yen. res zarse por 12uer de ciencia para lan ha sido el maestro principal del docde cloroformio, estoy segura.
REPERTORIO AMERICANO si El eminente ci Gacetillas insignificantes lientos, y hasta parrujano doctor T, ticipo de las aledespués de varios grias ilusas en los años de permanenmomentos de calcia en Braselas, rema.
gresa al país para. qué snlas ponerse al frente de está usted declicala dirección geneda, cuáles prefiere?
ral de la gran cli le pregunté en nica Central. Le una ocasión, descoacompaña, eu calisa de seguir dad de ayudante, do sus confidencias.
su sobrino, el joven Las de muje médico Raoul Vares, decididamente.
res Me inspiran una compasión especial «Murió anoche en porque niuchas suela gran Clínica Cenlen venir a pagar tral la estimabilisiaquí muy rudainenma dama belga Rete el delito de una née de hora de ilusión. Entre los casos fatales El doctor W: que más hondamense embarcarà mañana con rumbo a sionado está el de Europa. La gran la señora del docClinica Central quetor murió da definitivamente la primera sala bajo la dirección del maternidad, doctor Raoul VaDoreen Vanston: Un rinconcito de la Srabana. Alguna ope ración desgraciada. Nó; aquello fue Estas tres notifatalidad, y nada cias fueron dadas más.
por un diario matinal en la sección cio por unas horas habíase empeñado. Sería esa desgracia la causa de sociedad, con intervalo de unos en hacerme conocer su habitación par del viaje rápido del doctor W?
meses entre la primera y la segunda, ticular, en el tercer piso del estable. Asi pareció.
y de unos pocos días entre la segun cimiento, sitio delicioso en donde se Volverá?
da y la tercera.
gozaba la hermosa vista que ofrecen. Nó. La Clínica ha quedado defilas serranías del sudeste, nitivamente bajo la dirección del doc Para observar las pasiones hu No era la primera vez que la doc tor Vares. Para el público, da lo mismanas, penetrarlas y someterlas tora Juavita (asi la llamaban en lo mo. Tienen idénticos principios e nuestro análisis, no hay mejor campo, general. declinaba su autoridad y su idénticos sistemas. El doctor ni más amplio, que estos Sitios donde reserva de el sufrimiento físico, turbando la severedas de una charla Vares.
renida, impide el fingimiento e im sutil y amena, casi pintoresca, de don. Este no es demasiado joven para posibilita para el disimulo. Aqui las de surgian encadenados como en ronla responsabilidad del cargo?
almas se desnudan sin quererlo, y da fantasmagórica, episodios intere. Joven. Por número de anos, como al través de un vidrio limpio santes que su fantasia aderezaba sin si, sin duda, pero por decisión y enerlas ve usted con sus aberraciones, perjuicio para la realidad, ya dolorosa, gia vale tanto o más que el otro. Si egoísinos y cobardias y, a veces tam ya cónica, que encerraran. Mujer de conociera usted el temple espiritual bién, con muy altas generosidades. Se corazón y de pensamiento, desempe de ese doctor Vares, cuya figura palo aseguro yo que ruedo hace veinti naba su oficio con un vasto senti rece más de un poeta neurastenico cinco años por hospitales, clinicas y miento de piedad inteligente que la que de un científico, comprendería manicomios: yo, que he visto estas llevaba a curiosear en las almas mi que no es un individuo común. Son salas blancas y estos cuartos mudos transformarse en animados escenarios examinaba los cuerpos, hasta enconnuciosamente, del mismo modo que admirables sus resoluciones y pasma de muy terribles tragedias. Porque no su fuerza de voluntad. él. precisatrar el mal para aliviarlo. Yo la es mente, tocó la cloroformización de la Dies Ses postcuque los más desagrada cuchaba siempre con agrado señora del doctor Por laber los que presentan los cuerpos abier hablando con animación.
estos lugares son fiesto. y ella, complacida, continuaba practicado ese ramo durante toda la. Al decir desconcierto no exagero, gran guerra en los hospitales franceses.
a en efecto, muy acer los moribundos, las contorsionės de creåmelo; no he llegado al indiferentado; sin embargo, esa vez falló, por misma, la vida potente, la vida triun pletamente la sensibilidad hasta el fante, la que se revuelve en un cua punto ver sufrir sin estreinecerse. el doctor el marido, dro de dolor, que nos desconcierta. En cada paciente miro un allegado, que actitud tomó auto este descuido Asi me hablaba la señora Juana un sér ligado a mis afectos, con le imperdonable de su sobrino?
Rivas, administradora y principal en recho a mis cuidados. Con todos ellos Ninguna. Quiero decir que fue fermera de la gran Clinica Central, vivo el proceso más o menos intenso en aquel caso, mas que prudente, pauna tarde en que relevada del servi de sus dolencias físicas y sus desa sivo, resignado, y digo yo. may raro tor Vares.
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