40 REPERTORIO AMERICANO DON ON Francisco Soto y Calvo. He Literatos argentinos no son los hombres, sino los árboles, aquí un hombre que reparte admilas bestias, las flores, y los pájaros.
rablemente su vida, viviéndola en los liQué bien suenan aquí los versos de bros y en la naturaleza!
Fray Luis: Vive allá, eni siu estancia «La Ribera. Qué descansada vida, en la divina paz de su magnifico castila del que huye el mundanal ruido llo que está, como un inmóvil navio de y sigue la escondida ensueños, a orillas de liricos paisajes senda por donde han ido de amplias perspectivas intensificadas los pocos sabios que en el mundo han sido. por la dulzura grave, tierna, casi humaLas mañanas, vibrantes de trinos, te na de los árboles más diversos; por la ofrecen madrigales; las siestas, afiebradas femenina, ondulante y risueña plata del de sol, poemas épicos; las tardes desma. rio que brilla intensamente en la lejanía yadas en oro, elegias; y las noches, floreflejando el escudo azul del cielo donrecidas de estrellas, odas.
de golpea sus reflejos la espada rutilanY todo contribuye a tu inspiración: con te del sol.
su gravedad el pino y el ciprés; con su Feliz de él que sabe vivir allá, lejos ternura el aromo y la madreselva; con su de la febricitante ciudad de Buenos Aigracia los campos de lino, dignos de ser res, espiritual y moralmente desierta hollados por los ángeles; con su riqueza, por el egoismo brutal de los hombres la viña, los durazneros, los naranjos y los que, la pueblan egoismo ¡ay! que es limoneros; con su candidez la oveja; con propio de todas las grandes ciudades, su melancolía la vaca y el sauce; con su enfermas del vértigo del oro y de los delicadeza la mariposa y la flor; con su sentidos. allá, oasis de paz, remanso ingenuidad el perro y el pájaro; con su de ternura: allá, donde se oye la palapureza, el cielo.
bra radiante del sol y el recóndito verY asi, poco a poco, en ese ambiente bo del silencio: allá, donde e árbol Don Francisco Soto y Calvo feliz vas plasmando tu obra, bajo todo amistoso te ofrece la caricia de su sombra y la festiva alegria de su corazón Retrato del poeta don FRANCISCO Soto y to de vista de la fecundidad, sin rival.
sonoro de pájaros: allá donde el coche Calvo, ejecutado por su esposa dona ¿Hay acaso, 110 ya en Buenos Aires, MARÍA OBLIGADO DE SOTO Calvo.
de los plácidos rumores campesinos viesino en la América toda, un poeta que ne en las tardes trayendo en su interior pueda contar en su haber literario vaa nuestra amada melancolia que nos pone saje interior paisaje simple de cielo claro, rios poemas de larguísima extensión (Nospensativos y nos enciende la lámpara inti lleno de sonrientes colinas, limpidas fuen talgia, El Demiurgo, Nastasio, La Dama ma de los recuerdos: allá, donde te sien tes, vistosas flores, jubiloso de pájaros, del rostro doliente, etc. infinidad de poetes hermano del pájaro, del árbol, de los dulce y sentimental, como una melodia de mas más o menos breves y diez mil poefieles perros guardianes, de la vaca tran. Haydn o Bellini. entras erf el paisaje que sias traducidas del italiano, del francés, quila, estúpida en su candida mansedum circunda tu magnifico castillo, hondo paisa del inglés, del alemán y del portugués bre, del buen «matungo. de la nube que je donde uno quisiera poder seinbrar su (Dante, Byron, Leopardi, Musset, Victor pasa, de la estrella que aparece: allá don corazón para convertirlo en Hugo, Camoens, Poe, Shelley, Heine, Car.
de la mañana es alegre como un efebo en ducci, etc. todo ello hecho con noble deel árbol puro del amor eterno.
su espléndida plenitud física y espiritual; y sinterés por el arte y la belleza?
la tarde buena como una fiel amistad, y la alli eres el rey. Feliz rey de ensueDe mi inolvidable estadía allá recuerdo noche honda y clara como un dulce re nos coronados de recuerdos, cuyos súbditos con intimo deleite aparte de mis largos cuerdo.
paseos cuando Allá estás tú. oh noble vate anciano. rey en ese sagrado trozo de la naturaleza, EI hombre malo la rosada pantalla del crepúsculo. cae suavemente sobre la encendida y te sientes raíz en esa tierra y anhelas lámpara verde del paisajeflorecer en un poema imortal.
Mira, ahí está Pérez, con las sienes enPocos te conocen, pocos te nombran, po tre las manos allá en aquella mesa del aquellas veladas dulces y serias en el amquísimos te admiran: pero tú, lejos del va rincón. Hace dias viene asi triste, porque plio y severo hall del castillo, ornado exno «conversadero. como llamas a Buenos según el mismo cuenta a todo el mundo, quisitamente: el anciano poeta, bajo la teAires. trabajas, estudias y escribes en una ha nacido malo, muy malo, y de un tiempo nue luz de un velador, abre uno de sus inextinguible fiebre de arte. oh eterno so a esta parte no encuentra a quien hacerle libros inéditos y con voz clara, limpia, casi ñador infatigable!
juvenil, lee, ante cultos oyentes, unas cuan¿Quién te alienta en tu ruda labor artis.
tas páginas, alternando esa lectura con tica llena de hondos goces interiores, y de Por compensación audiciones musicales a cargo de un joven acres ráfagas de impotente dolor?
pianista.
bilísima esposa Maria, admirable como muBalanza de la felicidad son los malos En esa paz, en ese silencio, bajo nojer, interesantísima como artista del pincel. tiempos; a nadie le es dado el bienestar che clará ungida de óleo lunar que bana Ella así como conoce a la perfección el perpetuo. Ese que se jacta de llevar la las vidrieras del hall, la poesía en labios rudimentario y delicioso lenguaje de los felicidad, mañana trocará su reir en mueca de este notable anciano, y la música bajo pájaros y sostiene con ellos inefables conde dolor.
las manos races del alma. del pianista versaciones, así también conoce los secreVosotros, arrieros de penas, contad con que interpreta en éxtasis lírico inefatos de tu alma herméticamente cerrada pa que la alegría es balanza del dolor, y el bles páginas, cobran un prestigio sagrado, ra todos aquellos que no comulguen con llanto, más vale asi que se adelante a las Es entonces que uno cree verdaderamente tus altos ideales. Si tú eres la llama, ella gratas y maravillosas horas de la feli. en Dios y se olvida de la maldad de los cidad.
hombres.
es la lámpara que la alimenta.
Estás encerrado en tu paisaje interior: MAX JIMÉNEZ la poesía. no puedes, ni debes, ni quieMAYORINO FERRARIA San José, Costa Rica.
res salir de él. cuando sales de tu pai Enero 15 de 1927. Fray Mocho, Buenos Aires. daño.
Tu no Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica