REPERTORIO AMEXICANO 317 Página lírica de Martha Maria Lamarche Maria Maria no ha cumpliden sus veinte años, y Ud advertirá en los verano que le envio para una bella Pagina lirica, cuanto promete sa numen fino, sutil, delicado y sensitivo. Es una molernista sin contagio de vulgarida ni extravagancio Muy hiyo.
Fabio Fialla La carga Fué un suspiro Carola de Flallo.
Alguien pasó a mi vera sin que mi ojo lo viera.
Aligérame, Amado; pon mi carga a la vera del camino, o esparcela a los vientos, para tener el alma tan pura y tan sencilla como una flor silvestre. con su voz sonora pobló de encantos la hora.
Del sueño en que vivía despertó el alma mia.
Dejé el lecho ligera corri a la pradera. Qué quieres tú de mi?
Anhelosa inquiri.
Peregrino Peregrino, que me ves por el camino burlando dolores y tronchando flores; en la sombra inportuna se oyó un tierno suspiro, que con lángaido giro se hizo un rayo de lana.
Aligérame, Amado; y seré como libre corderita, que en In verde sabana.
corre, brinca, retoza. del arroyuelo hehe agua limpida y frusca, y en la tierra pasta hierbas recién nacidas, húmedas de rocío.
Aligérame, Ainado; quitame de los hombros esta carga, de locas ambiciones que desfallece mi alma. Aligérame, Amado; y otra vez en las noches seré la chinitica que en tus brazos se duerme sonando cosas de niña.
Peregrino, que oyes el canto divino que brota en mi glacial risa de cristal; Como una fresca rosa.
Horas Ahora, Amor mio, que latir yo siento mi sangre joven con salvaje impulso; abora, que porque sufro, con risas y canciones pueblo el aire ahora, que un oleaje de erdidos pensamientos invádeme la mente con un ansin infinita de más vida.
Ahora. como en an búcaro frágil, con ambas manos vengo a darte esta rara alma mia.
Tómala entre tus dedos juega con ella. Luego, como una fresca rosa, deshojese tus pies, siempre olorosa!
Peregrino, que auscultar quieres mi alma en la calma del Destino.
Peregrino, este canto es de amargura.
esta risa es de locura.
La verdad, di, peregrino, la verdad. la ves tanıbién grebuda, dura, en mi sien?
Horas nuevas, con ser nuevas ya cansadas de vivir.
Horas lentas, horas lentas van pasando junto a mi.
Vaguedades Horas blancas, horas blancas que no tienen ilusión, horas blancas, boras blancas como rosas mustias son.
Como la espiga Qué confusión de pensamientos surgen en la mente, si a solas, de improviso tu recuerdo me asalta, dulce Amado, no dándole reposo a mis anhelos.
El alma se balancea al soplo de la brisa como la espiga.
En busca de luz alza el tallo de su inquieta y frágil vida como la espiga, Para que el sol dibuje de oro sus granos que el viento abanica como la espiga.
Luego, el raudal de oro se desparrama prófugo en la via como la espiga. veces: quién me diera la confianza altiva de la estatua inanimada que ve pasar bajo sus ojos muertos el tropel de la vida sin escrúpulos.
Mas, no; no quiero ser inerte mármol: Duro mi corazón entonces fuera. entonces este amor no te tendría tan lleno de tristeza deleitoso Ni quiero ser altiva. Sino blanda cual cera virgen, y tomar las formas que tus dedos ociosos quieran darme: un ánfora, una flor. Lo que tú mandes!
Horas tristes, horas tristes todas en lágrimas van.
Cuantas horas tristes, tristes, qtle nublando el cielo están.
Horas blancas, horas lentas, horas tristes, tristes, tristes con la pena del vivir.
Horas y horas.
siempre bluncas, siempre lentas, sieinpre tristes, tristes, tristes.
Van pasando junto a mi.
La Vega, Rep.
Duminicana Septbre de 1977. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica