Violence

REPERTORIO AMERICANO 201 oamericanismo. on chan las canciones maternas, hace sonoro el golpe de la lé las manos silenciosas el apoyo gados momentos de goce, inlentas y adormecedoras.
lice sobre las ondas, y en que y la confianza, que necesitan. contenibles como la marcha de Mientras, la nave siglie sn la trepidación intermitente de La sombra misma responde al la edad y voraces como lenguas inarcha sobre el mar dormido las máquinas se oye distinta y tacto, nos busca sólida, nos en de fuego.
de las quietas latitudes. Plancha misteriosa. De los rostros en vuelve y nos palpa. Rodeado de Pero la luz, inoportuna, vuelve silenciosa el negro terciopelo fuga inesperada sólo queda un tantas señales invisibles, yo tam enredarnos en su seda de code las aguias. Pero los dioses, presentimiento, de las luces mul bién me levanto del asiento, lores. Otra vez la luz. El joven en un juego invisible para nos ticolores la última vislumbre im sorprendido, sin saber qué haoficial de guardia, sonriente, exotros, cubren con sus manos de precisa, y de la música del vals cer ni adónde ir. Pero alguien, plica el corto circuito. Las pasombra la mirada inadvertida interrumpido sólo se escucha la de más presencia de ánimo, exi rejas se disuelven. ahora la de los hombres. De repente, las muda sonata del recuerdo. ge la musica. La orquesta, un rubia americanita se reclina en luces se apagan obedeciendo a Los que bailan se detienen segundo enmudecida, torna a mi brazo, desfallecida. Más tarun conjuro. La nave, sin ruido, vacilantes, confundidos, en es desparramarla sobre nosotros, de, acurrucada en su rockingencalla en las tinieblas. hay pera de lo que ha de pasar. El. lenta otra vez, con ternuras insoschais, fija sus ojos claros en el un momento en que los sones misterio de la oscuridad los asus pechadas, Orfeo moderno aplamar. asi transcurre la noche, del mar culminan, en que se a, y unos a otros se piden con cando las fieras del pánico. insinuada por la orquesta, entre ¡Y comienza la danza entre un desmayo del espíritu y un las sombras! La cautela arrastra impulso arrebatado de la pasión los pies con un vago rumor de infinita.
fantasmas. Parece que del árbol Miss Viola desaparece, última de la noche se desprenden las visión, en un recodo de la nave.
hojas secas para ser arrastradas Managua, Un avión del ejército americano en viaje de inspección, chocó con un zopilote cerca de Estelí, matándose los dos sobre el musgo por los vientos.
En la siguiente mañana lim.
aviadores que lo tripulaba. Segiin los diarios. fatales del Otoño. Desde las pida. Baño de claridad sobre ondas bañadas por la luna, cqué las olas, espejo de goce para Por SOLANO pensarán los peces, de redonda el alma. Ahora sí que estamos mirada inmóvil? Sé que Miss frente al sol. Recorro de prisa, Viola vive todavia por la pausa contento, los rincones del buque contenida de su respiración sedemasiado estrechos, demasiado rena. Acerca sus dedos a los cercanos. Yo que los quisiera mios, los enlaza con timido y de una amplitud marina, audaz contacto. Su presión elolímites etéreos, con horizontes cuente me invita a hundirnos inaccesibles. Miss Viola.
también en el ciego torbellino. Se reclina, ingrávida, sobre o cada tropiezo nos estre la borda y mira todavia al mar.
chamos callados. Vamos a tien Le cae un velo azul sobre los tas y nuestros rostros se juntari hombros y en lentas espirales poco a poco, ya sin ritmo, so se le enreda a la cintura, Azul lamente impulsados por la ace con cauces que, de prolongarse, lerada pulsación de las venas. naufragaria en el Océano AtlánUna misera demanda de suavi tico, así como tantos rios azudad y de calor, un inconfesado les; pero ella ha detenido su reclamo de ternura. Siento el curso con las manos, lo ha desvaho de su boca sobre mis me parramado sobre su cuerpo y jillas como el cálido aroma del se baña feliz entre sus ondas mar, y sus brazos desnudos so de seda, al aire libre del dia.
bre mi cuello ahorcando lenta Recorta su silueta sobre una tamente mi vida. Formamos un pasajera nube de esmeralda.
solo cuerpo que ya no se mueve Miss Viola.
por su propia voluntad, un solo Me saluda con su apacible cuerpo que agoniza con blansonrisa y su claro mirar. Las dura, empujado aquí y allá por palabras, esta vez, acuden a humanas olas y finalmente admis labios triunfadoras, con inherido a una columna, sobre el sospechadas virtudes y en suabismo, como brizna de hierba cesión incontenible. Pero ella arrojada y suspendida en las me mira y sonrie. Sus labios se ramas últimas del árbol.
mueven de acuerdo con sus ojos, El mundo entero se mueve en en un cómplice callar cterno. el silencio, en el vacío. En este nada más. Se aleja después de instante cumple su tarea de romi con lentitud, se arranca de tación absurda y le da la esmi lado sin violencia.
palda al sol. Aislados en el. Miss Viola.
regocijo de la danza, solo Miss Viola y yo permanecemos inEstoy a solas con el mar y todavía escucho sus últimas pamóviles, tan juntos, que nos buslabras: camos los labios, nos bebemos edo el aliento, apaciguamos con ar dont understand you!
dor nuestra congoja. Los rápidos Lo que, sin duda, ha debido segundos están llenos de alar suceder; mi buen amigo. ப மய nded, hijos iníos, a morir como nuestro hermano ho en lid declarada contra el inperialisino yaniqui. Enrique González Rojo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica