REPERTORIO AMERICANO 297 Página lírica de Juan Marinello Nació en Santa Clara en poemas de.
ese suele ser si encanto, halla1899. La actitud inisinos que los Del tomo Liberación. Poemas. Ornamentación de JESÚS tica de acatainiento y reMarinello son CASTELLANOS. Editorial Mundo Latino, Madrid. 1921.
tanto más signación ante una fataliencantadores cuanto más dad inevitable, y la mematiz hay en ellos, porque lancolía honda, imprimen a el matiz es la impresión sus composiciones un sabor de la propia alma en de romanticismo que, por molde, en esa arcilla de la lo acendrado y puro, parece forma artística. Es posi venirle de Heine. Junto a ble señalar cierta indecieste tono hallamos sión, cierta inseguridad en una manifiesta tendencia metala síntesis de su poesía, física, aunque no de franca como si en ella faltara algo especulación, sino más bien complementario, como si se de sutiles sugerencias al hubiera dejado de decir algo margen de los grandes misque necesariamente se esterios. Estas características peraba; impresión que quirevelan la influencia deci zá se deba a que en Masiva de Amado Nervo, uno rinello hay un poeta de de los maestros que más matices junto a un poeta fuertemente marcaron de ideas, y aquel domina huella en la poesía de Mae impone su tonalidad con rinello, influencia de la que menoscabo de éste. Su parece ir librándose en sus orientación más reciente más recientes composicioparece llevarle a una exnes, en las que hallamos un presión más sincera de sus matiz inás personal. Agussentimientos; ya no es sotín Acosta, refiriéndose a 17215 lamente el tono el que da Dibujo de JAIME VALLS este poeta, ha diclio. Una valor a la composición, sino.
suprema delicadeza, al exla propia ideología, de alta tremo de que teme entrar en el cuerpo es la tristeza que llevan en sí todas distinción espiritual, expresada en de las cosas, hace de Marinello un las cosas delicadas. veces la deli. forma grave y mesurada.
poeta triste; pero no es la tristeza hon cadeza, la vaguedad, implican carenLizaso F. DE CASTRO da del asunto, no es el desgarramiento, cia de matiz, y aunque esta falta (La orsiu Moilerne en nbil. 1842 1925) Maulriel. 1920. sul Orilla Ya no sentía la tarde Cuando estas aguas!
se serenen. JUAN MARINELLO Marinello. Salud. Pero no te liberes de tu preciosa carga con tanta prontitud: ya pasaste la inquieta linde de los placeres, iy eso que todavia tienes la juventud.
Cuando estas aguas se serenen, Amor. cómo se regocijarán los lagos interiores y cómo serán entonces fructíferas y largas nuestras meditaciones!
Ya no sentia la tarde ni el alma.
Viniste ti. hubo un espanto de soles en los viejos corredores traspasados de tu 111.
Abandona la túnica, y que tu veste única sea la de tu espíritu preclara desnudez.
Ascenderás. Tú mismo serás tu propia túnica una vez y otra vez.
Sobre las aguas quietas se anunciará una rara claridad, y quedaremos para siempre estáticos, como reflejos de la Eternidad.
Juan Marinello: inquiere del horizonte zarco la vela que te anuncie la presencia del barco que estás pidiendo a gritos ebrios de poesía.
Si es que el dolor está en lo ocnlto.
como afirmaba el Ejemplar, no habrá dolores, porque todo Marcho en la tarde dorada, y el campo toilo pregunta. Cónio ilumina el sendero este, que fué sombra y duelo eternos?
Hay un asombro en In pupila del rio (y soy un dulce rubor al duro sol del estio. Me voy fundiendo en In llama de la nueva quemailura: tengo un gigante clamor que empiavorece la altura Pero, Cortés del Verso, no des fuego a tus naves, y ten siempre a la orilla tu barco; itú no sabes para qué nuevas fugas te servirá algún díal. cuando estas aguas se serenen, tendrá el prestigio nuevo de una trasparencia de cristal AGUSTIN ACOSTA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica