REPERTORIO AMERICANO 41 Baedeker ilusionado.
sh ܒܐܐ esAC CABO de cerrar el libro y eso y de muchas cosas más: perdura ante mis ojos la él encarna la gracia y la ducsugestión de la mirada de contilidad, el humorismo y la criojunto La noble perspectiva Estampas le San Cristóbal Editollez, la voz del medio, el grito.
rial Jinerra. La linbara, 1:12. Ilrenque Jorge Mañach, gonfalo traciones de Rafael Blanco.
de amor y la protesta cordial.
niero de la péñola, capitán de.
Luján es el cronista fuera de los tercios del buen decir y si propio y, al mismo tiempo, cronista de San Cristóbal de es un tercero que dice por su La Habana, ha puesto como cuenta lo que el cronista no brillante colofón al panorama quiere decir en primera percinemático de una ciudad ya sona; que piensa lo que el cromuy siglo XXI y que no por nista pensó, pensaría o quisieello deja de tener su hechizo ra pensar en determinados motradicional.
mentos bien que sin desear Podría decirse que esas crópensarlo ni quererlo. Se trata picas de San Cristóbal son un más bien de un caso que yo album gráfico, fruto tanto de calificaría como de autoscopia la pluma del dibujante como intelectual, en que el persode la del escritor, de estampas naje vivo, cuando no quiere lo suficientemente unidas o cargar con la paternidad del hilvanadas para formar un juicio, de la frase o del rasgo, cuerpo único aunque vertepero sin «sin dejar la responbrado. Son ellas la impresión sabilidad a las normas, hace individual que exprime un esque su imagen accione, diga, píritu alerta y cultivado, una interrumpa, exclame y en fin sensibilidad fina y penetrante.
se ejecute cuanto el sujeto acgozosa del placer único de ver tivo ejecutaría si quisiera mospor primera vez, sólo superado trarse presente. Mediuin mapor el de volver a ver, estados ravilloso que no actúa como de alma ambos de que no el operador manda, sino como pueden ser capaces más que este imagina. Tal es el caso los que saben amar desde los de Luján Mañach.
cuatro puntos cardinales de La concepción de Luján la cmoción.
constituye la verdadera clave buen seguro que in de belleza interna de Estamtante de San Cristóbal, de esos pas de San Cristóbal; y graque la pasau y repasau años cias a ella mañach ha tradutras años, sería incapaz, por cido La Habana en dos entes muy artista que fuera y por mentales distintos y complemucho que se internara espementarios: una Habana pintoculativamente en la arqueoloJorge Mañach resca, noblemente tradicional, gía múltiple de la ciudad, de que es muy antigua a la vez escribir un libro de encanto (Dibujy de Jaime Valls. que muy moderna y por tanto como el que ha hecho Jorge muy absurda y muy lógica, Mañaclı, libro que tiene la viva soltura dioramas que hicieron el asombro de muy de lo extinto y de lo que vendrá, y frescor con que corre, salta y ale la niñez precinematográfica, los que imagen calidoscópica del ayer, visión gra, el agua del grifo abierto a la mostraban las plazas, arboledas, par radial de lo futuro.
ventura.
ques, ruinas, calles, monumentos de Los más de los aspectos diferenciaNo más que ante dos aptitudes psico las ciudades famosas en agigantadas les de la pretérita villa de San Crislógicas igualmente seductoras y envi litografías tras el maltrecho cristal tóbal supo verlas con precisión fotodiables pudo escribirse ese libro: ante de aumento pintarrajeadas y cinti gráfica el ojo del notario, infundiénla del que llega, ve y escribe ante lantes allí por donde urgían ilumina doles a la vez la poesía de la paleta la del que ausente muchos años re ciones especiales con cien ojillos de y en ocasiones el encanto de los sogresa y halla más bello el objeto de luz sin más retina que una lámpara nidos. Son estas estampas cuadro de suis anhelos. así, ponerse a pintar de petróleo encendida detrás.
lo singular, pinturas de todo aquello con palabras, como pintan con colores Visión dúplice la del escritor: la que tiene la Habana (como las tres esos paisajistas de ancha vena estética ocular y la anímica; juicio par, a veces cosas del cantar) y que la distinguen y ojo cazador que de improviso ante alterno, otras en monólogo, pero siemde otras ciudades. Fuéra de propósito el paisaje no sólo descubren sus sor: pre colmado de interés. El cronista siempre será hacerlas de un teatro, presas sino que son doinados por la corretea acompañado, aunquo no lleva un hotel, una iglesia o cualquier otra fiebre de aprehenderlo y, clavarlo en como los ventrilocuos un muñeco obli monumentación de esas que el cosinola tela.
gado a lanzar gestos mecánicos para politismo levanta en las más imporLo cotidiano mata el ensueño. aupar la voz mimética, ni títeres, de tantes capitales del mundo, imprimiénesa Habana de lioy que guarda xus ágiles pero imperfectos hilos siempre doles un lamentable aire de familia.
palpitaciones de antaño reflejadas por impotentes para no delatar la ficción. Por eso las 59 estampas facetacioMañach en las páginas de su libro, Tampoco pasea y dialoga con su do nes que descubren, completan y peres una Habana de la fantasía en la ble que es un sér inferior y carnal; petúan la unidad corresponden a que los más de sus aspectos típicos ni con un simple alter ego, porque otros tantos aspectos cristobalenses: en cosas, personas y costumbres, son como el latinajo dice, es otro yo. 110 El Jorro, El edado, San Rafael y vistos y transmitidos al través de um un yo distinto. Mañach pasea con el Galiano, El son. La China, Juria la prisma mágico, como ocurría en los viejo Luján, que tiene algo de todo de entre todos, einitiendo las vibra1 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica