150 REPERTORIO AMERICANO un no nos.
cree Mi Don Francisco Giner (1906. 1910) Los domingos en el Pardo SEGURAY ahora que el paisaje de los alrededores de Disclpulo. No nos dice Abuelo, a menudo, que Madrid, es el más interesante de Espalla. en las obras humanas son también parte de la creación?
verdad en ninguna parte como allí, la meseta castellana También nosotros hemos dado nuestra nota en el cones imponente en su aridez y sequedad. Pero es sólo en cierto del mundo.
la dirección del Pardo y a lo largo del Manzanares donde Maestro. Sí, sí! Si nuestras obras hubiesen sido se obtiene lo que podríamos llamar una visión delectable. verdaderamente humanas. Pero es que lo son? Es Es todavía un paisaje eminentemente castellano, es el que y yo hemos abierto nuestro espíritu humanamonte, donde pueden correr galgos y lebreles, sin cul mente, derramando nuestras facultades como este árbol tivos ni huertas, sólo uma que otra grande encina, man inclina su tronco y extiende sus ramas en todas direcchando de sombra el suelo gris de la hierba seca. Así ciones creciendo como un árbol? Mire cómo agita sus debía ser el paisaje de Castilla cuando los celtiberos hojas, moviéndolas una por una, todas tan vivas, tan desbarataban las legiones de Pompilio y de Mancino. perfectas! En la contemplación de un árbol podríamos así se comprende que será siempre el paisaje de esta pasar enteramente nuestra vida. qué enseñanzas!
parte de España, siempre que se la deje sola, abando Qué humildad! Años y años ha pasado para crecer sano nada a la mano de Dios. Crecerá aquí y allí algún árbol y gigante, y nosotros lo derribamos en un día a: hadonde haya un hueco de tierra y mantillo, pero el gra chazos. Si punca zubiésemos visto una encina como nito berroqueño en la superficie, impedirá la formación ésta, y nos la enseñaran como enseñan un elefante o de grandes prados y selyas espesas.
rinoceronte en un circo, con qué pasmo Varias veces se la tratado de civilizar este valle maravillaríamos de su belleza. aquí las vemos credel Manzanares, tan inmediato a la capital. pocas cer tan juntas y nobles, día por día, tan compenetraleguas de Madrid, los Austrias edificaron el palacio del das con el paisaje que las rodea y tan personales e Pardo. Más tarde, en tiempos de las reinas napolitanas, independientes, cada una con su carácter propio.
se intentó vestir de jardines a la moda de Italia una Disclpulo. Pero careciendo de lo más precioso del parte del valle, pero el monte los invadió también, y universo que es la conciencia y la voluntad.
en su dilapidación actual aparecen vencidos, y reconocen Maestro. quién le dice a que la conciencia ya que es inútil luchar con el ambiente celtibero que y la voluntad sean lo más precioso del universo?
los rodea. Sin embargo, la principal belleza de este valle quién le asegura a. que estos seres, por ser más del Manzanares es la vista de la Sierra del Guadarra humildes, no la. tienen? Es que pigmeo, no ma que aparece en el fondo. Se distinguen en el aire que puede haber otras encarnaciones del espíritu, que transparente los rellanos de la montaña, también enne las que conocemos con el calificativo de hombre? Por grecidos por las encinas. En el invierno el contraste es qué no puede pensar y querer esta encina, o hacer mayor con la blancıura de sus cumbres coronadas de nieve. algo más espiritual todavía que el pensar y el querer?
El Abuelo va al Pardo todos los domingos; habla ya Disclpulo. Pero acuérdese que nosotros, organide su fiesta en el campo dos o tres días antes. Con camente por lo menos, somos lo más elevado en la quién irá esta semana? Generalmente Cossío sale más escala de los seres. Por lo menos físicamente dominatarde; aprovecha la mañana de asueto y de inquietud mos la creación.
en aquella casa escuela, para escribir. Pero el Abuelo Maestro. Que duda hay que si fuéramos realmensale temprano con algún amigo o uno de sus discípulos te hombres, obraríamos y percibiríamos con más perque ha venido a buscarle.
fección que estos seres inferiores. Seríamos dioses o La mañana la pasan solos. El discípulo se atreve al hijos de Dios. Qué estupendo, misterio! Criaturas en principio a exponerle en esta soledad sus más íntimas continua relación con el criador, unidos con él por el dudas y dificultades. El Abuelo reacciona tan dulce amor, unificados con el todo, participando de la vida mente en aquel ancho horizonte abierto! Se para a escu de todas las criaturas, seríamos parte de esta encina, charle a la sombra de una encina, y aun contesta con y ella viviría en nosotros. Nuestros místicos distinuna explicación ideal, pero a menos de ser algo muy guieron maravillosamente entre unión y unidad con importante, su coinpañero pronto nota que el Abuelo está Dios, y reconocieron esta última como posible aquí en perdido en un éxtasis de asombro. Sus ojos miran algo la tierra. quien dice unidad con Dios, dice unidad lejano, que acaso no sea lo mismo que está viendo el substancial con el todo! Oh, hombre, cuán grande eres discípulo abrumado. La conversación enmudece; el Abuelo y cuán pequeño te haces! En verdad tienen razón en exclama sólo de vez en cuandu Dios inío, Dios mío y qué decir que el hombre es un ángel caído.
indignos somos de esta terrenal belleza. veces se tiende Discipulo. Peró aún en nuestro estado de abyecen el suelo, levantando sólo la cabeza con las manos ción, debemos ser superiores a los otros seres. Podepara mirar niejor; absorbe, diríase, con los ojos los colo mos, hasta en estado de pecado, comunicarnos con res del campo; liucle la tierra; se adivina que percibe Dios por la oración. Qué piensa Abuelo, de este cantos en el rumor de las ramas de las encinas.
extraño fenómeno de la oración? Es una de las más Esto puede durar horas, lo mejor de la mañana, a lo universales experiencias de la humanidad! Desde el más interrumpido por un breve diálogo en esta forma: salvaje que ruega al fetiche, esperando su ayuda material, hasta el puritano que escucha la voz de Dios Maestro. Qué vergüenza encontrarse aquí de nuevo, murmurando a su oído la concesión de una plegaria, después de toda la semana perdida entre cuidados vanos. todos parecen recibir lo que fervientemente han pedido Estos árboles han estado aquí cada día, desde el alba a la personificación de la Divinidad que ellos adoran.
hasta la noche, y aún durante la noche misma, cantando Maestro. Los psicólogos le dirán a muchas cola gloria de Dios, obedeciendo sus más ligeras indica sas de la fuerza de la sugestión en el creyente, que ciones, moviéndose al menor soplo del viento. nos sabe su éxito. asegurado por la intervención de lo sootros! quo hemos hecho, Dios mío, por ti esta semana? brenatural, que no ha de faltarle. Yo detesto estas ex Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica