REPERTORIO AMERICANO iot bre que hubiéramos mostrado Yº tenia diez años. Ignoraba. les yo. había sanguineos y efusivos. Era San Rafael Almansa nuestro pararrayos, nuestra joya, nuestro modelo, el homEn mi vida he tenido un que la vida era dura; miraba susto igual.
a Dios para librarnos de un todo con ojos de pajarito y sen En la banda opuesta, el pacastigo y el que nos mostra tía en mi corazón la dulce in dre me sentó en una piedra y bamos los unos, a los otros. quietud de quien no tiene aún se puso a darme lecciones de para enseñarnos mutua inente la carne ni el espíritu flagela cómo debía mover las manos a amar a todas las criaturas dos por el pecado.
y los pies para no irme a fony a refrenar la lengua. El nos El padre Almansa era pas do.
decía las palabras, pero se tor de almas en Bucaramanga, Luego volvió a decirme que cenía al mandato que en el y ostentaba en su fisonomía y me cargara a sus espaldas para cristianismo termina con la en su porte el vigor de un pasarme al otro lado, y yo sublime exclamación. Bienhombre en la plenitud de la me puse a llorar de miedo.
aventura lo aquel que se juzga vida.
Entonces me cogió por la y condena a sí mismo y no a Un dia, tras un examen de cintura yine echó al agua los demás, porque él no será doctrina cristiana. se ne admi diciéndome: condenado en el terrible y últió como acólito en la iglesia Bracea y patalea, porque timo juicio eterno. de Piedecaesta, y me hice ami: si no te ahogas.
Para creyentes e incrédulos go del padre Almansa. así me pasó de nuevo.
será nuestro abogado. Evocar Mi familia tuvo que trasla Días después, atravesaba yo su figura y su recuerdo es, ya darse a Sube, el conocido bal el río como el mejor de los hacer oración. En alas de su neario santandereano, y el pa nadadores del pueblo, teniendo espíritu iremos hasta Dios y dre llegó por aquel tiempo a siempre en cuenta las lecciopor él olvidaremos lo triste de tomarse unos días de descanso nes que me había dado el pala vida y el tántas veces satáy a bañarse en las aguas del dre.
nico ardor de nuestras luchas.
río Jordán.
Años más tarde encontré en Enorgullecidos de saberlo tan Pasar a nado el río Jordán Bogotá al padre Almansa, je nuestro, producto de Bogotá, es ser un gran nadador, me fuí hacia el coino viejo aroma de Bogotá, patrón excelEl padre pasaba el río con amigo.
so de benevolencia, e iluminala mayor facilidad, y les ga Su retentiva era tan grande dos por todo lo que en largos naba en destreza a todos los como la del general Rafael años de amistad nos dijo, con nadadores.
Reyes.
palabras sencillas, de un inmenUna tarde me llamó y me Las penas, las enfermedades so afecto, cuando en horas de dijo: y los años, no le hicieron olamargura se nos venga a la. Cógete bien de mi cuello, memoria nos sentiremos convidai mi fisonomía.
solados, como en horas de troy te paso al otro lado.
Sus primeras palabras fueron piezos nos sentiremos mejores.
Personalmente, al nombre del padre Almansa tenemos adherido un pedazo del alma: fué confesor de nuestra madre y Como el doctor seráfico que en celestial arrobo él humedeció, para el ingreso en su himno al Frate Sole le dijo hermano al lobo en la comunidad cristiana, las de Gubbio, hermano al fuego y hermanas a las rosas cabecitas adoradas de nuestros y comprendió su intima hermandad con las cosas, hijos.
lo mismo tú, mi santo, que hechizas a tu aprisco El agua que vertieron sus con la fácil y alegre santidad de Francisco, manos. temblorosas sobre estas podrías, con tus pláticas sencillas y tus preces cabecitas, una de las cuales catequizar las aves y aleccionar los peces yace reclinada en la almohada y renovar las suaves e ingenuas maravillas de pielra en donde el sueño es que en páginas de oro narran las FLORECILLAS.
sin sueños, la vertemos ahora nosotros por los ojos. Un ami Tu Cristo no es el Cristo de faz triste y severa go querido con todas las fuerque azotó a los cambistas y marchitó la higuera, zas del corazón y de la mente sino el Maestro lleno de caridad que dijo va de la vida. en al inundo la celeste parábola del Hijo tanto que la ciudad conmovida Pródigo, y la parábola del Buen Samaritano, suspende el aliento ante los que acarició a los niños con amorosa mano, fúnebres despojos que la y que ante gentes limpias de orgullo y de cizaña iglesin prepara en honor del dijo el inolvidable Sermón de la Montaña.
hijo amado las inás bellas ceremonias, nosotros musitamos Por eso y por tu alma candida de paloma.
Julcemente las palabras de esa por ti vieja sotana que exhala uu grato aroma liturgia franciscana que el de de unción, por tus cabellos más albos que el arıniño, bió repetir sin darse cuenta por tu sancta simplicitas, por tu candor de niño.
de que a él se le podrían apli y porque por la tierra pasas haciendo el bien, car: Una nueva flor se la eres un limpio espejo de Jesucristo.
abierto en el rosal de los san Amén.
tos. Xiero CABALLERO EULARDO CASTILLO (El Espectador. Bogotá. El Exorrlandlor. Bogotá. para recordar a mi madre.
Luego me preguntó si había olvidado las lecciones de natación, y sonriendo con su sonrisa bondadosa me dijo. Ahora tengo que enseñarte es a nadar en el mundo, para que no te ahogues.
Desde entonces yo le buscaba con más asiduidad que antes y echaba en su piadoso regazo todas inis penas y mis culpas.
Jamás olvidó el padre Almansa sus años de vida en la.
tierra santandereana. Para mi, me decía, el mejor recuerdo que guardo es el de mi amistad con el padre Esteban García, cura de Piedecuesta. iQué sábados tan sabrosos los que pasabamos juntos! Yo rezaba temprano el rosario en Bucaramanga; cogia un par de alpargatas, y cuando ya estaba oscurd, me salia de la población al anochecer, para llegar a Piedecuesta a las nueve de la noche a comer tamay chocolate en. unión del padre Estebán en la casa c11ral. amanecía luego en Bure caramanga, sin que nadie supierd jamás que caminado a pie siete leguas para ir a pasar un rato sabroso. En Piedlecuesta decian las gentes que veían un fraile por las calles en altas horas de la noche, y muchas personas llegaron hasta quedarse sin respiración del susto que les ditba. Yo, por mi parte, me distraía golpeando en las puertas de mis amigos y corriendo liiego, para llegar a Bucarainanga antes de amanecer a decir la inisa. el padre Almansa jonía a veces un celo severo y exclamaba. Qué viejas tan bravas había entonces. porque uno les tocaba después de anochecer. no contestaba quien era!
Todos los recuerdos del padre Almansa tenían el sabar de las cosas sin complicaciones, La vida era para él como la de los pajaritos del campo Su filosofia erat la filosofia de la sencillez. Torla iniciativa alla signo de complicaciones, 10 de seguro redunduria en una pena. las penas no tenían Pillit él razón de scr, pornlie eran frito de nuestra imaginación y de CStro propio esfuerzo.
Nacer, crecer, vivir y acabar como el acabó su larga 10bilisima existencia.
Al Padre Almansa se nos 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica