200 REPERTORIO AMERICANO Circuito corto De Ulises. México.
se LAS y de palabras confusas. Miss Viola y yo, callados, nos miramos con frecuencia y nos sonreímos a cada mirada.
Cuando vuelve la orquesta a hacer cantar sus instrumentos, es un vals de Norteamérica, romántico, hecho de sencilla voluptuosidad. Música de sonidos aviesos por lo claros, directa, de turbadora ingenuidad erótica, asi como el inocente flirt de las niñas de catorce años. No bastaria la blanca tela de la espuma del mar, algodones dispersos en la noche, para taparnos, como los liombres de Ulises, las orejas. Vamos, descuidados, hacia el escollo, donde las sirenas dicen su embrujada canción.
La brisa, de hilos delgados, es insuficiente para amarrarnos a los mástiles de la serenidad y la cordura. Se despliegan las notas como desenvueltas ser.
pentinas melódicas y cae la luz, agua precipitada de torrentes.
En un haz de reflejos y de cantos, Miss Viola me mira. Ella tiene también su luz. Ella tiene también su música. yo sonrío y escucho, ignorante y feliz, como los niños sonrien y, escuEl colmo del hisp. As costas del Brasil ya luntad. Flotamos sobre la inperdieron. La cubierta del creible impresión de la música barco, iluminada, es el asombro en la noche de los mares. Acomde los peces en vigilia. Estoy pasan las ondas con su leve seguro de que nos clayan, in martilleo y la brisa de julio con quietos, sus ojillos inmóviles y su lento vuelo sutil. Canto pleno que la chispa de sus millones de los saxofones en la melodia de miradas alumbran ahora los extravagante, disonancia exprecaminos del mar. Verdad, Miss siva de las baterias ensorde.
Viola. Cuando pase la primera cedoras. todo arbitrariamente sorpresa, el repentind suisto del mezclado con el ritmo elaboraencuentro con el monstruo des do de la danza que se recrea.
conocido, harán mofa de la pe en su flotante incertidumbre.
sadez de su marcha, de la len: Miss Viola, ligera, acomoda titud de sus movimientos. Lo sus pasos a los mios. El baile acompañarán largo rato sin tecaprichoso acerca y separa nuesinor, cuchicheando entre si con tros cuerpos. E, esta prisió11, el ruido de sus aletas de cris.
en esta fuga, se me despierta tal sobre las aguas y la compli el deseo imperioso de tenerla cidad del viento y de la espu entre mis brazos, con el temor ma. Luego, se irán perdiendo, de que se me escape entre un poco a poco, entre la noche.
compás y otro compás de la ¿Verdad, Miss Viola. orquesta. Cómo asegurarla a La linda americana no sabe mi, si sus pies huyen como perel español y mi conversación seguidos sobre el piso vacilanes inútil. Yo bien quisiera, como te? Siento que se me empana tantos otros, aprender el inglés.
la mirada que largamente he En los abiertos labios de mi detenido sobre sus (hombros y compañera saltan las palabras ceso de oír la música, atento con el sonido del agua que cae sólo a la respiración convulsa sobre las rocas. El tono hace de sus senos de plata. Ni ella lentas algunas sílabas; pero sólo ni yo, distinguimos a las otras para dejarlas después que se parejas. Ciegos nos vuelve este persigari precipitadamente, en girar sin tino, esta honda caricia sucesivo temblor del aire a cada del movimiento y del ritmo. En nota.
medio de la danza viajera, no Miss Viola me mira y sonrie. somos los únicos olvidados, los Su boca se mueve de acuerdo únicos perdidos, los solos náucon sus ojos. Es el momento en fragos. Cuando termina súbitaque se van muriendo las pala mente la música en un postrer bras. En el estrado aquel, for lamento inverosímil, hay una.
mado de improviso, nuestras si lánguida separación de los cuerllas quedaron juntas y en ellas pos, una desmayada expresión nos tendemos, abandonados a la de desencanto en los rostros.
frescura de la brisa y a la ti De nuevo en estas sillas arribieza de las luces multicolores.
madas, con el tormento intimo, Se está bien sobre la cubierta, aunque inconfesado, de no poaun sin conversar, con la sola der hablar el inglés, rehuyo los cercanía de los cuerpos. Deja ojos de mi compañera y paseo mios, por confuso, el diálogo de los míos sobre la cambiante y nuestros idiomas extraños y negra superficie de las olas.
atendemos la llegada del jazz Ellas también se iluminan a con sus notas de voluptuosidad veces, reflejan como espejos de imprevista. Cuando insinúo sin azogue las luces de la nave palabra mi deseo de bailar, Miss y juegan furtivas entre las blanViola, acogedora, reclina cas crestas de espuma, Con un cuerpo entre mis brazos ansiotranquilo rumor de alegria res.
SOS.
balan en el claro silencio, hasta Esta noche el mar nos unta caer en el horizonte, desde los su aroma cálido. El perfume se astros que nos vigilan.
respira por las venas y acelera Miss Viola y yo charlamos a los latidos del turbado corazón. medias a veces con los ojos y La música y las luces, caen so a veces con las manos. ve.
bre nosotros como fugitivas ca ces también con el pensamiento.
ricias. El balanceo constante de Nos hemos comprendido con la nave marea deliciosaeste mudo lenguaje tan expre. mente y confunde los sentidos sivo, y no envidio la charla de en un comun desmayo de la vo los demás, de frases imprecisas o o o EE SLI o a ovu DAINANG nos Papa zopilote da una lección de civismo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica