano es, ante ante todo, el ser social por excelencia a la económica. El Padre Malloy es tolerante porque reconoce lo ipaplicable del dogma rígido al corazón flexible de la humanidad, y porque sabe que el dogma fué creado para servicio de la humanidad, y que, desde el punto y momento en que ésta, al abrir más y más sus alas, rompe trabas y más, trabas, trabas y más trabas han de ir quedando inútiles, en medio del camino. Nosotros. es decir, la serie de individualidades que habla por boca del poeta, los de la fe vacilante, los de la visión nublada, etc. etc. pertenece al promedio. Los individuos que forman ese nosotros» son doctores, comerciantes, abogados, veterinarios. personas convencionales todos ellos, de intereses puramente persopales, sin el menor no de heroicidad en el sentido carlyliano. y sin embargo, reconocen (probablemente por egoísmo) la gran fuerza llamada desinterés, según la ver encarnada en el Padre Malloy. Este «average. sin el fuego de las grandes iniciativas, pero al mismo tiempo comprensivo, es producto genuino de Norte.
américa. 1) El «promedios europeo (y latinoamericano, que es lo mismo) detrota la amoralidad provinciana)
sin darse la más mínima cuenta del por qué, y, por consiguiente, sin adquirir, a través de su vivir, la com.
prensión del vivir de sus semejantes, la verdadera tole.
rancia: aa través de Pedro la Flama, Pedro la Roca. Ana Rutledge, muerta a los diez y nueve años, es personaje histórico. La joven fué novia de Lincoln cuando éste era un mero, abogado. Reproduzco el poema sin comentarios. Es de una simplicidad a toda prueba y no los necesita: ANA RUTLEDGE Broten de mi pecho incógnito las vibraciones de una música inmortal; asin malicia para con nadie, con caridad para todos. Brote de mí el perdón de millones para millones y el rostro resplandeciente de una nación lleno de justicia y de verdad.
Yo soy Ana Rutledge que duerme bajo estas yerbas, amada en vida por Abraham Lincola, su esposa, 010 por el matrimonio sino por la ausencia.
Florece eternamente, joh República!
del polvo de mi corazón!
EL PADRE MALLOY Tu, Padre Malloy, estás donde la tierra es sagrada y la cruz florece sobre cada tumba, no aquí, en el cementerio de la colina, con nosotros; nosotros, los de la fe vacilante y la visión nublada; nosotros, los de la esperanza sin ancla y los pecados sin perdón.
Tú fuiste tap bugado, Padre Malloy, chocando una copa amigable con nosotros de cuando en cuando, defendiéndonos, a nosotros que queríamos salvar a Spoon River del Frio y el cansancio de una moralidad provinciana.
Tá fuiste como uno de esos viajeros que traen un pote de arena del gran desierto que abraza las pirámides; y hacen, ante puestras almas, palpables las pirámides y palpable Egipto.
Tu eras parte integrante de un gran pasado; y, sin embargo, estabas tan cerca de nosotros!
Tu creías en la alegría de la vida.
Tú no te avergonzabas de la carne.
Tú veías la existencia tal como es y lal conno cainbia.
Varios de nosotros casi, casi tocainos a tu puerta, Padre Malloy, viendo cónio tu iglesia Labía penetrado el corazón y provisto para él, a través de Pedro la Flama. Pedro la Roca.
CARL SANDBURG, el último de los poetas de la democracia que me propongo presentar aquí, representa la protesta. Lindsay expresa los ideales democráticos de su país dando rienda suelta a su espíritu exuberante. Masters, estudiando sus tipos cuotidianos, en toda su gran.
deza y en toda su pequeñez, Saodburg penetra más hondo. Su espíritu, al encararse con la vida, lleva el En «Archibald Higbier, Masters nos presenta, de cuerpo entero, el tipo más curioso, más lamentable y más digno de lástima del espíritu provinciano. Su absoluta maestría arranca de este corazoncito enfermo una tragedia del tamaño y el caletre de la vida misma. Norte. 1) The average is immensc Walt Wblimao. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica