Anarchism

194 REPERTORIO AMERICANO a asoma con haberse dado muerte con que «hecho apenas el pronunsu propia mano; yo, huyendo ciamiento de liberal, corre al destierro, me he escapado ponerlo en manos de los jesuítambién; y el destierro es la tas. no a. no a un cobarde más triste de las penas. La que va a solicitar amparo más triste, sí, pero en el caso certificados favorables de los de Montalvo, que enristraba su obispos. Es que veintemilla pluma, en mi caso que enris no era más que un soldado, lin tro la mía, la más fecunda y soldado de fortuna, y un solla más liberadora de las pe dado de casta mercenaria de nas. Mi nombre está. graba las armas no es jamás liberal.
do en mis flechas decía él con si va a ponerse en manos de noble arrogancia quijotesca los jesuítas no es tampoco pory con ellas en el corazón muie que crea en ellos que cabizren tiranos y tiranuelos: di bajos, llevan metidos los ojos ganlo Garcia Moreno y el Cos en la barriga y allí ocultan sus mopolita. Lo dirán también virtudes que consisten en esIgnacio Veintemilla y Las Ca conder la vista y el alma, a tilinarias. se lo están di fin de que nadie vea la gloria ciendo. otra vez. los echo con que fulgura en ellos la en tierra, y allí los tengo a malicia. mis pies. quebrantada la cabeza Montalvo llami a boca llena y que den sus alaridos como tirano a García Moreno, al homSatanás.
bre civil y de convicciones poVeintemilla, el ladrón, el mal líticas, no a Veintemilla, el hechor, el tirano, si queda en mercenario, el soldado de forla inemoria de los hombres es, tuna. En García Moreno «intemarcado a fuego, gracias a Mon ligencia, audacia, ímpetu, sus talro. si un día se recuerda acciones sieinpre fueron consu.
a Primo de Rivera, ladrón tam madas con admirable franquebién y malhechor, un tirano, za; adoraba al verdugo pero ni siquiera dictador pues que aborrecía al asesino. García, nada dicta, será marcado a fue Moreno fué hombre de rara ingo, con sus cómplices todos, del teligencia y vastos couocimienrey abajo, gracias a mí. Tira tos mal aprovechados. Veinteno, tirano? No, Veintemilla no milla el soldado de fortuna, un fue tirano. Tirano fue acaso payo, un malhechor, un ladrón García Moreno, el hombre cul y un crapuloso. Como el otro.
to, el hombre civil, a quien Garcia Moreno le aborreNontalvo, en rigor, admiro. cía por tirano; a Veintemilla Veintemilla, el soldadote Vein no le puedo aborrecer; la intemilla fue un malhechor lo famia no alcanza el honor del dijo Montalvo y no un tirano. odio; desprecio es lo que este Tiranía esciencia sujeta a princi confidente del patíbulo me inspios difíciles y tiene modos que pira, desprecio, acre, an argo. requieren difícil tanteo. no Como el otro. Decía muy bien sería justicia, agrega Montalvo, Rodó que Montalvo no confundar el nombre de tirano a un dió a García Moreno con traipobie esguízaro a quien entro dores de cuartel y advenedizos niza la fortuna por hacer befa sin más norte que el mando. de un pueblo sin méritos. El El mando y el saqueo del eramismo caso, el mismísiino, que rio público.
en España.
Montalvo tuvo que desterrarExcremento de García Mo se del Ecuador de Veintemilla; reno, le llamó a Veintemilla.
le faltaba alli aire para el alY le cubrió de nobles insultos, ma, libertad de decir la verdad.
de generosos insultos patrióti«¡Imprenta, Imprenta! Arrebacos, como a Borrero y como a tadnos los bienes de fortuna, Trbina. Le llamó ladrón a bo arrebatadnos a guerras injustas, cn llena; así, ladrón. Como el arrojadnos en mazmorras, pero nuestro. La ineptitud hubiera dejadnos bablar. clamaba el quizá tolerado en ese picaro: su Cosmopolita.
prurito por las cosas ilícitas, ino. Pero y el pueblo ecuatoriano?
Peroes que Montalvo no El pueblo ecuatoriano no esturo alguna vez de parte de cesitaba libertad, porque no Veinteinilla es que no esperó pensaba, no necesitaba el aire, para su patria de él? Si, a Von porque no respiraba; duraba cotalvo le dijeron que Veintemi mo una piel ra; no vivia como la necesitaba la cooperación un pueblo. Montalvo, con ende los buenos liberales y con cendida voz de profeta que estestó que no, no a un traidor peraba iespertar a las piedras con su voz clamante en el de en las últimas raicillas de mi sierto le decía al Pueblo ecua alma, lizo que se ne toriano «esqueleto rechinantei, ran las lágrimas. no es que así. Pueblo, pueblo, pueblo mis estudiantes, mis hijos, los ecuatoriano vé a la reconquista hijos de mis cuarenta años de de tu honra, y muere si es pre apostolado civil y patriótico, ciso. cuando aquellos po hubieran pedido mi indulto. No.
bres y degradados vasallos co alabado sea Dios! mis hijos, ni mo los de mi España hoy. se los de carne y espiritu, ni los quejaban de la falta de un hom de espíritu solo, no, no pidiebre. Montalvo gritaba. deber ron mi indulto al Veiniemilla mio era írmele encima al pri español de hoy, no, no lo pimero, resulte lo que resultare; dieron. Los que le pidieron fueno es culpa mía si el pueblo deja ron unos miserables capones y pasar la ocasión y no sabe lo alcahuetes que se decían amique haces. también. El es gos míos. yo quedo. pensando critor, el agitador, el patriota, y esperando con los estudianel hombre de la idea había he tes que hagan temblar a Escho su deber; el pueblo no hizo paña, teinblar de vergüenza e el suyor. luego. Bien visto indignación. que le hagan lo tengo, mientras esta pluvia. sacudirse de los ladrones hue no se ine vuelva espada, cosa le están chupando.
no he de poder con los ecuato Pero. cómo pudo, ni por un rianos: razón sin bayoneta, no momento, ni con un principio, es razón para ellos. haber engañado Veintemilla a ¡Cuán dentro, pero cuán den Montalvo? Cómo pudo esperar tro de mi alina han. resonado nada de un soldado de fortuna?
esas palabras! También mis Montalvo sabía que en su Ecuapobres españoles de hoy, los de dor, cada jefe es un emperami España, ese «esqueleto re dorcillo tiranisimo, cada soldachinante, buscan un hombre y do un cruel enemigo de las otras me dicen que por qué no hago clases de la asociación (El Cosla revolución desde aquí, desde mopolita. Montalvo dijo. En París, y liberto a su hacienda resumidas cuentas, venga el y les liberto de su ignominia. chagra galán, el chagra diploEsos, los miserables, los cuita mático, antes que el cliagrados, los abatidos, los que pe militar; porque éste, aun cuandinn um indulto in indulto!
do se halle él mismo en amena ¡Indulto! Cuando Ignacio conversación con amigos y seVeinteinilla sepultó «en ñoritas, de repente se acuerda mazmorra de cuartel al rector de que es soldado y ¡Fuego, mode la Universidad de Quito.
chachos!
sin auto de juez, ni siquiera Montalvo había dicho que motivo verosínil, por un cierto Veintemilla, como instrumenescrito que se le atribuía ¿qué to, como simple instrumento, no hicieron los estudiantes. Lo era malo; dos inil veteranos con que han hecho la sido dar a bala en loca tenía a sus órdeluz un papelucho como una hoja nes este marmitón del difunto de peral, justificando y ensal consabido. Pero es que in zando al obscuro apagador de instrumento, un simple instrula civilización y poniéndole las mento puede ser bueno para manos para que «por Dios, por gobernar un pueblo? Toda esa la Virgen, ponga en libertad a estopa antigua, eşos cascos aposu rector. no es ésto todo: lillados del tiempo de inaricas sigue Montalvo al respaldo tain que se llaman generales, de ese impresito infame han todos son aparceros y corchepuesto sus autores de letra de tes de Ignacio de Veintemilla.
mano unos renglones en que qué inás podían ser los geapuntan lo coutrario de lo que nerales?
dicen por la imprenta, y me lo ¿Y la soldadesca? Los cuerhan remitiilo, pidiénılome por pos colectivos o potestados que la Virgen» que castigue este gozan de independencia absonuero delito del intame einte luta sin sujeción a una regla milla, dicen. al fin Vontal general ni a un inspector suvo: Desgraciado del pueblo perior son un Estado en otro donde los jóvenes son humildes Estado, y esta incrustación descon el tirano, donde los estu truye con la anarquía, la forma diantes no hacen temblar al de Gobierno al paso que vuelve mundo!
imposible el orden sin el cual Este pasaje de la sexta Ca no har sociedad humana. He tilinaria ine hizo temblar hasta aquí nuestras Juntas de defensa una. ne Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica