REPERTORIO AMERICANO 205 Saludo Risa de niños Gabriela Mistral, expelnostinente.
Para la seno Donna Carlina Royale Anguizola al tener su primer hijo Risa de los niños, surtidor divino, en mi yermo ardiente brota sin cesar.
Mujer que no has sabido del dolor ni del goce que sentimos las madres al sacrosanto roce de otro ser que del nuestro hila su copo leve y el licor de las venas dulcemente remueve, cuónde aprendiste el ritmo de la canción de cuna que cantas quedamente, con suavidad de luna, y cuya melodía va por valles y sierras para arrullar a todos los niños de la tierra?
En labios conmovidos de madres verdaderas mi oído cauteloso y fino nunca. oyera los himnos que tú tejes con plumones de nido, en cuyas mallas siempre hay un niño dormido.
Ternezas inefables, infinitos anhelos, traduce sabiamente tu voz de terciopelo, y porque los arrulles con sublimes canciones tainbién quieren ser niños los tiernos corazones.
Risa de los niños, arroyo argentino, entre inis arenns fluya tu raudal.
Risa de los niños, turpial cantarino, en mi selva oscura suelta tu cantar. Risa de los niños sones diamantinos de campanas de oro, de plata y cristalsuene entre mis ruinas, campana divina, el alegre ritmo de tu repicar.
Risa de los niños, risıl de cristal, luz y armonía brindas al hogar.
En nombre de mis hijos yo te saludo joh Madre!
En el de aquellos niìos que no tuvieron padre y en el de los que ignoran los gratos embelesos de sentir en sus frentes los maternales besos.
Eres Virgen y Madre como lo fue MARIA, y al poner en tus labios el canto de ainbrosía y en tus manos sedeñas caricias maternales te confirió el Eterno supremos ideales: Risa de los niños, dulce cual panal, en los pechos nobles inspiras bondad.
Risa de los niños, bella como flor, en las almas buenas infundes amor.
mujer predestinada para grandes acciones, no eres inaire de niños pero sí de naciones, que en tu cerebro inmenso como la cumbre andina palpita el alma libre de América Latina.
Risa de los niños, para cual vellón, del Cielo nos traes santa bendición.
Homenaje a las Madres Panameñas Himno a la Maternidad ya los tiernos rosales. desplegad los capullos más fragantes, que hoy se asoma a mis ojos por mirarles un adorado infanter; y le dije a la luz. sé más brillantes, y a las aves. rodeadme de armonía, que quiero en este día saturar mis sentidos de hermosura por la tierna criatura cuyas venas se infiltran en las inías. Del libro Seletica Concepción Extraña sensación mi sér conmueve como si nueva vida me agitara: en mi alma vibran la ansiedad del vuelo y nostalgia de azul, de cumbre y alas.
Siento en mi entraùa rebullir tan suave como el roce sedeño de las pluunas y mis senos se esponjan cual las pomas que a los besos del sol hinchan su pulpa. Quién aumenta el calor de mis arterias y abrillanta la luz de mi mirada. Es que ya cres fecunda como el surco. una secreta voz dlice a mi alma.
Corrió la brisa cadenciosa y lela; suavidades de seda tuvo la fuente, el sol más resplandores, y concierto de trinos y de aromas me ofrecieron las aves y las flores.
Con los sentidos plenos de belleza y con el alma de ternura llena, sentime noble y arranque de ini pecho la tristeza al contemplar dichosa y conmovida, que era mi ser una ánfora de vida, y buena al saber que mi seno era una cunn do un infante dormia, Hubo en mi alma fulyores de alborada y panal de ternura fué mi sér aquel dia. dije al viento. séme suave y bueno por la criatura amada que reposa en mi senos; a la fuente tranquila. tu corriente sea fresca y propicia por el que en mi recibe tu caricia. Alumbramiento Ya te acercas, ya siento tu presencia en el fuerte temblor de mis entrañas; sólo el goce supremo de ser madre es igual al dolor que me desgarra.
Siento crugir mis huesos, y en espasmos dolorosos palpitan mis arterias; las fuentes interiores se derraman y la muerte famélica me acecha. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica