REPERTORIO AMERICANO y tuerce la espiga de humo que sale de tabaco, con guaro; un palito de limón, con palabra dicha por ésta, sin punta de mala las tejas de tal modo tranquila y mansa de matapalo en rama, para los tumores que se intención, la otra le atribuye una dirección ordinario, que se diría el vuelo sereno de le hacen a las mujeres en el vientre; en que realmente no llevaba; que la carrucha una paloma de paz? El destino las atrajo y tiempo de la cosecha, cogen todos los li de hilo blanco no está ahora donde quedo las juntó un dia, en quién sabe qué vuel mones maduros, les sacan el caldo, lo cue anoche, y que tal vez será que la han es.
ta del sendero, como se unen veces en lan y lo ponen a cocinar con un poquito de condido para que no se gaste; que el molideterminado momento, por virtud de algún azúcar, enseguida lo guardan en una botilla, nillo de batir el cacao para el tibio que una quiebre caprichoso del suelo por donde pe bien tapado, para tener si se ofrece asi que de ellas acostumbra al medio dia, no está regrinan, y después de mucho andar, los no haiga limones en ninguna parte. Una mata yá, y que sin duda lo pusieron en otra parte cristales de dos ojos de agua brotados allá de cojombro, por el olor y para agua fresca; con su segunda; que los anteojos, que el a favor de peñas distintas y distantes una una matica de cocoros, se jelaron ese año dedal, que la novena. Que por eso lo mejor de otra. Ellas mismas no recuerdan ya porque alguno que iba pasando por la calle será buscar adonde irse para no estorbar.
desde cuando se juntaron bajo aquel techo los señaló con el dedo. En la cerca, matas allá va la que es, con su motetico de pobre y bueno a compartir el mismo pan, de reina de la noche, la hoja, untada de ropa, y en un canasto de mano, la imagen las mismas faenas, las mismas dulcedumbres manteca caliente es tena para las hincha del Corazón de ría, o la de San Antonio, y los mismos amargores de la vida. No sazones de la cara, el olor de la flor cansa un fustán al que se le estaba pegando el brian decir desde cuando vienen cultivando cuando echa muchas; matas de salvia, para caballito, a medio terminar; una cruz de el pequeño jardín de siembros antiguos, remedio y para lavar los platos y las tazas; palma bendita, una jícara y su molinillo, los tan limpio como un relicario y oloroso a matas de tuete, tan lindo el olor, la hoja es anteojos comprados al turco que sube todos gloria, como un pomo que contuviera a la buena para el envoltorio de las yerbas aro los sábados, un rollito de venas de tabaco, vez las esencias del romero, la yerbabuena, máticas, cuando hay resfrio que no quiere la media luna de picar éste y quién sabe la malva de olor, altamisa, asenjo y clave salir: se pone el envoltorio en un tiesto cuántas cosas más que van en el fondo.
les; aromas inofensivos allí, frágiles y bue con brazas, en el cuarto, y así que están (Por las otras mandará a alguno después. nos, con la fragilidad del primer rayo de suasadas se mojan en vino, y eso se le pasa ¿Hacia a dónde? buscar a Camilo Ansol mañanero. Se diría la casita, vista des al enfermo por todo el cuerpo, principal rrada y a echarle el cuento. Camilo, muy de la calle, con las paredes encaladas de mente en las coyunturas, y santo remedio. grave la expresión: blanco y el sócalo de azul de prusia y el Una mata de mozote de caballo, las cásca. Conque sigue Petra con calentura?
florido jardinillo al frente, una aldeana que ras se echan en agua, hasta que esa agua Yo les contaré.
Juce en día domingo un alegre delantal. Las se pone babosa, idiai se toma por agua de esté haciendo lo que esté haciendo, se unió el destino estrechamente en la vida, tiempo, limpia la vejiga. en un güitite, encarama el sombrero, requiere a la quejosa como en los rastrojos a dos cañas de maiz matas de guaria de la morada, cuando es el para que lo siga y derecho a la casa de las secas y débiles las junta a veces en vínculo mes de marzo, hasta que da gusto ese palo. dos viejitas, Camilo adelante, segunda paamoroso bejuco o liana que remata su ac. Las gallinas, una tal cual, no se puede más, loma del Diluvio con el ramo de olivo en ción circundante en un florecimiento de cam. siempre en el cerco, Dios guarde en el jardin, el pico de su pensamiento conciliador: pánulas delicadas en cuyas copas azules, tan tequiosas que son. En el corredor, col No hay que ser así, hombre. Vean lo blancas o encendidas abreban cantando los gando de una solera, un tronco viejo de poró, que están haciendo, hombre. Ya esto es mucomemaices madrugadores, no bien ha des al albergue de una colmena de picúzaro, cho, hombre. Pongan de su parte, hombre.
pertado el sol. Los tirsos de miramelindos no hay miel como esa, ni cera; la sacan Ya no están chiquitas, hombre. Hay que te.
rojos abiertos a uno y otro lado del portitodos los años en abril. uno y otro lado ner temor de Dios, hombre.
llo que comunica el jardinillo con el cerdel empedrado que conduce a la calle, matas Lo cierto es que en un dos por tres la quito, se los tiene ofrecidos a mano Ramón de manzanilla por todo, la semilla hay que paz se restablece, no sin que haya dejado Chavarría y a mana Félix, la mujer, para el regarla verdiona para poder que pegue. Es de temblar alguna lágrima de gozo íntimo, altar que ambos levantan todos los años el lo mejor que hay para el estómago; cuando inefable, infinito, en los párpados, tan canJueves de Corpus en una de las esquinas hay cólico de los que con nada entienden, sados, marchitos, de las dos ancianas; y de abajo de la plaza, si de aquí allá hay se cocina con miel de palo, se le echa una ambas quedan más contentas que otros dias.
cosecha. Florecen también allt, sobre una copita de isná, y como con la mano.
Se manifestarán durante todo ese dia, la mata de ruda, las rosas de Castilla y a la Lavan ajeno, poquito eso si; hacen biz una frente a la otra, con reciproca y muy par las de Jericó. El nomeolvides es siem cocho, tamal asado y pan blanco, lo mismo sentida obsequiosidad: bro que pide mucha agua; tarde y mañana que moler cacao en piedra, pero sólo de. Aquí hay cigarrillo.
riegan las viejitas el parchecito verde y ri encargo. Con eso pasan y con otras ganan. ese cabito de candela prendido?
sueño cubierto de diminutos ojillos celestes, cias, poquitas, que les dejan los cigarros y Por la paz de esta casa, con un Padre vivos y relucientes, asi se explica que es el almidón de yuca que elaboran, para más Nuestro a San Rafael.
tén tan frondosas las matas. La jalbaca, no les alcanzan las juerzas. Aquí hay tizoncito.
primero era nada más que una matica, se. no obstante la simplicidad de tal con. Voy a poner el agua, para su tibio.
milló y ahora hay nacida por todo, las sevivir, alguna pequeña nube oscurece a veces, Juntas saldrán al cerquito para colocar millitas secas son buenas para sacar sin por momentos no más, la diafanidad de ese una guinea madura o alguna otra fruta en dolor las basuras cuando al cristiano se le cielo que a ambas las cobija con amor: al el tronco del güitite, para las viudas y los mete alguna en el ojo. Los oropeles, tan gún guijarro de proporciones insignificantes yigüirros muertos de hambre, tan garifos agradecidos, echan siempre, invierno y ve que rueda inesperadamente y en su caida esos pájaros, pero pobrecitos, nadie les da rano, la flor nunca se desmerece, es lo que enturbia de modo pasajero la linfa cristalina: nada. las dos de la tarde comerán senle ponen al Corazón de María. Para el dia que un dia la una creyó adivinar en la otra tadas en la banquita de la cocina, cada una de la Santa Cruz, cogen las rosas de Cascierto mal modo inexplicable; que a cierta con su taza de caldo de la olla; ambas en tilla y componen con ellas una cruz negra plática animada siempre, se pondrán a comer: y sencilla que tienen y a la que visten ese bocadito de carne cocida, pedacito de pládia con camisa de gola y unas nagüitas azutano y traguito de caldo. Se recogerán pales, la ponen en un clavo del corredor, en REVUE DE AMERIQUE sadita La Oración, una vez que, vueltas un horcón a un lado del horno de barro.
hacia el sitio en donde queda la iglesia, Espuela de caballero hay mucha, muy boniLATINE hayan rezado pidiendo por los navegantes, ta la flor, buena para lavarle la cabeza a las criaturas cuando tienen piojos. También Aparece el de cada mes por los peregrinos, por los encarcelados, por los agonizantes de esa hora y por el tienen sembrado culantro coyote, el buen Publica estudios de escritores, sabios y alivio y descanso de las benditas Animas gusto que le da a la comida y tan bueno politicos franceses, hispano americanos y del Santo Purgatorio.
para remedio; maticas de china, un jazmin. brasileños sobre la América Latina y sus cito muy oloroso, todavia no ha echado; relaciones can Francia.
matrimonio y, en brucha estimación, un chi Dará conocer, en selectas traducciones, Los amigos de echar la gata y de arriar rrite extranjero que dicen que es lo que novelas, cuentos y enaayos de autores his con lo ajeno, que se las anden con Camilo hay lindo, tampoco ha echado flor, las hojas panoamericanos y brrsileños.
Andrade. Digalo si no Mazorca, cuyas mason como con letras pintadas: cuando a la Sus crónicas, numerosa y de variada, in las artes en materia de apercollar pollos y noche llegan duendes a molestar y a bur dole, resumen la vida intelectual, artisttca, larse de los de la casa, se cogen las hojas gallinas que nunca fueron de su patio, hai económica y social del Continente laiino.
sido puestas al descubierto en más de una y se riegan en el suelo, los duendes reparan en las hojas y por ponerse a leer aqueSUSCRIPCIONES ocasión por el peluquero de este cuento.
No se crea que sean cavilosadas suyas, llo, se les olvida a lo que iban y ya se En el Extranjero. Países que concedieron igalán estaría entonces! La gente viene a acaba el tequio esa noche.
la tarifa reducida. un año 40 o 10 su casa y le consulta el caso. Camilo se En el cerquito, una midajita de tierra no más, matas de plántano y de guineo, para (Los otros países, incluso Costa Rica. un encierra en la pieza de su barberia, coloca cogerlos celitos, y por la hoja, para palmiar año 60 o 10 una palangana llena de agua en el suelo, y sobre el agua, abiertas en cruz, unas tijetortillas; un palo de lima, por el olor de la Redacción y Administración, ras viejas suspendidas de un hilo; piensa fruta, y también para hacer cura para el Boulevard de Courcelles. Paris (17e. con el cálamo unas cosas que sólo él sabc Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica