Democracy

REPERTORIO AMERICANO La lección de Güiraides LECCIÓN de ejemplaridad es la cia, la hidalguía, el temple, la que dejó Güiraldes a sus firmeza. De golpe, el forastero amigos. comprensión única de volvió a crecer en mi imaginalos amigos espirituales! en la ción. Era el tapao, el misterio, media docena de libros escritos el hombre de pocas palabras que entre El Cencerro de Cristal, su inspira en la pampa una admiiniciación en 1915, y Dori Seración interrogante. Es perfecgundo Sombra, su triunfo como to el acuerdo que se logra, a novelista en 1926. Su triunfo to largo del libro, entre su exque sólo brevemente pudo saterior. recio, inmutable, encarborear, cumpliéndose a quella nación que sin saber por qué predicción del personaje de este nos trae a la memoria la pamlibro que tantos puntos de conpa de granito del viejo Rodó, tacto parece tener con el proy sus ideas firmes, claras en su pio autor. En mi destino estaría sentido, a pesar de la aparente escrito que todo bien era pasavaguedad y del agreste simbojero. lismo.
La lección que aqui aprendeToda la acción del libro transmos es lección de fortaleza, de curre en torno a las figuras de espiritualidad, de americanismo.
Don Segundo, señor de la pamImpone respeto por la pureza pa, y del muchacho que siente de su tono y la convicción que ia fascinación de la vida libre la anima; y llega a terer entre y trabajosa, y que ha puesto los jóvenes virtud incitadora y todo su afán en atraerse la atenvalor de guia.
ción del gaucho. Lo consigue a Con la cordialidad y el ejemfuerza de darle pecho a la ruplo, animó Gliiraldes las empredeza, venciendo en las empresas en que estaban empeñados sas difíciles, metiendo la volunlos mejores, los de su clase.
tad donde el cuerpo no le daba.
Con ellos fundó la revista Proa No hay en la pampa oficio más en la que número a número grave y peligroso que el de apareció su firma, quedando en resero, y se prende a la oporsus páginas buen testimonio de tunidad para seguirlo, siguiendo las predilecciones del poeta y a Don Segundo. Todos me padel crítico. Allí están sus imprerecian más grandes, más robussiones sobre sus nuevos preditos y en sus ojos se adivinaban lectos. Fargue, Valery Larbaud, los caminos del mañana. De Romains, Henry Levet, exigentes con nosotros mismos, timo de sus libros. Se ha consi peones de estancia hablan paSaintleger Leger. Estuvo en las puesto que en arte no hay una derado a Don Segundo Sombra sado a ser hombres de pampa.
avanzadas de Martin Fierro, lle llegada allegar no significa sino como poema nacional, el poema Tenian alma de reseros, que es nando su papel de hermano ma haberse creado nuevos motivos de la democracia rural argentitener alma de horizonte. Las yor, velando por el cumplimiento de partir. Le obsesiona la idea na. Jorge Luis Borges anti peripecias de las jornadas, a la de la promesa empeñada, sobre de la partida, hasta como moti cipó esta definición: toda la pam intemperie de todos los acechos; pasándose en el propio concepto vo intelectual, y no admite otra pa en un hombre. Desde nuestra la astucia y la cautela, para del deber que cumplía a su ge sabiduria que la que nos obliga lejania no alcanzamos a expre vencer de los contratiempos, de neración, forjando constantemen siempre a partir hacia un cono sar sino que se trata de una las conjuraciones que en la vaste, con limpidez absoluta, las cimiento futuro, para «crear a realización cumbre, logro en el tedad del silencio se agloramecategorias de su credo, el credo la inteligencia una razón de vi ápice de las letras de nuestra ran y se ciernen sobre los homque se habían inpuesto los homvir.
América.
bres; la gravedad y el buen bres de su grupo. Vuestra ju Hay una inquietud que es só Hay en Don Segundo Som humor, alternativamente. Se enventud sube hacia mi rostro, lo movilidad, ruido con que bra un claro intento de glorifi noblece el oficio de resero, y como un aliento de pampa, cuan atraemos la atención, gestos de car la pampa, glorificando la se ennoblece el hombre que es do sobre la gramilla iluminada saforados en incesante desva figura del gaucho. Libro escri capaz de haberse templado para de rocio (emoción de la madru necimiento. hay también la to desde adentro, no con visión resistirlo con alegria.
gada que vuelve a encontrar su inquietud intelectual que es un externa que sólo apresa apa La lección de Don Segundo mundo) me aferro al optimismo proceso de pasar de los hechos riencias, encierra algo más que se precisa más cada vez. Háascendente de los nuevos creci adquiridos a la superación de un pedazo de pampa; está la cete duro, muchacho. como mientos. El hombre se siente las posibilidades. Esa superación pampa toda, a través del alma ha sentido vocación de gaucho pequeño ante la infinita trasmu era la que perseguia Güiraldes, de sus hombres. Estamos lejos desde las primeras páginastación que anuncia lo porvenir, y hacía carne de su espiritu en de los mirajes fantásticos para des sus primeros años pero crece con sentirse capaz cada nueva producción. Poseia deslumbramiento de extrañas aprende con devoción, con rede comprenderla. una gran fuerza creadora, en imaginaciones; aqui la realidad, gocijo que asoma en sus palaFué un definidor, de cara a cauzada por un pensamiento di por serlo tan cabalmente, supe bras cuando recuerda los rebenlo más recio de un arte nuevo, rectriz. Dio expresión propia a ra a la fantasia y atrae como cazos de Don Segundo sobre que en sus manos alcanza la su arte, simplificándolo hasta los un misterio.
sus espaldas y oye su voz: perfección de lo viejo. La cla elementos primarios, con la con Frente a la deslumbrada ad ehacete duro, muchachonridad con que en todo momento vicción que alguna vez expresó miración del muchacho, todo cuando la vida lo rebenqueaba nos habla de su arte, ajeno a de que el valor de toda obra ansia de libertad y de caminos, con el mismo consejo.
todo rebuscamiento, nos hace es interior, y que le hacia esco surge como una aparición la Conmueve su hondo dolor.
ver que tuvo una clara idea del ger lo más sencillo de la vida. recia figura de Don Segundo, contrariado en su vocación inticamino que se había trazado, De ahí la gran unidad de su impenetrable y atrayente como ma por las circunstancias que camino marcado en sus propias obra; la armonia entre su arte figura de romancero. Jumóvil, lo ponen de golpe en posesión novelas, de las que la última y su concepto del arte.
miré alejarse, extrañamente de hacienda y riquezas. yo se afincaba en la auterior, para Caracteristico de la nueva agrandada contra el horizonte hubiera desiao más bien que sobrepasarla. En carta memora sensibilidad ha sido el horror de luminoso, aquella silueta de ca los caranchos me hicieran picable, dice. Cuando me decidí a la frase, que falsea la realidad ballo y jinete. Me pareció haber dillo las carnes. Pero la resescribir, no ya como un diletante, o la expresión. Por reacción se visto un fantasma, una sombra, puesta de Don Segundo tiene sino como un hombre de buena llegó hasta el balbuceo y más algo que pasa y es más una idea un sentido inimitable y de la voluntad que se impone tin de acertadamente a cierta ruptura que un ser; algo que me atraſa medida total de su carácter: ber en la vida, puse en una carta con el encadenamiento lógico con la fuerza de un remanso. Mira, dijo mi padrino, apo a un amigo estas palabras más que daba de lado a la espon cuya hondura sorbe la corriente yando sonriente su mano en mi o menos. Voy a cenirme tal vez taneidad. Guiraldes quiso soladel rio. hombro. Si sos gaucho en de a una modalidad y siento la mente ser artista, reivindicando La pampa se condensa en Don veras, no has de mudar, porque honda tristeza de dejar de ser la expresión directa y la senci Segundo, que es como una an andequiera que vayas, irás con el vagabundo del libro. Qué llez, si nos atenemos a sus de ticipación de su impenetrabili tu alma por delante como maclara conciencia del camino! finiciones y a los resultados dad, de su misterio, de su atrac drina e tropilla.
Tenía arraigada la idea de obtenidos.
ción. Figura tallada a gran es El mejor elogio de Don Se que todo está en uno y que a Su fuerza, su plenitud, su ma cala, en que trasciende de su gundo Sombra es que puede cada paso debemos hacernos más durez, van a culminar en el úl propio silencio y de su pruden(Pasa a la pagina 17. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica