Democracy

8 REPERTORIO AMERICANO papel El poeta y su poesía.
cren RTURO Capdevila revelóseme poeta original en su tercer libro: El Poema de venitur, posterior a dos ensayos liricos de valia, por cierto, pero que, a mi entender, sólo eran promesas. Asi pretendí anunciarlo bajo el título concluyente de Un poeta, en estats mismas columnas donde aquella vez, y otras, satisfice de tal modo un primordial deber de conciencia: el de alabar en público la obra pública lograda, mediante su apreciación cualitativa que, tratándose de un escritor, obliga doblemente al colega; pues considero que callar el aplauso merecido es una forma de hurto, mientras el elogio honrado constituye, a su vez, la nobleza de la crítica. No soy crítico de índole ni profesión, con lo que solo me ocupo de aquello que me parece requerir advertencia extraordinaria, como la obra inicial de un buen artista o el hallazgo de un mérito singular; y los excesos de premura que al respecto haya podido cometer, provienen de la antedicha negación. Mi gozo de admirar, que es, propiamente, mi móvil, asume la forma de un amable fatalismo, consistente en celebrar la rosa encontrada sin preocuparme por el destino del rosal.
Mejor si éste continúa Horeciendo; pero el oficio de profeta, además de vano, induce con inás frecuencia a presagiar la bojarasca y las espinas. Fuera, pues, soberanamente injusto echarme la culpa del rosal que abortó, sólo porque lo celebré florido cuando lo estaba. Es un verdadero dolor que esto ocurra con demasiada frecuencia. No se deberá, ciertamente, a la palabra de estímulo, siquiera la animase una precipitada simpatía, ni han de acobardarme en la empresa los cisnes que se aplebeyaron con la gansada o los rencorosos palmipedos que se npresuraron a mostrarse gansos en cuanto no los llainé cisnes.
Como son muchos, con lo cual forman democracia, es interesante considerar el caso de nobleza que ofrece este verdadero escritor al presentarnos en su vigésimo libro. El tiempo que se fué, la mejor de sus obras. He ahí no y bastaría aún cuanılo fuese él solo, que por fortiina no lo es en quien no se ha desmentido la calidad ni ha fallado la constancia. Es, más le nunca, aquel poeta, y en la plenitud del arte doininado que ahora no más diré en qué consiste.
Sucede que mientras la gunsada de la referencia buscaba fórmulas, él se buscaba: que el dominio del arte consiste en saber el artista hallarse a si misino. Pues si se trata de un artista verladero, toda la belleza llevábala en el desde que nació. El trabajo y la disciplina le aseguran la posesión del don nativo que, sin ellos, puede, quizá, malograrse; así como la gimnasia deſarrolla en materia de enoción interesa al hombre y se la despierta.
La emoción impersonalesinconcobible. Por La Vación, Buenos Aires esto el «yor, odioso en prosa, como se ha dicho muy bien, resulta indispensable en poesía. Los senidos oljetos de ambas, o sean la noción. y. la emoción, explican una y otra cosit. Por lo demás, la misma emoción en la prosa. es novela o drama: composiciones anecdóticas, si las hay. Lo que hace el artista es manifestar si emoción de tal nodlo, que lespierta en nosotros el prototipo correspondiente. Expresa por nosotros y se expresa en nosotros, sin que ello corresponda muchas veces it su situación personal; pues el llon de la belleza hace de él un intérprete del alma humana. Su órgano comunicativo.
por excelencia es, precisamente, la ficción o fantasia, cuya eficacia está en razón directa de su mayor correspondencia con las emociones true a todos nos son comunes. Beethoven fué personalmente desdiclado y su arte consistió en la creación de la dicha. Toda obra de arte es ficción, por lo demás: con lo existente lo que no existe. Porque el objeto del arte es la realización de la quimera. de ahí su eterna aspiración al infinito, que próxima un instante en el único dominio posible, o sea Arturo Capdevila èl de la fantasia, le asegura la inmortalidad. La vida del artista es, por lo común, trivial y mediola fuerza, pero no la da. esto es todo. cre. Conforme al profundo concepto de Oscar De tal suerte, cada poeta es autor de su Wilde que lo define con lapidarin exactitud, poesía, que asi resulta personal por exce a los grandes poetas hacen la poesía que no lencia: vale decir, cosa esencialmente hu han vivido. Esto explica, a su vez, el dejo inana; y, por esta razón, de interés huma de melancolía que hay en toda belleza lono. He aquí, a 511 vez, el motivo de que grada y que puede o no coincidir con el lils fórmulas sean estériles. La emoción es estado de ánimo del artista. Aspirando al perfume de flor, no esencia ile frasco; y infinito, como intérprete del alma humana, substancialmente hablando, toda la poesia. el artista, cuanto más cercano a la perfecLa forma, indispensable también, como el ción, se queda triste de la belleza. que no cáliz y la corola a la flor del símil, cons puede darnos. Esta impotencia proviene de tituye, junto con el aroma, el ser coinpleto la cnida en la materia que comporta toda que el poeta engendra en sí y echa de si alización de belleza. Realidad es, en efeca su manera y no a ninguna otra: con lo to, limitación, y con ello fracaso de la ascual nuestro criterio de apreciación ante piración al infinito. De eso quedáronse para jina poesía consiste en la intensidad de la siempro tristes en su perfección los colosos emoción que provoca. En esto y nada inás. de Miguel Angel. Pero también de eso diY asi como el perfune natural de la flor mana la simpatía que nos inspira el crenatrae a las abejas y el artiticialmente imiclor, Por esto, la melancolin es la suprema: tailo, por fino que sea, las irrita contra el delicadeza del arte. Vada hay tan nuestro, portailor, la verdadera poesía conmueve con tan humano en efecto, como el dolor de ese ingenuidad a las almas sensibles, que no encadenamiento a la materia. Somos iingeson, por cierto, las noveleras y vanillosas, les caidos; y en el más poleroso vuelo del Porque de no serlo, precisamente, les viene espíritu superior, tiembla la angustia del ala rota.
a estas la piedantería que padecen, y que con estirilidad correspondiente a la del Eso le infunde al artista el ansia de perfalso poeta de su admiración, defínese en fección con que aspira a superarse, s: la incapacidad de amar.
sutilización corporal de los elementos en La verdadera poesía es, pues casuística; o le encarna la emoción de belleza. La como dicen los retóricos de la meva senprescripción que mica me cansaré de resibilidad. anecdótica. Por otra parte, la novar: mucho espiritu en poca materia, tienanécdota, o caso humano, es lo único que (Pusa a la prijina 10. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica