REPERTORIO AMERICANO 215 Por aquí pasaron Calles Siete Perros, y un tal Vargas Vila, pero yo, dormido, tuve la suprema dicha de pó verlos.
Durmiente, mis ojos, por estar cerrados, ahora son dignos de aquel madrigal de los ojos puros, claros y serenos. tú Francis James, este Paderewski traza con sus dedos círculos hermanos de los versos tuyos. Oímos. joímos!
y estamos oyendo tus versos modernos.
Leemos, leemos, y estamos leyendo la evangelizada canción del Minuet.
Paso de carrera con los pies descalzos, perdiz pie de liebre, ciervos aquileos.
No han podido hallarme los calumniadores. quién podría alcanzarme. Nadie! Solamente se quedan diciendo: por aquí pasó.
Ciervos aquileos, perdíz pie de liebre paso de carrera con los pies descalzos, por aquí pasó. tú Pallais, cuyos versos son camino para mis deseos, después de las lluvias, oye, Paderewski, en la voz más baja, silenciosamente, gotea, gotea. oyéndolo, somos dormidos hermanos de Bella Durmiente, dormidos hermanos de Bella Durmiente.
Oyendo, mis ojos extáticos ven, cómo se levanta la primera estrella, tras la rama en flor.
Balada tercera del que oía y oía y oía y nunca quería dejar de oir el Minuet de Paderewski El ojo, el oído, hermanos gemelos, dos remos, dos tiempos del mismo compás, dos alas, dos velas.
Oye lo que reza profunda la vida: ivolar y volar!
iy la voz gemela dice navegar!
Solemne, solemne, solemne la misa del vuelo, turr, turr.
Solemne, solemne, solemne la misa de las hojas verdes, de los violoncelos, de las ocarinas y de las marimbas.
Los aeroplanos, yo vuelo, tú vuelas, en inimitables sonidos, turr, turr.
Oyendo, qué gloria para las oídos! también qué deuda la más impagable!
Dios mío, quisiera ser lengua de fuego, para, siete veces, cantar la suprema dicha de los ojos y de los oídos, del pie, de la mano, y esta mi boca que ahora alaba diciendo: quisiera ser lengua de fuego vibrador, quisiera vivir celebrando tu doxologia, tu gloria, Dios mío, tu gloria, tu gloria.
Oyendo, soy libre pájaro que vuela, que vuela, que vuela. los corazones, yo amo, tú amas, en inimitables sonidos, turr, turr.
Solemne, solemne, solemne la misa, la misa cantada del cielo y del mar.
Dios mío quisiera ser lengua de fuego, para, siete veces, cantar la suprema dicha de los ojos y de los oídos, del pié, de las manos, y esta mi boca, que ahora alaba diciendo: quisiera ser lengua de fuego vibrador, quisiera vivir celebrando tu doxologia, tu gloria Dios mío, tu gloria, tu gloria.
León, Nicaragua.
Es música ésta la más voladora de todas. Oyendo, pasan en bandadas, pasan las palomas, kyrie, kyrie, kyrie, en inimitables sonidos, turr, turr.
Los aeroplanos, y los corazones en inimitables sonidos, turr, turr.
Solemne, solemne, solemne la misa de las hojas verdes, de los violoncelos, de las ocarinas y de las marimbas, en inimitables sonidos, turr, turr, solemno, solemne, solemne la misa cantada del mar, Indoamérica Organo del Apra Mexicana Apartado 1524. Editor: Manuel Gallardo.
México, Atuei Organo del Apra Cubana 10 de octubre 656. Vibora. La Habana. Cuba Directores: Enrique de la Hoza, Nicolás Gamolin La Epoca Diario órgano del Apra Centroamericana Directores: Molina y Héctor Quiñones Quezaltenango. Guat. Centroamérica.
Oyendo, con paso ligero camino.
camino, camino. Este documento es propiedad de la Biblioteca ctpctronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica