66 REPERTORIO AMERICANO El nacionalismo impone severos deberes.
marlo conio.
agregan a media voz que mañana harán lo mismo contra la libertad de pensar. Sólo quienes afirmen que esta libertad es santa, tendrán autoLa alternativa en el antagonismo yanqui ibero americano ridad inoral para intervenir eficazL corrompe las almas infantiles, mary moral es acaso la causa de que la único que abundaba era la tierra. Falchita la adolescencia y envilece el conciencia nacionalista no tenga en ambiente público.
taba en primer lugar la población; nuestra América otras manifestacioUn sincero espíritu liberal es gapues el hombre es el capital esencial.
nes que el breve e histérico desper Faltabani igualmente comunicaciones rantía indispensable para la realizatar de las ción de esa obra necesaria de salud guerras y animosidades seguras y rápidas con el interior; la vecinales. El nacionalismo como dis navegación. en ríos y canales era infísica y ética. Así como en el corazón. ciplina cívica, es decir como princi cierta, interruppida por los hielos. del joven, un noble amor es la mepio defensivo antes que como princi las innundaciones y sequías periódi. jor defensa contra el vicio, así tam, pio de dominación, es mas bien un bién, en la conciencia de un pueblo, arduo deber que una gloriosa prerrocas. El dinero y el crédito eran escasos, con inextricables limitaciones en la libertad ideológica es la más fir gativa. Los pueblos que se han iden la circulación del papel moneda de me garantia contra la corrupción de tificado con él, los dėl norte de Europa, un estado a otro, y aún de una ciulas costumbres. La experiencia nos primero, son países que ni siquiera dad, en las zonas vecinas, y fulminanenseña afirmaba Washington. que contaban con la materia prima natu tes pánicos bursátiles o financieros.
la moralidad nacional no puede exis ral, fuera del hombre, para edificar tir fuera de la libertad de pensaPor generaciones, el colono y el su grandeza y proveer a todas sus emigrante trabajaron mano a miento. necesidades.
contra los reveses de la fortuna, que Se equivocan las gentes de buena El inglés, el holandés, el aleinan, ya tan pronto tomaba forma de ca. fe, pero de timorato espíritu. que el sueco, el danés y el noruego, de tástrofes de la naturaleza, granizo, creen que la moralidad conseguiría bieron buscar en el mar y en ultra torbellino o riada mortífera, mejorar a expensas de la libertad.
mar los recursos que no hallaron en aparecía en forma de epidemia o de Quienes, en los campos de la deresu suelo: transportaron por cuenta de depresión mercantil. De ahí la inquiecha, ansien con recta intención y otros las riquezas de que ellos careclaro está que son muchos una dig cian; se apropiaron de colonias, y sin tud característica del poblador de Estados Unidos, su pasar de una nificación ética del ambiente social, otra magia que la de la industria ocupación a otra, de un extremo al deben, previamente, renunciar a su convertida en hábito individual y otro del país. Su instabilidad no era funesta intransigencia. La obscenisocial por siglos de forzada disciplina, sin embargo signo frecuente de indodad, que no es; ciertamente, una opi. desbarataron al fin el axioma de «Ri lencia, sino al contrario, manifestación nión, será con tanto mayor éxito cardo. según el cual la capacidad de ambiciones demasiado impacientes reprimida cuanto mejor salvaguar productiva natural de un país era el para resignarse a una larga espera de dada esté la libertad de las diversas signo de su riqueza. Ahora nó; mu la fortuna.
opiniones: chos de los países mas ricos del Sobre esas penurias de todo géne¿Habéis observado como los países. mundo en productos naturales viven, lo se basa la enorme prosperidad pre. de mayor moralidad pública son, a miserablemente, endeudados, con sente. Porque los pioneers se atrevieron vez, los de mayor libertad para cambio que oscila al capricho de la a cruzar el gran desierto a pie, frentodas las doctrinas? Tan morales especulación extranjera, y todo porte a sus convoyes de carretas, sus como libres fueron los Estados Unique barcos y ferrocarriles de propie descendientes de la costa del Pacífico dos en la época gloriosa de Washing dad extranjera transportan sus protienen hoy el más alto porèentaje de. ton; lo ha sido en nuestros días, Inductos; accionistas extranjeros, cobran automóviles de todo el mundo. Porglaterra; lo fué Suiza, refugio tradilos dividendos de sus empresas; comque aquellas generaciones no conociecional de perseguidos y disidentes; pañías de seguros extranjeros se be ron otro vestuario que el homespun albergue de la tolerancia donde, a la nefician, con sus riesgos, y su materia de burda lana o bayeta de algodón, vez que, durante los siglos XVII y prima vuelve al país de origen con la campesina norteamericana de hoy XVIII, la austeridad de las costumtodos los recargos de la manufactura lleva medias de seda y pieles de albres llegaba a extremos hoy inadmiy del comercio extranjeros apuntados to precio. La escuela, el reparto libre sibles, encontraban allí asilo todos al debe del suelo que la produjo. del correo rural, el cinema, el telélos expatriados por ideas religiosas o El nacionalismo como principio de fono y el radio son hoy comodidades: políticas.
regeneración económica. impondría populares en toda la extensión de la En cambio, son famosos por consiguiente a nuestros pueblos Unión Americana.
Historia el desenfreno y el escándadeberes harto penosos, verdaderas lo que, en diversos países, acompa privaciones. En los pueblos se refleja ñaron a las épocas de tiranía.
colectivamente el fenómeno individual Nosotros hemos comenzado, puede Libertad, moralidad. Así como en tan frecuente de que la inmensa for decirse, a la inversa; antes de cosechar el individuo una discreta educación tuna conseguida por una persona sea los bienes que debemos a la sobriede aire libre, de ágil deporte, de la consecuencia de sacrificios hechos dad de los abuelos, hemos hipotecado franco desarrollo de la interna esal comienzo de su carrera. La ley de la ganancia probable y aprendido topontaneidad, resulta mucho más moenriquecimiento mercantil, análoga a dos los refinamientos superficiales del ral que la educación sombría della ley de aceleración de velocidades, mundano europeo. Desde que no so: encierro y la coacción, así también, nos dice que los primeros millares mos moralistas, no podemos condenar en las sociedades humanas, la verdason de tan lenta y trabajosa. obten esos hábitos como tales, sino como un dera libertad del espíritu es la mejor ción como es fácil y rápida la acu vicio anti económico de quien se crea garantía de la ley interior en la mulación de los millones fuluros. lujos que no está capacitado para cosconciencia y del externo, decoro en Veamos, por ejemplo, el do tear a las buenas. Probablemente sola vida pública.
Estados Unidos.
mos mejores que esos abuelos de LUIS DE ZULUETA Al principio, como en el Génesis virtudes tau decantadas, aspiramos por.
un su en la caso 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica