REPERTORIO AMERICANO 243 creer en el bien, no hacer daño Palabras del Embajador de México ¡Ah, señora. exclamó la la unión en los hogares y el que, arden las fraguas y por canías exhalan con fruición el joven condesa, acercándose. trabajo mejoró la condición pre primera vez en aquella aldea perfume saludable de su resina.
iQuerría hacer tanto por usted! caria en que había caido. El apartada de Vermland occiden Ahora puede morirse la co. Escucha, mi niña respondió pastor de Brobú confesó públi tal, el trabajo déjase oir en la mandanta. La fosa guardará el la comandanta. había en Ekebú camente su pecado de avaricia vigilia de Navidad. La mori cuerpo putrefacto; con él queuna vieja que tenia cautivos los y el oro de sus botijos se re bunda aquieta su alma y perdarán enterradas sus miserias.
vientos. Ella está ahora prisio partió entre los pobres. El trigo dona; las herrerias pasarán a Libre de la carne, devorado de nera y los vientos están libres. ya no se consumía en las cubas propiedad del pueblo y ella todo mal, su espiritu sobreviNo es extraño que una tempes. de aguardiente.
espera que todos serán felices. virá en la memoria de su puetad atraviese el pais. Id, y Ya estaba cerca la conianUn hálito de fe, de caridad, de blo; será aliento en el trabajo, guardáos de los vientos que danta. Deteniase en todas paresperanza, sopla con la brisa inspiración en el pensamiento, galopan soplando la destrucción.
tes para preguntar. Cómo vais? nocturna. Los pinos en las cer amor en los corazones.
La condensa Elisabeth pro ¿Carecéis de algo?
vocó un incidente con Gösta Aqui tenemos dos mujeres Justa Roqué de Padilla Berling, durante el baile, tratando de obtener de él protecricas y buenas le respondian. La Prensa. Buenos Aires)
las dos ayudan a Gösta Berling ción para la comandanta. Su a ir de casa en casa, vigiláncmpeño fue inútil y sólo condolo todo, para que nadie pase siguió acarrear sobre si un gran infortunio.
hambre. Queremos ser buenos, Christian Berg y Christoffer, a na En los cortijos se da aprovechando el desorden pro de comer a las mujeres necesiD. Alfonso Reyes ducido por Gösta, pusieron en tadas. Se trabaja en todas parlibertad a la comandanta. Sin tes y las siete herrerias de Primera piedra de la Casa del Teatro tardanza y soportando valeroEkebú están en plena actividad.
samente las dificultades del largo Buenos Aires, 16 de Febrero de 1928 Cuando la anciana llegó a sus camino, fuése ella en busca de dominios, los caballeros saliela madre. Por fin has venido. ron a recibirla; apenas si pu Re impulsaron la idea que ECIBAX, cuantos concibieron nas. Juegos, diversiones, tareas. dicele ésta. Le permite endieron reconocerla; tan extedesinteresadas son las artes, trar a su vieja casa y ayudarle nuada volvía. Pero de su ahora comienza a realizarse, el en los quehaceres de la granja, desde el punto de vista purasemblante irradiaba una grave del telar, de la cocina. Estaba dulzura; lo que hizo exclamar a aplauso y la felicitación de to mente biológico: actividades perdonada! Es tiempo de volver todos. No es la comandanta de dos los que se interesan en la reveladoras de una vitalidad a Ekebú para salvarlo.
Ekebú lo que vuelve; es Mar mayor dignidad y la plena in normal, desbordes de la fuente Todas las comarcas convecinas han sufrido tremendos azogarita Celsing. Dejáronla en corporación social de la clase ar interior, cuando mana con reguel lecho y salieron, cerrando la tes. las devastadoras tormentistica, modesto sacerdocio lai laridad y equilibrio. Lo cual no puerta de la estancia. Cuánto tas e inundaciones ha seguido hay que decir cuando se acerca co que nos procura cuidados in quita que las artes sean tamuna sequía arrasadora. Las hier.
la hora de la muerte!
dispensables a la vida espiritual bién, para la ética y la metabas en los prados moríanse de sed. Los rayos del sol se trasSintran reaparece y consigue de los pueblos modernos, y a física, exteriorizaciones y desformaban en llamas de fuego, ver a la comandanta; le entrega quien, sin embargo, cabe con cargas indispensables a la buena quemándolo todo. Los pinos en el pacto que firmó Gösta aquefrecuencia la suerte que cupo a economía del alma, y, hasta eslas selvas se estremecian violla funesta noche de Noel. El lentos y feroces, llenando los deseo del bien no había abanlos embalsamadores de Egipto: pejos en que la conducta se ámbitos con el crujido siniestro donado a la moribunda; pero éstos, aunque proporcionaban contrasta y se rectifica. Así, el de sus rigidos troncos. La oraésta hecha de carne y hueso y servicios preciosos para la inmor solo cuidado por mejorar la ción de los buenos no conseguia las dormidas pasiones agitan talidad según las creencias de clase artística es sintoma de caconjurar el hambre y las epide: su ánimo. Quiere castigar a los malos, quiere vengar la negra aquel pueblo extraño y profundo, mias. Los avaros escondian sus bal salud en la ciudad que se tesoros. Los hogares se agitaingratitud de los que la repu hipnotizado por la preocupación ocupa de procurarlo y es, adeban en viejas disidencias. Las diaron. Gösta, el más odiado, de la muerte y enamorado de la más, garantía de porvenir.
jóvenes abandonaban a sus proheredará las siete herrerias; no ultrátumba. vivían como olvi. Hubo un tiempo en que los metidos. La lealtad habíase tropodrá nunca sustraerse al peligro de sus riquezas.
dados y escondían, en los bacado en traición. Entre los enepoetas, antes de venir a ser, migos recrudecian los enojos. decir exclaniaba la corrios pobres, su existencia pre con Chateaubriand o Paul ClauLa alegria parecía haber huido mandanta ¡qué tú también, Eli caria.
del, los intérpretes de los pue.
para siempre. Fuegos y lágri sabeth, has sido una mujer adúl Corresponde a la primera da blos y los mensajeros de la mas perdíanse en el abismo de tera, si no en acto, por lo menos ma argentina el mayor honor bucna fe internacional, es decir: la desdicha.
en pensamiento, y sin embargo, puedes vivir dichosa!
en esta empresa. La obra, Se.
Algunos dias antes de Noel, los verdaderos vates, en el senla comandanta se puso en marLa ternura de las mujeres nora, a que habéis querido tido más puro y sagrado de la cha hacia Ekebú. Se enfermo interviene para tranquilizarla y otorgar vuestro patrocinio y el palabra, formaban una clase gravemente en el camino y tuvo obtener el perdón de Gösta, apoyo de vuestra cordialidad errabunda, que iba cantando por que detenerse. En esos dias, quien, angustiado, le dirigia siiadmirable es más que filantró las calles, e implorando como los caballeros, acosados por la plicas fervorosas. En ese moindigencia y desesperados por mento un golpe sordo retumbo pica si es que puede. haber el pobre murguista ambulantet, los truculentos males que ame. en el silencio; luego otro y otro. algo mejor que un acto de bon bajo las ventanas de los seño.
nazaban acabar con los habi El ruido armonioso del martillo dad, que una expresión de la res, los dineros de la limosna tantes de Ekebú y de las co resonaba en la noche.
buena voluntad entre los hommarcas de Vermland, recurrieron Es Nochebuena, noche de o, al menos, el «vaso de bon al trabajo como único medio de Noel; ni los molinos ni las frabres. Quiero decir que tal obra vino» que, en pago de su poesalvación. Regenerados, empe guas trabajaron nunca la noche tiene un alcance cuya profun ma, pedía el Maestro Gonzalo zaron a gustar el bien enianado de Noel. Pero ¿por qué medios didad no podemos apreciar des de Berceo. También el Teatro de esa ley divina. Fortalecida puede obtenerse la bendición de aqui. Sus consecuencias pue Moderno tuvo humilde cuna.
su voluntad, despertáronse en de la amada patrona. De qué ellos los buenos sentimientos y lede echarse mano den aprovechar, no solamente Cierto es que arranca, en la cada dia daban pruebas de en para beatificar su agonía. La a la clase artistica que resulta profunda Edad Media, de las mienda con una buena acción, idea ha acudido a la mente de directamente beneficiada, sino representaciones litúrgicas que con un hecho abnegado, hasta todas esas gentes sencillas.
con sacrificio de la vida, como a toda la sociedad, a todo el los eclesiásticos y las cofradías Quieren de la fortuna el mejor lo hizo el capitán Lenard, por don; de la querida protectora pueblo en que esa clase opera religiosas celebraban en el seno auxiliar a un grupo de niños y que la muerte les arrebata, el su labor de lenta y tortuosa mismo de las iglesias pequeños mujeres que corrian el peligro mejor legado: el trabajo; el penetración del espíritu en la misterios y moralidades derivade ser aplastados por una viga inico bien posible y duradero.
de hierro. Sintram 110 se atredos de la Doctrina y encaminaAbrense las compuertas, giran vida y en las costumbres.
via a dejarse ver; no tenian las ruedas uc tos inolinos, mue Siempre fue la salud amiga dos a difundir la buena semilla.
tiempo ahora los caballeros para vese la hoz en las praderas, de las diversiones, los juegos. Adviértase que aun el sacrifioir majaderías. Reino de nuevo golpea el martillo sobre el yun las tareas desinteresadas y. amecio de la misa es, en lo merarecursos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica